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Massacre, la gran máquina del rock progresivo local

por Revista Cítrica
08 de enero de 2015

Homenajea Buenos Aires. Los porteños músicos de Massacre vienen haciendo rodar su Ringo por todas las lonas rockeras de Capital y Gran Buenos Aires. “Queríamos homenajear a cosas cotidianas, los pies en la tierra, sin tanto universalismo o existencialismo. Y en ese homenaje a Buenos Aires, elegimos a Ringo Bonavena".

Walas es un pequeño gran gigante. Un héroe antihéroe del rock nacional con una voz hermosamente particular. Casi un filo de cuchillo que puede suavizarse o asestarse a gusto. Y de estas mismas características fue condensándose Ringo, uno de los discos de la banda Massacre más aclamados de los últimos años. “Estamos contentos con Ringo. Lo que les pedí a los muchachos, de movida, cuando empezamos a componer, fue: simpleza. Esa fue la palabra clave cuando comenzamos a cocinar Ringo. Y conseguimos simpleza sin resignar claridad. Me gusta el resultado. Yo soy adicto a grabar muchas violas, muchas voces, y en el proceso era medio incómodo ser simple, pero el resultado fue muy bueno”.

Producido por Alejandro Vázquez, ex productor ejecutivo de discográficas, productor artístico de Bersuit y Carajo. “Me cuestionó todo. Me puso todo el tiempo contra la pared, con lo cual me ayudó a ver las cosas con claridad”. Está claro que las ideas nacen el algún momento, lo que no se sabe bien es cuándo, cómo, y dónde, y desde allí definir con precisión ese nacimiento cultural. El bautismo de Ringo tuvo de todo, pero como ocurre con esas cosas que vienen llenas de momentos inspirativos, nación de una llama, un fuego rockero interno. “Queríamos homenajear a cosas cotidianas, los pies en la tierra, sin tanto universalismo o existencialismo. Y en ese homenaje a Buenos Aires, elegimos a Ringo Bonavena como símbolo y eje. Y también que identifique a los Massacre dentro del rock nacional, aquello que era Ringo dentro del boxeo”.

"Con respecto al universalismo, todo lo capitalista, lo imperialista y lo sajón y demás, está tan a punto de ser derribado que ya descreo de ese mito que decía que todo lo estadounidense es mejor. Tenemos tanto o mejor cultura que en esos lugares. Hasta en el nivel bursátil se les cayó la careta, es el símbolo de que el imperio se viene abajo. En vez de homenajear a un tipo que está a diez mil kilómetros, prefiero homenajear a mi primo, que vive a dos cuadras de mi casa y se llama Ringo Bonavena”.

Al principio fue una presión el hecho de intentar igualar. Después nos dimos cuenta que podíamos estar a la altura, de convocatoria, de ventas, más allá de lo musical. Ringo es como la defensa del título.

El después del disco Mamut, otro discazo lleno de temas arrasadores, llega Ringo para subirse al ring y pelear por el título mundial. “Al principio fue una presión el hecho de intentar igualar. Después nos dimos cuenta que podíamos estar a la altura, de convocatoria, de ventas, más allá de lo musical. Ringo es como la defensa del título. Con Mamut llegamos, y Ringo tiene la idea de mantenernos ahí, donde llegamos con Mamut”. Y vaya si lo lograron. Ringo se convirtió en un disco casi perfecto, desde la composición, los arreglos, la elección de los temas, la tersura de las letras y los momentos rockeros y melodiosos.

“Los Carajo nos ayudaron mucho, en los trabajos con las baterías y los bajos. La pasamos bárbaro grabando. Probamos cuatro baterías y diez redoblantes. Y ahora nos damos esos lujos de poder hacerlo”.

La definición de lo que significa Massacre a nivel musical puede ser tan simple como compleja, quizá es así como sucede con las cosas que valen la pena desentrañar. "Tenemos una mistura de licuadora, con clasicismo y vanguardia, rock y psicodelia, surrealismo y cosas de entrecasa. The Who y Beatles, mezclado con Sonic Youth y Radiohead". Así nomás, así de simple y complejo. Así de sencillo y entretejido.

Muerte al faraón. "Es una especie de himno a las nuevas generaciones sin miedo. A los nuevos militantes, que hay ahora y que surgieron sin el miedo. Esto es a diferencia de mi generación que surgimos con miedo a todo: a los milicos, al patrullero, al sida, a la iglesia católica. Hoy los pibes de 18 años se le plantan al director del colegio, al intendente, al jefe de gobierno o a lo que sea y le dicen: Loco, si no me ponés una estufa en el colegio, lo tomo hasta que eso pase. Y esa es la revolución, el poder que tienen ellos en sus manos para subvertir las cosas, para cambiarlas".

Para mediados de este año, los Massacre ya preparan nuevo disco, mientras siguen bebiendo de las mieles de Ringo.