Télam se defiende: “La diferencia con los otros intentos de cierre es la violencia”
por Revista CítricaFotos: Somos Télam
08 de abril de 2024
Andrea Delfino, editora de la sección Economía de la Agencia Nacional, recuerda ofensivas similares de gobiernos anteriores y pone énfasis en la violencia que simbolizan las vallas en la entrada de la redacción: "Ahora hay una muralla que te impide estar en el lugar de trabajo".
Por Andrea Delfino
Trabajo desde hace 34 años en la sección de Economía de la agencia. Viví muchos intentos de cierre. Con De la Rúa cuando estaba Hernán Lombardi, con Macri cuando de vuelta estaba Lombardi. También pasé la del 96, cuando Menem quiso cerrar la empresa, pero con más estrategia política que otra cosa logramos que el propio presidente revirtiera su decreto.
¿Qué tiene de especial esta vez? Las vallas en la entrada de la redacción. Son un símbolo de mucha violencia: es no podés pasar, no podés entrar, no podés ir a buscar tus cosas, no puede ni entrar el personal de limpieza. Mandar un mail a la una de la mañana avisándote que estás dispensado, este nuevo término que están usando, y que muchos compañeros se enteraran cuando llegaban a su lugar de trabajo, porque en el viaje a la madrugada no revisas el mail. El impacto de ver todo el acceso vallado, con las mismas vallas que usan para cercar la Casa Rosada o el Parlamento, fue muy fuerte.
Ahora hay una muralla que te impide estar en el lugar donde vos realizas tus tareas cotidianas. Y no pasa porque algunos ya tenemos muchos años en la empresa y pasamos muchos conflictos. No es eso: hubo compañeros que tienen los lentes de lectura dentro del edificio y no pueden recuperarlos.
La gran diferencia con respecto a los otros intentos de cierre es ese: la violencia. Porque la decisión política del presidente de llevar adelante el cierre de la empresa no es algo inédito. Hubo otros que intentaron hacerlo, pero la democracia gestó las herramientas para que el futuro de Télam, como de los otros medios públicos, entendiendo que son instituciones que también garantizan el sostenimiento del sistema democrático, no puede ser decisión de una sola persona o decisión de un partido político.
Tiene que haber una ley, que es la que protege a los medios públicos, y tiene que estar todo el pueblo de acuerdo, no solamente la cantidad de personas que votó esta propuesta política.
El laburante de Télam tiene muy en claro que a la agencia se la defiende con el laburo. Hay tantas críticas hacia los medios públicos siempre…Yo siempre digo que el que critica a los medios públicos es porque no los consume o no sabe que los está consumiendo a través de otros medios. Porque la verdad es que la calidad de la información, el profesionalismo de los trabajadores de los medios públicos en general y en particular de Télam, es de primera.
Además, la experiencia de los otros conflictos nos muestra que lo que te y nos fortalece es estar con quienes están pasando lo mismo que vos. Es muy difícil explicarles a amigos o familiares que vos estás peleando por tu puesto de trabajo, pero además estás peleando porque vos querés que Télam siga existiendo.
En el acampe de Télam está el futuro
El secretario general del Sindicato de Prensa de Buenos Aires, Agustín Lecchi, cuenta -en primera persona del plural- la cotidianidad del acampe de los trabajadores de Télam, que duermen hace 45 días en la puerta de las dos redacciones para proteger sus trabajos y el patrimonio público. Una lucha política que también se construye a base de ollas solidarias y partidos de truco.
“El ataque a Télam no tiene nada que ver con una reducción del gasto público”
Jerónimo Rojas, que integra el área de publicidad de la Agencia, explica las razones por las cuales la pauta oficial, lejos de ser una mera propaganda política, es una responsabilidad de Estado y por qué Télam garantiza que la información también sea un derecho.
Télam se defiende
El presidente Javier Milei anunció en el Congreso el cierre de la agencia de noticias estatal. Sus trabajadorxs responden a la provocación con organización sindical, periodismo y la convicción de que este ataque, como tantos otros en casi 80 años de historia, también lo van a poder revertir colectivamente.