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Ocho años para morir

por Revista Cítrica
11 de septiembre de 2013

Una niña yemení de 8 años fue obligada a casarse y murió, en la noche de bodas, debido a lesiones sexuales. Historias de injusticias y casamientos que duelen.

A sus ocho años Rawan contrajo matrimonio con un adulto de 40 años la semana pasada en Yemen. Según el periodista Mohammad Radman la niña murió tras las lesiones sexuales ocasionadas en la noche de bodas. El estado de Yemen niega la información. Supongamos que Rawan no haya muerto. ¿Qué vida podrá tener?

Todos los días niñas, que nacieron bajo la nula libertad de sus padres, son entregadas a la nula libertad de sus flamantes maridos. Entonces solo esperan el casamiento para que la escasa libertad de su niñez se les esfume. Ocho años para perder la virginidad, la libertad, el placer y la vida. Ocho años para morir.

 Las novias niñas no son exclusivas de un solo país, religión o idioma. A pesar de que el matrimonio infantil es ilegal en la mayoría de las naciones, es una tradición mucho más antigua que las leyes que intentan evitarlo. África, Asia Central y el Sudeste Asiático llevan la triste delantera.

“Las mujeres y las niñas siguen siendo vendidas como bienes, casadas a los 10 años, quemadas vivas y explotadas como mano de obra esclava doméstica”, afirma Rehman Gulshun, asesor de Save the Children en Reino Unido.

El país con más casamientos de menores es la India. Allí el 44’5% de las jóvenes se casan antes de cumplir los 18 años y según encuestas, realizadas en el 2012, más del 52% piensan que es justo recibir malos tratos de su marido.

La foto que ilustra esta nota corresponde a la edición número 6 de Cítrica en la que se cuenta la historia de una mujer india que es obligada a casarse. La instantánea muestra la tristeza de la mujer que durante la boda tiene prohibido levantar sus ojos debido a que debe permanecer sentada como un objeto de decoración en la vida de los varones.