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100 años de la radio: ahí también faltan mujeres

por Revista Cítrica
07 de septiembre de 2020

De acuerdo al relevamiento de la productora Nos Quemaron por Brujas, el 78 por ciento de las personas que conducen son varones. Radiografía de un reparto inequitativo en los programas más escuchados de la Ciudad de Buenos Aires.

La productora de contenidos Nos Quemaron por Brujas, que lleva adelante un informe periódico sobre cómo se reparten los roles en los programas más escuchados de la primera mañana en radios AM y FM de la Ciudad de Buenos Aires, volvió a exponer que la participación de mujeres y feminidades en la conducción disminuyó al 22 por ciento. El 78 por ciento de las personas que conducen son varones.

En el estudio, los roles analizados fueron conducción y co-conducción, locución, móvil, producción, coordinación de aire, operación, humor y las columnas de política, economía, deportes, cultura y espectáculos, y de temas policiales y judiciales. En rasgos generales, la oleada de feminismos no tuvo su correlato en el éter, donde mujeres, lesbianas, travestis y trans están, pero en una clara minoría.

El informe, titulado “Faltamos en la radio 2020”, se produce en el año en que la radio cumple su primer centenario: fue el 27 de agosto de 1920 cuando se realizó la primera transmisión desde el Teatro Coliseo de Buenos Aires. 

Un aspecto positivo: se ganó terreno en el humor. Si bien la mayoría de quienes llevan adelante esos segmentos son varones (80 por ciento), hay presencia de mujeres (10 por ciento) y de mujeres trans (10 por ciento).

El nuevo relevamiento de Nos Quemaron por Brujas examinó cómo se repartieron los roles en los programas de la primera mañana más escuchados de las radios AM y FM, según Kantar Ibope. Fueron analizados, mediante la escucha y consultas a los equipos de las emisiones: Cada Mañana (Radio Mitre, 6 a 10), Doman 910 (Radio La Red, 6 a 9), Mañana Sylvestre (Radio 10, 6 a 9), Caími a las 6 (AM 750, 6 a 9), Buen día Continental (Continental, 6 a 9), Todos juntos (Rivadavia, 6 a 9), Una mañana de estas (990, 6 a 8), El club del Moro (La 100, 6 a 10), Aspen Express (Aspen, 7 a 10), El despertador (Radio Disney, 6 a 9), De acá en más (Metro, 6 a 9), Despierta corazón (POP Radio, 6 a 9), Reloj de Plastilina (Mega, 6 a 9) y Fórmula Los40 (Los 40, 7 a 10).

El informe destaca que aumentó a un 90 por ciento (contra un 82, comparado con el relevamiento de 2017) la cantidad de mujeres y feminidades en la locución. También se ganó terreno en lo que concierne al humor: este año, si bien la mayoría de quienes llevan adelante esos segmentos son varones (80 por ciento), hay presencia de mujeres (10 por ciento) y de mujeres trans (10 por ciento). La paridad se logra únicamente en el ámbito de la calle: los móviles quedan con 50 por ciento de presencia femenina y 50, masculina.

Sin embargo, en lo que respecta a deportes y operación técnica, hay una llamativa ausencia de feminidades. A pesar de conocer numerosas experiencias de periodistas especializadas en deportes y técnicas para la operación, en los programas analizados no se contabilizó a ninguna ni ningune: cero por ciento.

A pesar de conocer numerosas experiencias de periodistas especializadas en deportes, los programas más escuchados no tienen mujeres en esa área

Por el contrario, en las columnas de política y economía sí hubo modificaciones respecto de 2017: en la primera hay una mayor participación femenina, alcanzando el 67 por ciento (contra el 14 por ciento de hace tres años). En materia económica, mientras en el primer
informe había nula participación femenina, ahora aumentó hasta alcanzar el 20 por ciento. Cultura y espectáculos tienen una mayor prevalencia femenina, alcanzando el 70 por ciento, mientras que en 2017 este número era inferior: 43 por ciento.

El informe de Nos Quemaron por Brujas ofrece una explicación con argumentos de por qué es necesario ponerle la lupa a esta injusta repartición de voces: “No podemos negar que los medios de comunicación producen y reproducen estereotipos. También que tienen gran poder para fijar opinión. En este sentido, cuando no se calzan las lentes violetas -es decir, cuando no miran desde los feminismos-, de una u otra forma favorecen la violencia simbólica (tipificada en la Ley 26485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que desarrollen sus Relaciones Interpersonales). Entonces, ¿qué sucede cuando nuestras voces no circulan por los micrófonos como trabajadoras de esos medios? ¿Cómo repercuten nuestras ausencias en las mentalidades de las y les oyentes? Esas faltas, ¿no impactan negativamente en las posibles elecciones de las y les estudiantes a la hora de elegir sus carreras?"

Y concluye: "El reparto inequitativo de roles desfavorece las condiciones de vida de mujeres, lesbianas, travestis y trans que deseen desarrollarse en ellos; siempre alentando su participación para favorecer los derechos laborales, pero también el de las audiencias, y para construir una sociedad sin estereotipos donde quepamos todes".