"Estamos volviendo a una etapa que creÃamos superada"
Hernán Zyseskind21 de enero de 2017
Claudio Morresi, ex secretario de Deportes y militante de Derechos Humanos, lamenta el retroceso del paÃs en esa materia y es autocrÃtico: "No puede ser que después de 12 años no tengamos un canal de expresión comunicacional real, concreto, ideológico y no de acuerdo al interés comercial de un mecenas".
El centro porteño es agobiante a las cinco de la tarde. El verano golpea caluroso el andar de la multitud que camina frente al Bauen. Claudio Morresi llega a nuestra redacción. Pide un vaso con agua, se sienta, deja el libro “El hombre que supo” de Mario Wainfeld sobre el escritorio y comienza a hablar: “En el ascensor me preguntaron cómo estoy. Y yo quisiera decir bien pero... (hace una pausa) la verdad que no estoy bien, no lo estamos. Ante el avasallamiento que se fue dando uno esperaba más respuestas. Estuvo la marcha del 24 de marzo, la de la CTA, por ejemplo, pero uno esperaba que algunos referentes de la misma CGT, de algunos otros sectores y ni que hablar de algunos diputados del FPV tuvieran otro tipo de respuesta ante el grado de avance que ha tenido la derecha avasallando muchÃsimas cosas”. Esas son las primeras reflexiones de quien, además de haber sido un exquisito futbolista, fuera Secretario de Deportes de la Nación durante casi diez años. “Perdón, yo llegué y me largué a hablar”, se disculpa sin necesidad, ya que justamente una de las preguntas era ésa:
¿Cómo llevás este presente?
Uno está militando, donde no hay permiso para la tristeza ni para el bajón. Milito en la agrupación Kolina y, además, en Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones PolÃticas, al lado de personas que hace 40 años que están luchando. Entonces uno no se puede dar el permiso de decir que no anda bien. Uno la ve a Lita Boitano con sus ochenta y pico de años, que viajó a Jujuy y que dice “es increÃble, estamos haciendo lo que hacÃamos hace 40 años, yendo a los organismos internacionales a denunciar que en Argentina hay presos polÃticos”. Una etapa que se creÃa totalmente superada y que hoy vuelve.
Si te llevamos a diciembre de 2015 ¿Imaginabas este escenario?
No lo imaginaba porque pensaba que iba a haber una reacción en la Cámara de Diputados, en forma conjunta, de todos los que de alguna manera habÃamos caminado juntos logrando las conquistas.Esperaba una reacción en ciertos lugares de la sociedad, con ciertas agrupaciones, movimientos sociales que iban a responder fuertemente y que iban a hacer que no hubiera la cantidad de despidos que hubo, ni el endeudamiento que se generó o que se sostuviera la Ley de Medios. Pero bueno, todos estos hechos sucedieron y también es cierto que ahora viene, a partir de lo sucedido con el Ministro de EconomÃa, la polÃtica real y completa de lo que piensa la derecha argentina. Intentaron hacer algo y no les terminó cerrando y ahora vienen la cantidad despidos que tienen que venir u abren las importaciones. Y con lo relacionado al deporte, la promesa de campaña de Fútbol para Todos se termina porque al presidente Macri le cierra que existan sociedades anónimas y le cierra que el fútbol lo maneje un grupo mÃnimo de clubes que sean los que de alguna manera, rompen con la historia y tradición de nuestro fútbol.
Macri ganó en los sectores más populares ¿Qué análisis haces al respecto y qué autocrÃtica?
Tal vez es cierto que uno pensaba esas cosas desde una mirada optimista. Cuando vos analizás el mapa de Latinoamérica, ves que lo que nos pasa a nosotros también sucede en Brasil y otros lados. Como que hay un sector de la sociedad a la que tal vez no le alcanza con lo que vos hiciste y no pudiste hacerle ver la realidad, de nuestra verdad relativa, y ese porcentaje de la sociedad te termina definiendo una elección. Será un 15 o 20 por ciento de la sociedad. Convengamos que la derecha tiene un porcentaje y los sectores populares tienen otro. No me cabe duda que cuando vos ves el final del partido, decÃs: “Hicimos 3 goles pero terminamos perdiendo porque nos metieron un gol en un córner con pelota parada”. Esto lo pongo como un ejemplo simple para dar a entender que volviendo al poder no podemos cometer los errores que cometimos como que, después de doce años, no tengamos un canal de expresión comunicacional que sea real, concreto, ideológico y no de acuerdo al interés comercial de un mecenas que dijo vamos a poner plata acá.
Sentimos que la Ley de Medios por un lado se quedó a mitad de camino y por otro la pelea frente al grupo ClarÃn desvió el foco y dejó en manos de otros empresarios la posibilidad de ayudar al crecimiento de muchos otros medios. Tipos que además hoy dejaron a cientos de trabajadores de prensa sin laburo.
Uno de los mayores logros fue desnudar a los diferentes poderes que hay. Hoy la gente sabe que ClarÃn es lo que es o lo que es el mundo financiero. Estoy leyendo este libro de Mario Wainfeld y volviendo a la historia, me pregunto “¿Cómo pasó esto?”. Evidentemente será una experiencia para quien gobierne en otro momento y tendrá que ver con sugerencias populares que esto no vuelva a suceder.
Parece lejos eso.
SÃ, parece lejos pero un compañero decÃa que el 16 de octubre nadie pensaba que el 17 de octubre iba a pasar lo que pasó. Hay momentos en la historia que suceden cuando vos no lo esperás. Lo que es sorprendente es cómo la derecha logró atrapar el voto de un sector de la sociedad que no la puede acompañar porque va en contra de sus intereses. Siempre voy al barrio Zavaleta y veo el grado de decadencia que ha tenido ese sector social en la Argentina en este tiempo. En el laburo, los ingresos, la educación, la violencia, la contención.
La realidad en las villas, justamente, es una de las cosas que no cambiaron.
SÃ, pero hubo un plan de vivienda que fue muy grande. Se construyeron muchas viviendas, eso es innegable.
Diecisiete años tenÃa Norberto Morresi ese 23 de abril de 1976 cuando fue secuestrado y asesinado, algo que recién se confirmó en 1989 cuando su cuerpo -con seis tiros en la cara- apareció como NN en el cementerio de General Villegas. Era militante de la Unión de Estudiantes Secundarios. Ese dÃa, Claudio tenÃa que jugar para las Inferiores de Huracán. Para tranquilizarlo, antes del partido su tÃo le dijo que Norberto habÃa aparecido. A partir de este hecho Claudio, que con el tiempo se transformarÃa en un futbolista reconocido, también buscó seguir la senda de militancia de su hermano y su padre.
Desde tu historia y por ser parte de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Cuestiones PolÃticas, ¿cómo ves y qué es lo que más te preocupa de la actual polÃtica de Derechos Humanos?
Desde ya que haya una presa polÃtica rompe con el posicionamiento mundial que tenÃa Argentina con respecto a los derechos humanos. Después hay una situación donde uno cree que producto de ese mismo respeto internacional, de la potencialidad que tienen esos organismos, hay ciertas cosas que tal vez el gobierno quiere hacer y no ha podido. Han desfinanciado, han quitado programas pero en su imaginario, de acuerdo a su ideologÃa, serÃan mucho peor las cosas que ellos quisieran hacer.
¿Qué cosas temés que puedan hacer?
La realidad es que a estos personajes que están gobernando solo les interesa lograr una sociedad bien desigual. Mi temor es que haya una reacción social, donde haya pérdidas de vidas. Una dictadura es una dictadura, pero los partidos polÃticos que ganan una elección democráticamente no se tienen que manchar las manos con sangre. Los derechos humanos defienden a la gente pero también a la envestidura de un voto popular, por más que no estemos nosotros gobernando.
El “algo habrán hecho” con este Gobierno parece volver a ser la mirada del Estado.
Seguramente algo habrán hecho. Los que desaparecieron algo hacÃan, militaban, buscaban un mundo más justo, una Argentina más solidaria, en un momento de una violencia que se instaló en el paÃs y que el terrorismo de estado creó un instrumento y una máquina represiva que terminó en tres mil, cinco mil, nueve mil, 30 mil o 40 mil desaparecidos. Cuando uno dice esto, busca que las nuevas generaciones sepan lo que sucedió para que no se vuelva a repetir. En el edificio de Familiares que tenemos en la ex Esma, creamos un espacio de deportes, donde hay un recorrido relacionado los deportistas desaparecidos.
Estuviste casi diez años al frente de la SecretarÃa de Deportes ¿Qué balance hacés de tu gestión?
Destaco las leyes votadas para los Juegos Evita y el Enard. Los primeros años era un desastre porque no tenÃamos presupuesto y hubo que organizarse cómo podÃamos pero con el tiempo pudimos plasmar esos proyectos que se convirtieron en leyes. Hoy me siento preocupado porque me enteré que va a haber más despidos, que es lógico si vemos que el gobierno busca que no haya participación del Estado en programas que de alguna manera le dan respuestas a la sociedad. Cuando empezaron, sacaron un programa que se llamaba “Promotores deportivos” y dejaron sin laburo a una serie de compañeros. Lo más tremendo fue que habÃa jóvenes que se capacitaban con estos profesoresque hacÃan diferentes actividades deportivas en los lugares más carenciados. AsÃ, cientos de esos pibes se quedaron sin el programa y sin capacitarse. Y miles sin la actividad deportiva organizada y contenida. Ahora todo lo que habÃamos armado lo sostuvieron con el Enard, eso posibilitó que Argentina pueda hacer la mejor actuación olÃmpica después de 60 años. Una preparación olÃmpica lleva no menos de tres años y con la creación del Enard los deportistas pudieron entrenar con todo lo necesario para dar su potencial. Y también sostuvieron los Juegos Evita debido a una gran presión del interior del paÃs.
¿Y el trabajo del actual secretario, Carlos Mac Allister?
Al Colorado no lo quiero criticar. Me parece que tiene buen trato con la gente que trabaja pero vos necesitás de polÃticas y también tenés que ir a pelearte por lo tuyo. Dentro de Educación no hay un programa que se haya implementado para los colegios. En un año de reuniones no implementaron nada. El apoyo a los clubes de barrio salió cuando explotó todo por los tarifazos, con el gran problema que le meten ciertos requisitos a clubes del conurbano o del interior de Formosa que no tienen la documentación necesaria. Primero, no les aumentes las tarifas como lo hicieron. Y segundo, deben buscar la forma para darle soluciones. Este año ejecutaron el 27 por ciento del presupuesto, demostrando una gran desidia, incapacidad o tal vez tenga que ver con una ideologÃa. El presupuesto que te dan, que sale de los impuestos de la gente, tiene que regresar a la gente en obras o programas. Porque al año siguiente no se te acumula lo que no gastaste, eso lo gastó otra área del estado que no sabemos cuál es.
Respecto a la función pública, y más allá del aprovechamiento polÃtico-mediático que hace el Gobierno, cómo te afectan los hechos de corrupción que salen a la luz del gobierno anterior.
Con tristeza y bronca. Sé que ese tipo de gente tiene que pagar como corresponde, porque son miles los compañeros que fueron funcionarios y han manejado dinero y siguen viviendo en el mismo lugar y tienen los mismos principios de antes de asumir una función. Los que hicieron eso que paguen. Yo siempre le digo a los compañeros que cuando volvamos, al que le dieron 10 años, le vamos a dar 15. Que esto quede claro, porque lo conocÃ, yo no creo que Néstor Kirchner haya armado un andamiaje para esto. Néstor ni zapatos se compraba, toda su vida era la militancia. Sà creo que hubo algunos que han hecho lo que hicieron y deben pagar.

"CreÃamos que Nunca Más pero el Gobierno está desaforado"
Después de la recrudecida represión de este jueves, Norita Cortiñas, luchadora incansable, hace un análisis de la situación del paÃs y de la violencia de un Gobierno que se atribuye la paz pero le hace la guerra al pueblo.

Fasinpat, la hora de una nueva etapa
Los trabajadores de la ex Zanón consiguieron el objetivo de quedarse con la fábrica. Sin embargo, aún les falta el equipamiento necesario.

El hombre que siempre está volviendo del trabajo
Ramón arrancó a laburar a los 12 y no paró hasta la malaria de 2001, cuando entró en crisis y solo pudo salir adelante cuando conoció al cooperativismo. La honesta historia de una persona que quiere trabajar y un paÃs que a veces lo deja y a veces no.