“Les chiques faltan a la escuela por el ajuste y la falta de trabajo”
por Revista CítricaFotos: Vicky Cuomo
10 de agosto de 2022
Melisa Correa, docente de escuelas públicas de Parque Chacabuco y Bajo Flores, explica los motivos de la deserción y el ausentismo en los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires.
Por Melisa Correa*
La decisión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de cortar los planes sociales a las familias que no envíen a sus hijes a la escuela es una decisión bestial que forma parte de este conjunto de decisiones punitivas que viene tomando Cambiemos. El punir a las familias por no enviar a sus hijes a la escuela y el punir a les maestres y a les chiques que utilicen el lenguaje inclusivo no hace más que cercenar derechos.
Como maestra de los barrios Parque Chacabuco y Padre Richardelli (ex Villa un 11-14) puedo decir que la primera variable que afecta a las familias es el ajuste y la falta de trabajo. Si estas cuestiones afectan al sector trabajador, en los sectores populares es aún peor. No pueden pagar niñeres para llevar y traer a sus hijes a la escuela o para quedarse con elles en otras horas, entonces lo que tienen que hacer -si consiguen una changa u otro tipo de trabajo de poco tiempo- es decidir que les chiques falten.
Muchas veces tiene que ver con la falta de tiempo para organizar el esquema familiar. Son situaciones básicas de esquemas familiares completamente atravesados por la situación económica que se vive. Las familias que no tienen los derechos garantizados, que no pueden acceder a comprar alimentos, vestido y a tener servicios. Encima de todo esto se les cercena la posibilidad de tener un plan social, con el que van emparchando cosas porque nadie se salva de laburar con un plan social.
Las familias no pueden organizar el traslado de les chiques a la escuela porque no tienen escuelas cerca. Esto es una denuncia que venimos reiterando desde hace una década. Les chiques de los barrios no van a escuelas cercanas, muches se tienen que trasladar cuadras o kilómetros para acceder a una escuela y si el barrio tuvo algún conflicto, si llueve demasiado seguido, si se inundó por alguna otra situación que suele pasar, si hubo una balacera, ahí también se falta.
Esto no es una decisión ingenua, la ministra de desarrollo María Migliore y la ministra de educación Soledad Acuña conocen los barrios, durante la pandemia los visitaron, saben de qué se trata. El gobierno porteño toma esta decisión en sintonía con los grupos empresariales que vienen diciendo hace tiempo 'saquen los planes', porque para ellos pareciera que el problema de la economía del país no son sus grandes arcas sino los planes sociales. Eso se ve en el mensaje que los medios hegemónicos de comunicación dan todo el tiempo. Este gobierno se alinea con estos sectores poderosos para tomar este tipo de decisiones.
Hace tiempo venimos diciendo que hay una gran respuesta al porqué les chiques no van a la escuela: porque no tienen vacantes en la ciudad de Buenos Aires. Desde el gobierno hablan de cómo se traslada la intermitencia en la asistencia durante el aislamiento social obligatorio (ASPO) hasta la actualidad, cuando no hicieron absolutamente nada en momentos de ASPO para garantizar la continuidad pedagógica de les chiques. No pusieron dispositivos, ni se acercaron a los barrios a ver si les chiques tenían conectividad o no. Nosotres les convocamos a que vengan a ver de qué manera se podría colocar una antena para que tengan conectividad, vinieron pero decidieron no hacerlo.
“Cortar los planes sociales por no enviar a sus hijes a la escuela forma parte de un conjunto de decisiones punitivas que viene tomando Cambiemos”
Por otro lado, también están las condiciones edilicias de las escuelas. Generalmente, la escuela no es un lugar seguro porque se cae a pedazos y no arreglarlas es una decisión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Entonces muchas familias optan por no enviar a sus hijes hasta que reparen la escuela porque corren peligro.
La plataforma que crearon para que les maestres podamos pasar las asistencias está hace un montón y funciona pésimo. Y hace tiempo que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no envía boletines en papel. Con la imposibilidad de las familias de acceder a dispositivos electrónicos y a Internet para descargarse un boletín, si no les citamos en la escuela para comentarles qué notas sacó su hijx no se enteran. Por supuesto que debe haber mucha gente que está feliz con los boletines online, pero tenemos un montón de personas que no acceden a la conectividad, a los dispositivos necesarios para conocer cuál es la valoración que la escuela tiene de sus hijes.
¿Qué asistan para qué? ¿Que asistan a qué escuela? ¿Que asistan en qué condiciones? Me parece que primero lo que hay que destinar es presupuesto y políticas públicas que atiendan las necesidades de la niñez, de la adolescencia y de la juventud y de este modo acompañar mejor la asistencia y la terminalidad de los ciclos lectivos.
Desde el gobierno dicen que esto no es un castigo sino una oportunidad. Esto es un castigo con todas las letras, no se puede ver de otra manera. Esta decisión significa un Estado que no hace nada para que les chiques puedan asistir a una escuela y encima les dicen que son les responsables de todo. Una vez más el Estado se muestra ausente, aparece para decir ‘yo no pongo más de mi dispositivo para generar condiciones’.
*docente de escuelas públicas de los barrios de Parque Chacabuco y Bajo Flores.
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