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"Me gusta usar todas las ramas del arte para llegar al pueblo"

por Revista Cítrica
09 de junio de 2014

Osvaldo Bayer y los proyectos que lo tienen como protagonista: la obra de teatro Las Putas de San Julián, en el teatro porteño, y un disco de tangos libertarios.

Por Débora Ruiz

Es sábado a la mañana. Está nublado. Hace frío. Llegar al Tugurio después de atravesar media ciudad a las corridas es reconfortante. Osvaldo Bayer también corre. Hace pocos minutos que llegó desde Uruguay, ahora se prepara para la entrevista, luego se encontrará con el escritor Marcelo Valko, más tarde recibirá un premio en la Universidad de Quilmes y cerrará el día haciendo una función de teatro. Todos le preguntan cuándo va a parar. Y no hay respuesta. Bayer sigue.

Más allá del prestigio ganado como historiador, de ser un referente a la hora de hablar de coherencia y compromiso, continúa echando luz donde otros no se animan. Y el arte es un arma poderosa para seguir haciéndolo.

Foto: Joaquín Amoia

Foto: Joaquín Amoia

"En sí soy un historiador pero me gusta usar todas las ramas del arte para llegar al pueblo y hablar de temas que fueron escondidos o que no tuvieron difusión", dice. "Fui un historiador de los hechos escondidos de nuestra historia, del mundo anarquista (un mundo muy vehemente en aquella época, con personajes y huelgas que tuvieron una gran trascendencia), y también he ido a lo popular: por ejemplo, al entrar en el cine para que La Patagonia Rebelde se filme y sea conocida por todo el pueblo. Porque los libros son leídos por cierto estatus de gente mientras que con el cine pasa otra cosa: por lo menos, hace cuarenta años, iba todo el mundo; era, por decirlo de alguna manera, el deporte más popular de los porteños", afirma.

En historia no se puede inventar nada ni mentir

Y trae a colación una estadística curiosa: "En esos años, se calcula que iba cuatro veces más gente al cine que a ver partidos de fútbol; por eso acepté cuando Carlos Olivera y Fernando Ayala me ofrecieron hacer el film de mi libro, acepté de inmediato y fue un éxito total pese a la prohibición".

Desde el año pasado, Osvaldo participa de la obra de teatro Las putas de San Julián, pieza que recrea la historia de las mujeres que trabajaban en el prostíbulo del pueblo y que luego de los fusilamientos de la Patagonia trágica decidieron no recibir a los soldados que perpetuaron esos crímenes.

A Bayer siempre le gusto mucho el teatro, "otro medio para dar identidad propia y hacer ciertos temas populares, como el de estas pobres mujeres, que así la pagaron: fueron detenidas por la policía, torturadas bestialmente y expulsadas de San Julián”.

Foto: Joaquí­n Amoia

Foto: Joaquí­n Amoia

El pasaje, que corresponde al final del segundo tomo de La Patagonia Rebelde, iba a ser también el cierre del film, pero los militares no lo aprobaron: “Si permitieron otro final mucho más difícil políticamente para ellos, donde los ingleses le cantan al coronel Varela 'Porque es buen compañero'. Eso es diez veces peor que el rechazo de las prostitutas a los soldados, pero no les importó; machismo total, ¿no?”. Por si queda alguna duda, resalta que ambos finales fueron verídicos.

De manera paralela, Bayer participa de otros proyectos artísticos, como el espectáculo Exilio, puesta que trata dicha temática a través de textos de Jorge Luis Borges, Enrique Cadícamo, Cátulo Castillo y música de Astor Piazzola, Atahualpa Yupanqui, María Elena Walsh, Aníbal Troilo, Juan Carlos Cobián y Blas Rivera, entre otros. “Vengo de Montevideo, donde hicimos, en el teatro Solís, esta teatralización sobre la palabra Exilio, en un espectáculo que combina intervenciones mías con música popular desde el punto de vista clásico, tocado por un conjunto, con coro. Realmente fue muy exitoso” comenta.

Yo me baso en la verdad. Me interesa no esconder nada

También presentó, hace muy pocos meses, el disco Tangos Libertarios junto al Quinteto Negro La Boca, conjunto liderado por Pablo Bernabá, que le puso música a las letras de Osvaldo. La relación de Bayer con el género está dada desde la infancia. Relata que “cuando era chico, en la década del 30, el tango era la música más popular de la Argentina. Se escuchaba todo el día, lo transmitían todo el tiempo en la radio y después eso se perdió ya que, en la década del 60, empezó a tener más fuerza el folclore argentino y se fue dejando de lado. Ahora el tango ha regresado de Europa, donde se baila mucho. En Alemania, por ejemplo, es una locura, hay varias academias al igual que en España, Italia y toda Europa, pero en Argentina no es la música más popular, Hoy lo es la que baila la juventud, y antes la juventud bailaba el tango, con letras que hablaban mucho de la vida porteña, donde estaba presente el lunfardo".

A la hora de responder sobre por qué los temas que ha tratado a lo largo de toda su trayectoria siguen despertando tanto interés, Bayer sostiene que es debido a que son la verdadera historia, son hechos absolutamente ciertos. “En historia no se puede inventar nada ni mentir, uno dará una versión y después vendrá otro historiador y encontrará que todo es mentira, así que yo me baso en la verdad, en cosas muy populares y en cosas que son escondidas por la historia oficial, eso es lo que yo persigo. Por ejemplo, hablar de la influencia que tuvo el anarquismo en el tango, que era una música muy anarquista. Por eso las letras que escribí tienen que ver con los libertarios de aquella época: se le canta a las huelgas, al movimiento obrero. De hecho, son los anarquistas quienes empiezan a bailar el tango, que al principio se hacía entre hombres. Es historia viva de la Argentina y me interesa mucho no esconder nada”.

Faro para las nuevas generaciones, alimenta día a día su relación con un amplio público joven para quien es referencia ineludible: “viene mucha gente joven a verme, periodistas jóvenes a hacerme notas, me hacen entrevistas en revistas culturales (por lo que no salgo solo en la contratapa de Página/12). Y veo que desde hace muchos años las ediciones de mis libros se siguen agotando, que el asunto tiene interés, que cala hondo en la gente, así que creo que la lucha de uno no ha sido en vano”.