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“Matan animales y amenazan a niños para usurpar las tierras”

por Revista Cítrica
20 de marzo de 2017

Un empresario y su patota golpearon brutalmente a Genaro Escalada y su hijo Maximiliano en la comunidad 3 Leones, en Santiago del Estero. Un nuevo y sangriento ataque a campesinos del Mocase.

“Los empresarios llegan con una propuesta agradable para los campesinos. Pero después te quitan la tierra, se quedan con todo, te alambran y después pasa lo que ahora: empiezan a matar a los animales y a amenazar a las familias para poder sacarlas. Esa es la estrategia del empresario para quedarse con todo. Destruyen la naturaleza, contaminan el agua y después se van sin dejar nada. Ni animales, ni nada”, relata Carlos ex consejero del pueblo indígena Vilela de la comunidad 3 Leones, en la provincia de Santiago del Estero. Allí donde la semana pasada una patota dirigida por  el empresario Oscar Kessel golpeó con la culata de una escopeta a Genaro Escalada hasta dejarlo inconsciente.

Genaro se recupera lentamente de la paliza y los golpes en la cabeza le hacen sentir fuertes mareos. Es su esposa Mirta Cisnero quien puede contar la historia: “Es algo de no creer: llevar gente de la ciudad para patotear y lastimar a las personas del monte. Eran la 2 de la mañana y Genaro salió con su hijo Maxi a ver a los animales porque habían escuchado disparos en la zona. El empresario Kessel acostumbra a acercarse para balear a los animales. Cuando ellos salieron los sorprendió una camioneta, donde estaban Kessel y su patota. Golpearon a mi marido con las armas y retuvieron a Maxi para que no pudiese defender al padre. Después de romperle la cabeza y los ojos, cuando ya estaba en el piso y descompuesto empezaron con las patadas hasta asegurarse de dejarlo inconsciente. Y ahí le dieron a Maxi golpes en la frente, en la boca y en las costillas. Finalmente Maxi consiguió escapar para el monte, y volvió después para levantar al padre. Kessel y la patota lo habían dado por muerto a Genaro”.

Cuidan la tierra, se autosustentan, no necesitan de nada más que de la naturaleza y de su trabajo. Están fuera del negocio, y eso molesta a los terratenientes. Porque ese negocio necesita destrozar para ser efectivo.

El empresario Kessel usurpa las tierras de la comunidad desde hace tres años. “Pero la lucha viene desde hace 26 años cuando nació el Mocase (Movimiento Campesino de Santiago del Estero) como organización. Vienen, arrasan las tierras, nos matan los animales. Y después vienen las amenazas hacia las personas o a los chicos que encuentran en los caminos yendo a la escuela”, agrega Carlos. “Vivimos de los animales que criamos, nos mantenemos de nuestro propio trabajo. Pero algunos nos quieren sometidos”, explica Mirta por qué reciben tantos ataques: Cuidan la tierra, se autosustentan, no necesitan de nada más que de la naturaleza y de su trabajo. Están fuera del negocio, y eso molesta a los terratenientes. Porque ese negocio necesita destrozar para ser efectivo. Aniquilar a la naturaleza y someter a los campesinos.

Después de la golpiza a Genaro, la comunidad tiene miedo porque ni la Policía ni la Justicia han actuado en contra del empresario. Por el contrario, parecen encubrirlo. Y las amenazas no cesan. Especialmente a mujeres y niñas: “Después le toca a tus hermanas", le dijeron a Maxi los de la patota antes de que lograra escaparse. “Tengo miedo de que le hagan algo a mis hijas. Yo  me voy a defender pero ellas son muy chicas, no se podrían defender. Kessel dijo que irían por ellas. No sé qué pretende”, nos confiesa Mirta. Y el miedo ya se ha extendido también por fuera de la comunidad. La hija de Avelino Díaz va al colegio con una de las hijas de Genaro y sabe que la están siguiendo. El encargado de la casa donde vive el empresario simula por las mañanas salir a vender el diario para conocer el camino que hacen las chicas. Avelino dice que espera justicia. Pero que “en Tintina la Policía nunca hace justicia. Nunca hay justicia para un pobre”.

Según cuentan Carlos y Mirta, en la noche en que la patota atacó a Genaro y Maxi, los teléfonos no tenían señal en toda la zona. Sin embargo cuando Genaro llegó al hospital en Tintina, la Policía ya sabía lo acontecido. Por tanto están convencidos de que las fuerzas de seguridad tuvieron conocimiento de lo ocurrido porque cubren a Kessel en sus maniobras.

¿Y la Justicia? Por ahora hizo allanamientos a los campesinos porque Kessel los acusó de tener armas. Los allanamientos al empresario aún no llegaron. “Tiene que llegar el momento en que la Justicia responda a nuestros pedidos, que se lo desaloje del lugar donde está Kessel porque no le corresponde estar ahí, los verdaderos dueños somos nosotros. La Justicia tiene que acceder a ese desalojo y sacarlo”, asegura Mirta.

Mientras tanto el MOCASE intenta visibilizar la lucha y convoca a una marcha por las calles de Tintina para el 23 de Marzo. Por los derechos humanos campesinos e indígenas. Y por un territorio libre de bandas armadas y de violencia.