Fasinpat, la hora de una nueva etapa

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21 de agosto de 2014

Los trabajadores de la ex Zanón consiguieron el objetivo de quedarse con la fábrica. Sin embargo, aún les falta el equipamiento necesario.

La lucha por la fábrica sin patrones se cumplió. Costó una década. La puja por implementar un modelo de gestión obrera, horizontal y colectivo fue el objetivo que persiguieron durante años los trabajadores de la ex Zanón. Pero en el medio quedó relegada la producción de la fábrica, las inversiones necesarias para renovar maquinarias y la compra de nueva tecnología para no dejar de competir en el mercado de los cerámicos.

El silo de producción de cerámicos es uno de los pocos artefactos que se mantiene en pie y pleno funcionamiento.

En cambio algunas líneas de producción presentan averías. Los obreros de la fábrica explican que los problemas ocurren principalmente por el tiempo de las maquinarias y por la falta de mantenimiento que no se realiza por la falta de recursos. Marcelo Villablanca, obrero y dirigente del sindicato Ceramista, explicó que muchas maquinarias siguen en funcionamiento porque los mismos trabajadores las reparan o les cambian los repuestos.

Desde que obtuvieron los papeles finales de expropiación, la gestión obrera inició los trámites para un crédito de 20 millones de pesos que permita la renovación tecnológica.

Fotos: Renato Ammann

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