En un nuevo aniversario de la desaparición física de Aimé Painé, Cítrica recuerda a la cantante mapuche que vivía humildemente en un edificio de la calle Aguero y visibilizó a los indígenas argentinos aún en dictadura y en Buenos Aires.
En esos tiempos, yo escribía en “Expreso Imaginario”, que fue la primera revista de rock que incluyó notas sobre los pueblos originarios y su relación armoniosa con la naturaleza.
Aimé había sido convocada para cantar en el cierre de una exposición mapuche, y apareció vestida a la usanza de las mujeres antiguas con su colgante y pectoral de plata, un vestido largo, su poncho y sus trenzas que lucía con notable orgullo. Era una mujer hermosa con ojos enormes que se dirigía a la audiencia para contarle anécdotas de sus abuelas en sus viajes por el sur. Entonces, todavía dividía su espectáculo en dos partes. Al principio cantaba tahils -cantos sagrados en mapudungún (lengua mapuche), y explicaba lo que significaban, y luego, con la guitarra interpretaba temas del folclore argentino.
Después de esa actuación, acordamos en vernos en su casa para realizar un extenso reportaje que se llamó “El canto de una raza” y que se publicó a tres páginas en la revista. A partir de ahí nació entre nosotras una linda amistad y varias veces publiqué artículos sobre ella y hasta grabé una extensa entrevista para Radio Nacional en Bariloche, ciudad adonde vivo actualmente y donde nos vimos por última vez. Porque lamentablemente, esa mujer bella y carismática murió joven. Falleció a los 43 años en Paraguay, un 10 de septiembre de 1987, luego de haber padecido una aneurisma durante una entrevista para la televisión.
Su pueblo natal, Ingeniero Huergo, nunca volvió a ser el mismo. Cientos de personas asistieron a su funeral que se realizó en la casa de su padre. Sus restos fueron traídos primero a la Argentina y después trasladados hasta el sur para seguir con una antigua tradición mapuche. Hoy en día, ella es considerada como uno de los grandes referentes de su cultura. Pero, ¿quién era Aimé Painé? ¿Cuál es la historia de esta mujer mapuche tan educada y amable que vivía en un departamento de calle Agüero y que paulatinamente fue convirtiéndose en la difusora más grande su pueblo?
A partir de entonces, Aimé abandonó el Coro y se dedicó al canto mapuche. Recorrió la Patagonia, pueblo por pueblo, difundiendo su cultura. Nunca contó con apoyo mediático ni grabó un disco. Pero su andar dejó huella. Realizó un minucioso trabajo de hormiga y fue la primera en devolverle a su pueblo la dignidad de ser mapuche. Ella decía: “el hombre blanco no nos respeta porque no nos conoce” o bien, que la lucha ahora debería ser realizarse a nivel cultural.
Debido a su imperiosa necesidad de encontrase a sí misma, recuperó a su familia. Su propia historia es un ejemplo de “regreso a las raíces”. Fue criada entre los blancos y volvió a su origen. Por eso, ella trataba de lograr que su gente buscara su identidad. Y como los niños eran el futuro de su pueblo, se reunía con ellos en cada ciudad que visitaba para enseñarles lo que había aprendido de las abuelas, las depositarias de la memoria ancestral.
Luego de casi 18 años de investigación, la editorial Biblos publicó el libro” Aimé Painé: la voz del pueblo mapuche “y el 18 de abril de 2011, en la Biblioteca Nacional en Buenos Aires se realizó una emotiva presentación junto al antropólogo Carlos Martínez Sarasola, la actriz y amiga personal de Aimé, Luisa Calcumil, y Luisa Chico quien viajó especialmente desde el sur para presentar un documental que testimonia la ceremonia realizada en el cementerio de Ingeniero Huergo el día del entierro de la fallecida cantante.
A partir de ahí, empecé a viajar por la Patagonia como si el libro fuera recorriendo la misma huella trazada por Aimé. En todos lados, me encontré con gente que la había conocido. Quizá con alguno de esos niños a los que ella enseñaba y que ahora de grande trabaja para su comunidad o bien con alguien que de joven la conoció y que jamás pudo olvidarla.
Aimé Painé fue un ejemplo de lucha y pasión. Muchas veces ella dijo: ”mi canto es una excusa para difundir la cultura de mi gente” y yo siempre digo que este libro es una excusa para que su maravillosa obra y su historia no queden en el olvido.

“Rafael Nahuel luchó por su tierra y su familia”
A cinco años del asesinato de Rafael Nahuel en la Lof Lafken Winkul Mapu, Lautaro González Curruhuinca, principal testigo de los disparos del grupo Albatros, reivindica la lucha mapuche por los territorios y afirma: “no voy a negociar con el sistema judicial sin importar las condiciones”.

"Quiero que los padres de Rafa sepan cómo murió"
Compartimos parte del testimonio de Lautaro González, uno de lxs testigos clave del violento operativo donde asesinaron a Rafael Nahuel el 25 de noviembre de 2017 en la Lof Lafken Winkul Mapu. Ante los jueces, relató cómo intentaron salvarle la vida al joven mapuche y dio detalles del procedimiento represivo de Prefectura. Cobertura colaborativa con Infoterritorial y Radio Zona Libre.

“El gobierno de Piñera pretende callar al pueblo chileno”
Orietta Llauca es abogada y se postula a uno de los siete escaños reservados para la nación mapuche en la convención constitucional que realizará Chile para dejar atrás la constitución pinochetista. Habla de la defensa del territorio, las violaciones a los derechos humanos y la persecución judicial .