“Es difícil enfrentarse a las fuerzas de seguridad con una Justicia que te ningunea”
por Revista CítricaFotos: Agustina Salinas
18 de febrero de 2022
La hermana de Nicolás Vázquez, joven asesinado por un policía de la Bonaerense en 2013, cuenta cómo fue que le plantaron un arma a su hermano y quisieron simular un enfrentamiento. El efectivo Amarilla se pasó 5 años prófugo y recién ahora debe enfrentar un juicio. Una familia que soportó amenazas, encubrimientos e impunidad.
Por Anahí Vázquez*
“El 25 de septiembre del 2013 mi hermano estaba con dos amigos en el centro de Lanús buscando trabajo, fueron a dejar un CV a un McDonald's. Después de eso Nico entró a un local, se probó una camiseta, cuando salió sonó una alarma y el policía Héctor Alejandro Amarilla -que estaba de custodiando el lugar- empezó a perseguirlo.
Mi hermano se asustó y corrió, y el policía le pegó dos tiros para inmovilizarlo. Cuando se acercó, Nicolás levantó las manos diciendo que no tenía nada y Amarilla le dio otro tiro en el cuello para quitarle la vida en el acto.
Amarilla se alejó y se disparó a sí mismo un tiro en una pierna, para simular un tiroteo, luego regresó al lugar cuando ya habían llegado más policías y tardó una hora y media en ir al hospital que está a siete cuadras. Cuando se presentó lo hizo con un arma plantada y su arma reglamentaria. Dijo que había sido un enfrentamiento y que Nicolás era el jefe de una banda que se dedicaba a robar.
Nicolás no tenía ningún arma, el asesino de mi hermano le quiso plantar una. Cuando se realizó la pericia se encontró al dueño del arma, que era otro oficial de zona sur que había denunciado el robo de su auto donde también le robaron su arma. Además, la pericia de dermotest que se realizó a Nico dio negativo y tampoco había resto de pólvora en su ropa.
Amarilla asesinó a seis personas durante los años que ejerció como policía, son casos que quedaron en la nada
Durante el primer año de investigación se analizó la filmación de las cámaras de seguridad del lugar con los testimonios y el tribunal determinó la detención de Amarilla pero ya se había dado a la fuga. Yo sabía que estaba en Paraguay y que iba y venía con total impunidad por el gran encubrimiento que tuvo todo ese tiempo. Estuvo prófugo durante cinco años.
Durante todos estos años me amenazaron de muerte para que me callara, había patrulleros merodeando la puerta de mi casa. Cuando salíamos a hacer escraches la policía nos controlaba. Recibí amenazas de perfiles de Facebook truchos y también me llamaban al teléfono de mi casa.
Amarilla asesinó a seis personas durante los años que ejerció como policía, son casos que quedaron en la nada seguramente porque las familias no tuvieron las herramientas para denunciar. Es muy dura la lucha que hay que dar en estos casos, hay que tener mucha constancia y es difícil enfrentarse a las fuerzas de seguridad con una Justicia que te ningunea y te humilla constantemente. Esperamos este juicio después de tantos años de lucha porque exigimos justicia por Nicolás.”
* hermana de Nicolás Vázquez, quien desde hace nueve años lucha por conseguir justicia tras el asesinato de su hermano en manos de la Policía Bonaerense, Nico tenía 18 años.
Cronología de la violencia estatal durante la cuarentena
Van cinco meses de aislamiento social, preventivo y obligatorio. Y en todo este tiempo, a lo largo y ancho de la Argentina, la represión de las fuerzas de seguridad se incrementó a la par de los contagios. Apenas un ejemplo: según informó la Comisión Provincial por la Memoria, solo en junio, la Bonaerense mató a una persona cada 40 horas. En total fueron 18 asesinatos, la mayoría de varones, jóvenes y pobres.
Esa llamita contagiosa que nunca se apaga
Cuatro jóvenes perdieron la vida en la Masacre de Monte. Las versiones oficiales, los encubrimientos de la Policía Bonaerense y la espectacularización mediática no pueden con un pueblo que reaccionó en las calles. Pibes y pibas que denuncian la persecución y los abusos de las fuerzas de seguridad y exigen justicia por Danilo, Aníbal, Gonzalo y Camila.
¿Qué pasa si la Policía te mata a un familiar?
Detrás de cada asesinato por represión estatal, decenas de personas viven un infierno y solo piden justicia. Maga Morales, Lucas Verón, “Caniska” Bravo: repetir sus nombres es la mejor forma de acompañar las luchas de quienes les amaron.