La desaparición y muerte de una adolescente bajo tutela estatal en Miramar, la aparición de restos óseos, sin el cuerpo, y la hipotesis del suicidio sin pruebas solidas. El entramado de un femicidio que la Justicia no quiere investigar.
“Iara quería terminar la secundaria y estudiar criminalística. Ya había averiguado cuánto tiempo duraba la carrera y todas las materias. Ella decía que su máximo sueño era ir a vivir a China y llevarme con ella. Hace poco encontré una carta de Iara donde decía que sus proyectos a futuro era tener una casa con patio grande para así poder tener muchos gatos. Era muy protectora de los animales. Le gustaba tomar mate afuera al solcito, amaba la naturaleza. Le encantaban las hamburguesas con papas fritas. Los fideos tallarines con ajo y perejil. Me quería llevar algún día a las Cataratas del Iguazú. Iara tenía sueños. Estoy segura de que ella no se suicidó. Ahora quiero que la Justicia investigue, quiero saber qué hicieron con Iara”. Mariela Quintana perdió a su hija Iara Nardelli en 2023, la Justicia dijo que se suicidó, pero ella nunca creyó en esa hipótesis, tampoco había pruebas contundentes que sostuvieron esa versión. Hoy la causa está archivada, pero su mamá exige que se investigue por femicidio.
Iara Nardelli nació en Miramar y tenía 16 años cuando desapareció, el 30 de junio del 2023. Veinte días después se encontraron restos óseos en un descampado. Un estudio de ADN confirmó que pertenecían a ella.
Mariela Quintanilla, su madre, no vivía con Iara. Ella fue institucionalizada en 2021 en el hogar Aldeas Infantiles de Mar del Plata: "A raíz de un intento de suicidio la jueza María Silvina Lezcano determina sacármela e internarla en esa institución porque cree que es lo mejor para ella, porque iba a estar cuidada”, explicó Mariela en una conferencia de prensa a menos de un mes la desaparición.
Sin embargo, no fueron las autoridades del lugar quienes alertaron a Mariela sobre la desaparición de su hija, sino un compañero de la escuela que le contó que hacía dos días faltaba al colegio. “Aldeas no me avisó porque decían que yo tenía una mala relación con mi hija y se agarraron de ahí para no avisarme, pero eso es mentira. La única persona que fue a Aldeas a visitarla fui yo y también la retiraba para que pudiera salir los fines de semana. Aldeas sabía que si me avisaban en un primer momento yo iba a salir a buscarla”, explicó Mariela a Cítrica.
Una hipótesis sin pruebas
Desde los inicios de la investigación el Juzgado de Familia Nº2 a cargo de la causa, sostuvo que la adolescente se había suicidado y que posteriormente, su cuerpo fue atacado por una jauría de perros. La fiscal Romina Díaz, a cargo de la causa, planteó esa única hipótesis aún cuando los resultados de las pericias para determinar la causa de la muerte de Iara no habían llegado.
“La fiscalía siempre sostuvo la hipótesis de suicidio porque se agarraron de que Iara tuvo varias crisis para intentar quitarse la vida. Pero ella ya estaba bien, yo siempre hablaba por WhatsApp, la vi unos días antes de desaparecer, tenía muchos sueños y proyectos, la vi muy diferente y contenta, con muchas ganas de vivir. Es imposible qué mi hija se haya suicidado porque, en todo caso, habría aparecido el cuerpo y acá apareció solo un cráneo tibia y mandíbula en estado cadavérico”, aseguró Mariela.

En contraposición a la hipótesis de la fiscal, Mariela, junto a su abogado, Maximiliano Orsini, solicitaron que se tomen en cuenta otras líneas de investigación como la de un posible femicidio o la posibilidad de que Iara haya sido secuestrada por una red de trata. El letrado había afirmado: “la situación era muy dudosa y no coincidía con un suicidio”, además hizo muchas preguntas que la Justicia no pudo responder:
“¿No es extraño que solo se encontraran restos óseos en vez de un cuerpo cuando sólo habían pasado 10 días desde que Iara había desaparecido? ¿Cómo se explica el suicidio cuando se encontró un cráneo, las prendas a 150 metros y la bombacha a 200 metros? ¿Por qué y cómo desapareció el celular?.” Con estas dudas Orsini intentó que la Justicia siga la línea de investigación que plantea que a Iara la mataron en otro lugar y plantaron la escena en el descampado.
En agosto de 2023 Orsini aseguró al medio La Vaca que la policía científica había analizado las prendas de Iara encontradas en el descampado, y se sumó a la causa un informe donde se confirma que “las roturas de la ropa no fueron causadas por un animal, sino por una acción humana”. Esto, a su vez, cuestiona la hipótesis que la fiscal sostiene sin fundamentos claros.
Asimismo, se incluyó en la causa el informe de la pericia caligráfica que analizó unas cartas escritas por Iara y la conclusión es contundente. En palabras del abogado: “No se encontraron signos que hagan pensar en un suicidio, sino que se trata de una adolescente con problemas propios de la edad”, declaró en Revista MU durante el mismo reportaje.

En septiembre del año pasado Mariela se encadenó en los tribunales de Mar del Plata para que la Justicia Federal intervenga en la causa y que la Justicia Provincial se declare incompetente. Hace dos años que la causa se encuentra archivada y Mariela ya no tiene defensa: “Estoy sin abogado porque el que tenía no hizo todo lo que se debía hacer”, y la Justicia nunca tomó en cuenta la pruebas que se presentaron para continuar con la investigación.
“Iara era una adolescente muy inocente sobre todas las cosas, muy compañera, siempre dispuesta a ayudar al otro. Yo pienso que confió demasiado en ciertas personas y fueron ellas quienes la engañaron y la entregaron a manos de gente que está metida en el tema de la trata de personas”, aseguró la mamá de la joven mientras continúa esperando que la Justicia investigue que pasó realmente con su hija.

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