Aquí la primer crítica de la competencia oficial. Un documental- ficción brasileño muy particular con unos personajes entrañables.
Una mujer quita una sabana, se acuesta, se tapa con una frazada. A su lado, un hombre se acuesta y se tapa con otra frazada. Con simpleza, que en este caso es sinónimo de maestría, las imágenes en movimiento,-el cine- nos ha contado que la pareja está en crisis. Luego vendrán una sucesión de escenas intercaladas por la belleza natural de la periferia de Belo Horizonte y las aún más bellas baladas del norte brasileño que nunca pasarán por una radio de Buenos Aires. El hombre trabaja y va a reparar una heladera. La mujer va al supermercado. Aparecen los hijos. Trabajan, viajan y ven juntos videos de Youtube. Piensan en la casa propia. Piensan en la separación de sus padres y se entristecen. En una sociedad en la que aún parece haber miedo a la separación. La mujer viaja. El hombre juega el fútbol. Hablan sobre refaccionar la casa. A veces la película ganará en ritmo, otras veces la escena se volverá demasiado larga y el espectador perderá la atención. Los hijos, Nato y André, que es también el director del film y él que decidió ficcionalizarlo toman más protagonismo, más del que merecen: sus padres son demasiado encantadores. Si no están en la pantalla se los extraña y mucho.
Con los padres en pantalla, cantando una canción, regando las plantas, conversando con otros personajes o lo que sea, la película es pura sutileza. Sus pensamientos, sus sentires no se expresan con palabras. La crisis de la pareja está ahí sin tener que ser remarcada. Llega la belleza de las cosas simples. Mientras los matrimonios, los vínculos, los sueños, la economía y la política están en crisis, pero no se tendría que opacar lo bello del vivir.
Ela Volta Na Quinta es agridulce pero a medida de que su lento metraje va avanzado se va volviendo más dura y pierde su registro documental por uno más ficcional, que no convence y causa un dolor innecesario. Duele por larga. Duele cuando se lastima sin necesidad. Pero tampoco un final con poco tacto puede hacer olvidar la sutileza de las acciones y los diálogos de una pareja entrañable que tras 38 años de casados atraviesa una crisis. Duele como una separación, como algo que se quiebra. Algo que tampoco es bueno ni malo.

Sácame a pasear
El film ecuatoriano, que se presenta en el Bafici, nos invita a descubrir la historia de dos adolescentes enamoradas. Como trasfondo: el despertar de la identidad sexual en una sociedad prejuiciosa.

Un BAFICI latinoamericano y minimalista
La edición número 18 del Festival de Cine de Buenos Aires tuvo más presencia que nunca de la Patria Grande. Los premios reconocieron a una forma de narrar con escaso diálogo e imágenes muy poderosas.

“El cine actual se convirtió en un mercado persa”
Raúl Perrone es uno de los directores más prolíficos del país. Reconoce que tiene una “enfermedad”: no puede parar de filmar y editar. Dice que no desperdicia el tiempo haciendo story boards ni yendo a reuniones para buscar financiación extranjera. Y que por eso, todos los años estrena films. Una inmersión a su mundo de autogestión, poesía y austeridad.