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“Vidal quiere ocultar el desastre sanitario que hizo”

por Estefanía Santoro
Fotos: Victoria Cuomo
14 de junio de 2019

Mientras la gobernadora de la provincia de Buenos Aires hace anuncios pomposos y celebra mejoras inexistentes, organizaciones sanitarias denuncian la crisis en los hospitales públicos, la precarización laboral y el faltante de vacunas a nivel nacional.

¿De qué sirven ambulancias nuevas, guardias renovadas y un mobiliario impecable, como se observan en los spots que difundió la Gobernadora María Eugenia Vidal, si no hay camas, ni profesionales, ni medicamentos suficientes que abastezcan los hospitales públicos? ¿De qué sirve la creación de nuevos centros de salud, si hay personas que ni siquiera les alcanza el sueldo para comprar medicamentos? La crisis económica se traslada a todos los ámbitos de la vida cotidiana de las personas y el Gobierno parece no tomar nota. 

El 29 de mayo la gobernadora anunció una baja récord en la tasa de mortalidad infantil de la Provincia. Sin embargo, un informe realizado por la Fundación Soberanía Sanitaria analizó los datos y el contexto, y puso en duda el “logro” que pretende adjudicarse Vidal.  En realidad, lo que sucede es que la tendencia a la baja de la mortalidad infantil se ve reflejada hace años y no tiene relación con su gestión sino con un proceso histórico. “Resulta impactante que la gobernadora Vidal utilice una información muy seria como la mortalidad infantil para tapar el desastre sanitario que hizo en la Provincia”, explica Nicolás Kreplak, presidente de la fundación. El informe publicado, que puede ser consultado de manera online, detalla por qué esa información es errónea y además mentirosa. 

La situación sanitaria del conurbano bonaerense es gravísima. Kreplak afirma: “Todo el sector de las obras sociales ya no sostiene más clínicas, el sector público está colapsado y prestando mucho menos servicios que antes porque faltan profesionales y recursos. Uno pasa por la puerta de un hospital y se ve bien, pero cuando entrás está igual que hace 100 años". Y agrega: “Una cosa que está pasando, que es más grave, es que ni siquiera se desbordan, no entra la gente porque los hospitales están sin capacidad de respuesta. Esto se refleja en las estadísticas: baja la producción, atienden menos y ya ni pueden operar porque los quirófanos no están funcionando. La expulsión se produce en la puerta de entrada”.

El sector público está colapsado y prestando mucho menos servicios que antes porque faltan profesionales y recursos

 
Cualquier transeúnte que pase por la puerta de un hospital de la Provincia de Buenos Aires verá filas infinitas de gente haciendo cola en las guardias durante 8 o 12 horas para conseguir un diagnóstico y una receta de un medicamento que tal vez ni si quiera puedan comprar, entonces dejan de ir. Es así como la crisis económica empieza a expulsar a las personas de más bajos ingresos del sistema formal de salud. “Tenemos una gobernadora que plantea que refaccionaron hospitales y tienen cinco nuevos que no usan y dice en voz alta ‘nosotros no vamos a usar hospitales nuevos’. Eso no tiene ningún sentido, no hay nadie que pueda sostener que es mejor refaccionar hospitales viejos a usar nuevos, refaccionar un hospital que tiene 100 años no tiene funcionalidad, y además faltan hospitales porque la población sigue incrementándose”, asegura Kreplak.

A los problemas estructurales en materia de salud pública que hay actualmente, se suma la falta de negociación paritaria para discutir mejoras salariales para lxs médicxs de los casi 80 hospitales públicos de la Provincia de Buenos Aires. Según informó la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP), esta semana lxs profesionales resolvieron una nueva medida de fuerza que se vio reflejada en un paro de 48 horas. Mientras la gobernadora, días atrás, festejaba los números de una gran farsa, un médicx ingresante al sistema sanitario cobra por debajo de la línea de la pobreza.


La salud como mercancía

En los últimos 12 meses, las prepagas ya acumulan un aumento del 42.2%. Cuando la inflación se traslada a la salud no tiene retorno y se convierte en una misión imposible sostener un pago mensual fijo. El mes pasado el Gobierno Nacional autorizó un aumento, en 3 cuotas, del 17,5% en los planes de las empresas de medicina privada, según la resolución 872/2019 del Ministerio de Salud y Desarrollo Social. Muchas personas no podrán sostener económicamente esas nuevas sumas y se verán obligadas a abandonar su plan, si a eso se suma un sistema de salud público deteriorado con un Estado que parece no asumir ninguna responsabilidad, es ahí cuando recordamos que la salud importa tan poco que ni siquiera existe un ministerio. Si se analizan todos los aumentos que el Gobierno autorizó a las empresas de medicina privada y se compara con el bajo presupuesto destinado y la ausencia estatal en el sector de la salud pública queda claro que esta gestión concibe a la salud como una mercancía y no como un derecho

Tenemos un Estado totalmente ausente de las políticas sanitarias

Kreplak, considera que el sistema de salud está roto y que la principal causa es la ausencia absoluta del Estado Nacional: “Es desesperante los problemas que tenemos de alimentación. La gente está comiendo muy poco, se alimenta mal, se enferma, los jubilados están gastando gran parte de sus haberes en medicamentos y algunos ya no llegan a comprarlos, todo esto es un combo explosivo. En el interior del país hay una asimetría muy grande dentro de cada provincia. Hay zonas que están muy desiguales, por ejemplo, en Rosario la situación es más o menos buena pero en el resto de la provincia es muy mal. Faltan establecimientos y profesionales. Santa Fe dentro de todo está un poco mejor que Entre Ríos. Corrientes, por ejemplo, es una de las que peor está, tiene los indicadores sanitarios más bajos y un Estado totalmente ausente de las políticas sanitarias, pero no solo lo vez en pobreza sino en todos los indicadores”.

Con respecto a las denuncias de faltante de vacunas, Kreplak explica: “El ex Ministerio de Salud no ha comprado vacunas para meningitis, incluida dentro de las vacunas del calendario nacional, desde el ministerio contestan que no hubo ni fuente ni capacidad de gestión para poder garantizarlo. Después dijeron que la empresa no proveyó pero desde la propia empresa salieron a desmentirlo. Lo que preocupa es que uno puede decidir retirar una vacuna del calendario por distintas razones, porque el costo es demasiado excesivo para el beneficio que produce o porque no hay dinero, pero lo que hizo el Estado fue eliminarla, es una decisión política perversa, porque para la población en general lo que está faltando es el derecho a la salud, por eso creemos que tiene que discutirse la salud en la campaña política. De ahí la necesidad de recuperar el Ministerio de Salud. Estamos hablando de la vida de la gente”.

Frente a la crisis extrema en materia de salud, el martes pasado, la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa) realizó -junto a la Fundación Soberanía Sanitaria- una asamblea para establecer un acuerdo con 15 puntos básicos por el derecho a la salud en el marco del proceso electoral que se avecina. Organizaciones sociales y sanitarias del campo popular se reunieron en el Salón del Consejo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para acordar y discutir estos puntos.

“En la Provincia la situación es caótica, gravísima, hoy están faltando profesionales de la salud en territorios extensísimos, faltan pediatras en plena temporada de invierno. Hace una semana, en Bariloche cerraron el Sanatorio del Sol, una clínica que tiene el 20% de las camas de la ciudad. La cierran justo ahora que está por empezar la temporada alta de infecciones respiratorias, y está en una situación de convocatoria de acreedores, tomado por los trabajadores. El sistema no puede absorber las 10 mil personas de PAMI que estaban ahí.”, denuncia Kreplak, minutos antes de comenzar la asamblea.

Durante la reunión se planteó como objetivo “establecer temas en la agenda del proceso electoral de este año para revertir la actual situación de deterioro de las políticas públicas de salud y marcar un rumbo en la recuperación de derechos en el plano social y sanitario”. De la totalidad del documento se destacaron la “necesidad de reforzar el perfil anti extractivista” y se planteó “reforzar el punto de producción pública de medicamentos con la inclusión del reclamo de una investigación en el área de biotecnología al servicio de la población”.