Los empleados de la fábrica Natale Sacifi perdieron sus trabajos a principios de marzo, y comenzaron una lucha que parece ser sólo el principio.
El caso de los trabajadores de la fabrica de puertas placa Natale data de varios meses cuando comenzó una supuesta crisis económica atravesada por los dueños de la empresa que alegaban no poder pagar los sueldos correspondientes ni saldar sus deudas. Los accionistas de Natale SACIFI son: Ernesto Silvio Nicolino, presidente de la empresa; y las firmas ARGUAY Y FAISAN, pertenecientes a Fernando Oscar Santos.
Elsa Silva, empleada administrativa de la fábrica, describe cómo comenzaron los problemas a finales de 2013. "Este último tiempo tuvieron problemas con las chapas que son de importaciones, había ventas pero nosotros no teníamos materia prima. Entraban pedidos y ellos no mostraban voluntad de solucionar el problema como lo hacían las otras fábricas, se fue haciendo demasiado denso hasta que un día nos dieron las vacaciones y cuando volvimos notamos que el problema se profundizó aún más".
Los vaciadores no se responsabilizan por los hechos impidiendo que los 14 trabajadores cobren los sueldos atrasados. Las respuestas por parte de los empleadores eran evasivas y falsas; cuando el tema a tocarse era dinero ofrecían números que lejos estaban de lo pretendido por los empleados. "Hicieron todo de forma ilegal y encima estuvieron llevándose maquinas, vaciando la empresa y vendiendo en puerta a los clientes cobrando en efectivo sin que nosotros nos diéramos cuenta", relata Elsa.
A fines de marzo realizaron una marcha en la puerta de la fábrica con el apoyo de distintas agrupaciones políticas y del sindicato de la madera (U.S.I.M.R.A); quienes se solidarizaron con la causa, y a mediados de mayo se realizó un festival en apoyo de los empleados para visibilizar el sufrimiento de familias que continúan esperando una solución.
Elsa, al igual que sus compañeros, plantea la idea de formar una cooperativa aunque en primera instancia quieren continuar luchando por lo que les pertenece. “Permaneceremos dentro de la fábrica para que no se sigan llevando cosas y esperaremos para ver si hay algún diálogo. Si no recibimos respuesta y no podemos arreglar ningún acuerdo con ellos, la idea de formar una cooperativa puede ser más concreta”, anuncia.
Este conflicto parece estar atravesando solamente el principio ya que tanto el dueño de la empresa como los grupos inversores no dan una solución real a esta problemática y los trabajadores seguirán defendiendo sus derechos y fuentes laborales.
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