Una de las patas más fuertes de la Economía Popular desplegó unas 10 mil personas para reclamar el cese de la represión en la Ciudad y mejores condiciones laborales para una labor fundamental en el cuidado ambiental.
En una semana con las calles de Buenos Aires ganadas por los sectores más empobrecidos y perjudicados por el contexto económico, hoy se multiplicaron en la zona sur de la ciudad los rostros cartoneros. Alrededor de 10.000 personas nucleadas en la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR) se movilizaron a Parque Lezama para hacer llegar sus reclamos a la Dirección General Operación de Reciclado (DGOR), un área dependiente del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana.
La semana pasada hubo represión de la Policía de la Ciudad y 13 detenidxs en una movilización al mismo lugar, cuando distintas cooperativas cartoneras se acercaron a protestar por descuentos arbitrarios en los haberes que cobran de parte del Gobierno de la Ciudad por sus tareas. “El nivel de violencia policial no se veía desde la dictadura: hubo compañeras que se hicieron pis en los camiones policiales después de estar detenidas durante 10 horas”, dice Jonatan Castillo, uno de los referentes de la Cooperativa Mundo Reciclado, que forma parte de la FACCyR y la UTEP. Todas las personas fueron liberadas horas después de su detención debido a la presión de sus compañerxs en la calle.
¿Cuál es el valor del trabajo cartonero en la Ciudad? Jonatan, que forma parte de la inmensa Patria Cartonera (unas 200 mil personas en todo el país), lo tiene clarísimo: “Nuestro trabajo permite que el planeta, nuesta casa común, viva más tiempo. Somos los factores principales del cuidado ambiental, porque al recuperar materiales logramos que se reduzca, por ejemplo, la producción de pétroleo, plástico y otros materiales contaminantes”.
En el distrito que gobierna el Pro con sus variantes desde 2007, hay unas 13 cooperativas que proveen servicios y que abarcan un universo de más de 10 mil trabajadorxs de la economía popular: promotoras ambientales, recuperadores, choferes de camiones y técnicos que trabajan en los centros de acopio, entre otras tareas.
Ninguna de estas personas, explica Jonatan, gana más de 65 mil pesos al mes. “Hoy la canasta básica no baja de los 80 mil pesos, nuestros sueldos están recontra atrasados”, dice Jonatan.
Con la inflación comiendo los bolsillos de compañeros y compañeras, el mes pasado el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta decidió aplicar descuentos de hasta 80 por ciento. Por eso la bronca de la semana pasada y la réplica de hoy (mucho más masiva) a Parque Lezama, donde funciona en la antigua fábrica Canale la DGOR que conduce Lucas Llaurado. Entre los temas que las cooperativas exigen, está la reapertura de paritarias, que se cerraron tardíamente en 2021 (“con otra inflación”).
También tienen reclamos al Gobierno Nacional, por el aumento de la importación de celuloso y papel. “Es innecesario, porque el papel se puede recuperar y genera trabajo para los compañeros”, dice uno de los participantes en la numerosa convocatoria que llenó de color y sonidos las inmediaciones del Parque Lezama.
Sergio Sánchez, presidente de la Federación de Cartoneros, expresó en un comunicado difundido tras la movilización: “Todas las cooperativas y organizaciones reunidas les queremos hacer saber que somos los cuidadores del ambiente, aunque ellos no lo reconozcan. Como siempre lo hicimos, vamos a seguir peleando por los derechos de los trabajadores y por el reconocimiento que merecemos”.
El resultado del despliegue cartonero fue, según el mismo comunicado, el compromiso del Gobierno porteño de “reintegrar el pago de los salarios la próxima semana y abrir una mesa de negociación para apertura de paritarias y mejoras en los centros verdes”.
“Seguimos en estado de alerta y movilización, porque no somos planeros, somos trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular”, expresa orgulloso Jonatan. Solamente su cooperativa involucra en 21 provincias argentinas a unas 4.000 personas. Una pequeña porción de la inmensa Patria Cartonera que conforma una de las patas más fuertes de la Economía Popular.
Un mundo de cartón y dignidad
El barrio de Constitución fue la sede de un encuentro global de recicladores y recicladoras en el que compartieron seis jornadas de trabajo para conocer cómo se gestiona la Economía Popular en Argentina, intercambiar saberes y trazar una hoja de ruta común que les permita pelear por sus derechos sin distinción de fronteras.
Los dilemas de San Cayetano
Trabajo, fe y peronismo. Planes, pan, paz, tierra, Dios, techo, los evangélicos. Los problemas de querer hacer en esta época, las esperanzas y una agenda para ampliar derechos en esta nueva marcha que fue de Liniers a Plaza de Mayo.
La producción popular es la real solución
El Gobierno Nacional imputó a las grandes empresas de alimentos por no incrementar su producción para el consumo local. ¿Ese es el camino para abastecer al mercado interno? ¿No sería mejor probar con alentar la producción de familias productoras, cooperativas y pequeñas empresas?