"Somos mapuche, no terroristas"

por Revista Cítrica
Fotos: Euge Neme
11 de octubre de 2022

María Nahuel, tía de Rafael Nahuel, asesinado por Albatros el 25 de noviembre de 2017 en Villa Mascardi, denuncia la violencia hacia el pueblo mapuche y pide por la libertad de las siete mujeres de la comunidad detenidas.

Soy María Nahuel, parte de la comunidad Lafken Winkul Mapu, tía de Rafael Nahuel, asesinado hace más de cinco años. Hasta el día de hoy no tenemos justicia. Nos han mandado a cazar. Pasó en aquel momento y está pasando ahora. Hay un helicóptero cazando a nuestra gente. Están subiendo y siguen manoseando el rewe de mi machi, que es algo espiritual para mi machi y para todo el pueblo mapuche, para todo el puelmapu. 

Quiero denunciar lo que han sufrido nuestras lamuenes (hermanas), que han sido pisoteadas en Buenos Aires. Han sido violadas en su intimidad, las han revisado y desnudado. Después dicen que somos violentos. El Estado es el violento. Aquellos que manda la gobernadora Arabela Carreras. Los terratenientes como Diego Frutos, porque tienen plata y arman montajes. Porque esta persona sí que arma montajes. Él tendría que estar preso. ¿Por qué no lo investigan? ¿Cómo es que conoce el paso a paso de la comunidad? Yo no conozco su casa porque nunca me fui a meter. Ni cuando él estaba ni cuando no estaba. Pero él sí se ha metido en nuestra comunidad, ha perseguido a nuestros pichi, a nuestros niños, y a nuestras mujeres. Se aparece en distintos juicios que hay contra las comunidades y se burla, pasa provocando. Y a nosotros nos siguen cazando.

Quiero pedirle a la gente de Derechos Humanos y referentes políticos, a la gente consciente que nos acompaña y que agradecemos de corazón ese acompañamiento, que lleguen hasta el lugar y puedan manifestarse. Porque a nosotros nadie nos preguntó si era verdad lo que sacaban los medios y los comunicados de Diego Frutos -un terrateniente de Villa Mascardi- echándonos la culpa de que le tomamos la casa y la quemamos. Yo también estoy acusada como parte de la comunidad de encender una casa rodante de Gendarmería. 

Creo que si el Estado y aquellos que son jefes de Gendarmería investigaran mejor cómo fue ese incendio y las balas que tiene la casilla rodante, se darían cuenta que no es de ninguno de nosotros (que nos defendemos con piedras), que es de su propia gente. Nosotros ni enterados que estaba esa casilla ahí. La Justicia, el Ministerio de Seguridad, Arabela Carreras, el presidente; deberían fijarse un poco más. 

"Se quieren seguir adueñando de nuestra mapu. La tierra no se negocia y no nos vamos a dar por vencidos nunca".

Si bien siempre fuimos cazados y perseguidos por el Estado, despojados de nuestros territorios, nosotros tenemos que seguir luchando para volver a nuestro territorio. La Wiritray no es la única comunidad de acá. Somos muchas comunidades dispersas, urbanas y en distintos lados. Y no necesitamos un papel para que nos reconozca el Estado. Nosotros mismos nos reconocemos por nuestros antepasados que vivieron por este lado y recorrieron nuestra mapu.

Soy una mujer mapuche que lucha por sus tierras, por sus hijos, que lucha con su nieto, con sus lamuenes (hermanas), por su lonko, por su machi y por nuestras distintas autoridades. Porque en distintos lados tenemos nuestras autoridades. Somos mapuche y no somos terroristas. No somos borrachos, no somos drogadictos. Cuidamos nuestra mapu, no como aquellos que quieren venir y explotarla.

Hasta el día de hoy somos exhibidos en los museos. Y sí, somos mapuche, pese a quien le pese. Somos un pueblo. Somos mujeres las que luchamos. Somos mujeres las que parimos. Somos mujeres las que seguimos pariendo para que no se pierda nuestra identidad, y lamentablemente nuestros niños tienen que sufrir la represión. Mi nieto de tres años vio cómo a su mamá la pateaban, cómo le pegaban. ¿Qué crecimiento esperan que tenga ese niño si ya desde ahora entiende lo que es el Estado? Nunca los niños vieron algo bueno en el Estado. Pero sí, somos mapuche.Yo soy re mapuche, tengo mi sangre mapuche y con dignidad. Voy a seguir luchando, voy a seguir acompañando a mi gente. No le tengo miedo a la muerte ni a nadie.

Espero que el Gobierno reflexone, y si no tiene tiempo de reflexionar, bueno, esperemos que no haya un muerto. Ya el otro día corrieron hacia el cerro -el winkul- a mi nieto. La jueza, que es de acá, no me creía que estaba mi nieto. El más chiquito, de seis años. Los salieron a cazar, hasta que se dieron cuenta que sí, que faltaban los niños. Hasta ese momento estuvieron hasta muy tarde en la noche, escondidos, viendo a qué hora los iban a atacar con perros, con armas. Ese es el Estado argentino, ese es el Estado de mierda que tenemos. El Estado que nos vino a arrebatar nuestra mapu. Por eso hay fiscales, jueces, todos grandes terratenientes. Se quieren seguir adueñando de nuestra mapu. La tierra no se negocia y no nos vamos a dar por vencidos nunca.  A la gente mapuche, aquellos que tengan entendimiento de machi, de lonko, de pillankuse, mañum. Rume mañum tati. Marichiweu. Vamos a seguir luchando, estamos vivos.

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