La ciudad del verano se vacÃa en invierno.
Si tuviera que pensarla en una imagen
dirÃa que es un viejo que se ha encogido de reuma
o una niña jugando con la ropa gigante de su madre
y monta su teatrino en el momento ufano de la escena mayor
niña primma-donna de la ópera imaginaria
lady Macbeth con capelina como sombrero de mariachi
Vine a dar clase de Lengua y Literatura en la Escuela Media
porque no conseguÃan profesor.
Me dieron un departamento en un edificio completamente vacÃo,
el ascensor funcionarÃa solamente para mÃ
si no fuese que preferÃa la escalera para subir al 5° piso
Durante el invierno no importa verdaderamente
que el sol salga y se ponga en el mar como dice la propaganda
pero hoy levanto la vista de unos ejercicios de concordancia
hacia la ventana que quedó abierta
y veo a Lucianita con su abuelo sentados en la rambla
envueltos en una frazada violeta mirando el atardecer
dos lÃneas rojas: el verbo señala a un sujeto explÃcito
el mar violeta se funde con la frazada
otro ejercicio de concordancia
se ve poco
alcanzo a señalar un sujeto elidido
una penumbra morada comienza a invadir las cosas
cuando prendo la luz la niña y el abuelo ya no están.
De Cuadernos de lengua y literatura volumen IV. El libro de las formas que se funden
Mario Ortiz: El maestro con cariño
Por Belén Iannuzzi
Como dice el poeta y editor del sello Vox, Gustavo López, “BahÃa Blanca es la ciudad de la Argentina con la mayor densidad de poetas buenos por metro cuadrado”. Y entonces en qué otro lugar de la galaxia podrÃa haber nacido Mario Ortiz (1965), docente de literatura en escuelas y universidades, integrante de grupos de investigación, curioso nato, maestro de escritores y lectores.
Ortiz considera que sus libros, seis volúmenes titulados Cuadernos de lengua y literatura (Al pie de la letra, CrÃtica de la imaginación pura, Tratado de fitolingüÃstica, El libro de las formas que se hunden, son algunos de sus subtÃtulos), son ejercicios de escritura, reescritura y descubrimiento de las piezas del alfabeto y sus múltiples combinaciones, juegos, dibujos.
La mirada de Mario Ortiz es sintaxis. TipografÃa, linotipo, bicicleta, cacharrito para calentar el agua, la poética de Ortiz, espontánea, se vale de lo simple y cotidiano y se construye de modo épico.