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Yala Laubat: el pueblo sin agua que no se deja extorsionar por la megaminería

por Revista Cítrica
Fotos: Luan Colectiva Fotográfica
21 de diciembre de 2021

La aldea, ubicada en la zona de Chubut donde se pretende instalar la megaminería, fue dejada sin agua por el gobierno provincial y se resiste a los embates y a las "donaciones" de la Pan American Silver.

En Yala Laubat hoy falta lo más preciado: el agua. Pero sobra el orgullo. ¿Por qué falta el agua? Porque el pueblo se abastecía con agua potable de la cuenca hídrica Sacanana mediante una vieja perforación de ocho metros de profundidad, pero se secó de manera abrupta y el gobierno envió una máquina perforadora vieja que se rompió en el momento en el que se puso a trabajar en septiembre. Desde entonces Yala Laubat recibió agua trasladada desde la localidad de Laguna Salada. ¿Por qué sobra el orgullo? Porque quienes habitan la aldea, al enterarse de que los camiones los pagaba la empresa minera Pan American Silver, decidieron rechazarla e iniciar una colecta para recaudar fondos para una nueva máquina perforadora. No quieren ayuda de quienes les están robando el agua y así se lo explicaron al intendente y al viceintendente de Laguna Salada a través de una carta.

“Ustedes se desligaron de su función de resolver esta situación con medios de la provincia, no de la empresa minera; y pasar sobre nuestra postura llevando gente de la empresa a nuestra comunidad y pidiendo que paguen el flete para el traslado del agua, agua que la empresa nos está saqueando en toda la meseta hace años”, denunciaron los pobladores y las pobladores de Yala Laubat.

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“Una vez más rechazamos que sea la empresa quien resuelva los problemas de nuestra comunidad. Esperamos que les quede en claro cuál es la dignidad de esta comunidad y se abstengan de volver a intentar meter a la empresa en nuestro territorio”, exigen las 18 familias que habitan la comunidad indígena ubicada en el centro de la Meseta chubutense, el lugar que la zonificación minera (votada por la Legislatura de Chubut y derogada por la presión popular) convertiría en una zona de sacrificio para la megaminería.

Las personas que habitan estas tierras sin agua confiaban en que el pueblo les salvaría. Y así fue. Mabel es una de esas personas: “Estábamos seguros que la gente iba a pronunciarse con un no rotundo al proyecto de zonificación minera. Tenemos la gran noticia de que el pueblo salió a las calles pese a ser reprimido, violentado y  golpeado. Siguió firme y se logró la derogación de una ley que significaba saqueo, muerte y contaminación de nuestros territorios. Y que además les negaba el futuro a las generaciones venidera. Nos sentimos muy acompañados y formamos parte de la resistencia”. 

 

 

Sin embargo la lucha no termina. La Pan American Silver invirtió según el observatorio minero Mining Watch 30 millones de dólares entre 2013 y 2019 en la provincia de Chubut y probablemente aumente la inversión para continuar con el lobby y la campaña mediática a favor de un plebiscito a favor de la minería que el pueblo rechaza porque exige el tratamiento de la Iniciativa Popular (IP), una ley propuesta por las asambleas y firmada por más de 30 mil personas, durante la pandemia, para prohibir por completo la megaminería y cancelar la posibilidad de zonificaciones. “Para que nuestra provincia sea libre de la megaminería tenemos que continuar luchando y pidiendo que se apruebe la IP (Iniciativa Popular), que este Gobierno tan corrompido por las empresas multinacionales megamineras nos ha rechazado dos veces. Esta vez tenemos la oportunidad de cambiar eso”, asegura Mabel. 

Lolo viajó desde Yala Laubat a Rawson para participar de las marchas contra la zonificación: "Quiero agradecer a todo el pueblo de Chubut que se puso de pie en defensa del agua, del territorio y de la vida. Pero recién vamos a estar tranquilos cuando se trate la IP".

La empresa minera quiere hacer una reunión con la comunidad. Pero no queremos ni agua ni nada de ellos.


Mientras tanto Yala Laubat resiste al embate minero. "Hace 9 meses que no tenemos agua. No es algo que va a pasar, ya vivimos las consecuencias por las perforaciones que hicieron. Desviaron mucho las napas de agua. La gente tiene que tomar conciencia sobre el tema hídrico", agrega Lolo detrás de un cartel que sentencia: “Mejor morir luchando que morir de sed”.

Mabel lucha. Dice que no se pueden bajar los brazos nunca. “Nosotros en la aldea padecemos la falta de lo más preciado: el agua. Es muy difícil la vida de una población que no tiene agua. Tenemos huertas y quintas, toda la verdura semilló. Ver que tus plantas se secan, no podes proyectar la producción, es algo muy triste. Los animales corren porque no hay agua en las aguadas”.

Mirta Gómez, vecina de la vecina de la comunidad mapuche-tehuelche de Yala Laubat explica que el conflicto del agua ya lleva mucho tiempo: “Hace tres años atrás hicieron un pozo y sacaron agua que duró solo un invierno, en el verano se secó y desde ahí seguimos con problemas de agua. El abandono que nos están haciendo demuestra el desinterés por nuestra comunidad. Hicimos un montón de reclamos y seguimos igual. El intendente de Lagunita Salada, Omar Ancamil, nos tiene en el abandono, no sé de qué se está ocupando, por ahí está más interesado en la minería que de la situación que estamos pasando los pobladores. Ahora lo último que hicieron fue traer agua de la minería. Y saben lo que pensamos".

 

“Hace 20 días nos enteramos que el agua que llegaba en los camiones era pagada por la empresa minera, localizada a 30 km de la aldea. Hace años que resistimos para que entren a nuestra comunidad, no podemos tolerar que quieran doblegar nuestra voluntad. Eso fue muy doloroso para nosotros. Esta comunidad rechaza todo tipo de ayuda que venga de una empresa privada, y le reclama a los funcionarios de la comuna de Lagunita Salada que sean responsables y den soluciones con fondos del Estado”, agrega Mabel, quien, con la aprobación de toda la comunidad, abrió una cuenta en Mercado Pago con el fin de recaudar el dinero suficiente para costear los gastos de las perforaciones y mostrar que es posible llevar agua a la aldea gracias a la lucha popular.

“Todos estuvimos de acuerdo en lanzar la colecta. Estamos cansados de esperar”, declaró Mirta a Radio Nacional Esquel. Y agregó: “Acá la empresa minera quiere hacer una reunión con la comunidad. Pero no queremos ni agua ni nada de ellos. Estamos viendo que están dando donaciones a los maestros para las fiestas de fin de año. Como madre estoy muy disconforme, mi hijo ya le dijo a la directora que no va a ir a esas fiestas. Nos están atropellando, estoy muy indignada”.

La colecta busca juntar el dinero para contratar una máquina perforadora particular que pueda hacer dos pozos de 30 metros. “Antes teníamos un pozo de 8 metros. Contratamos a una persona que se hará cargo de las perforaciones a fines de enero. El metro nos sale entre 10 mil y 12 mil pesos. Es decir que cada pozo nos sale 360 mil pesos. Hay mucho compromiso de la población de Chubut para con nosotros. También de otros lugares. Del gobierno ya no esperamos más nada”, explican. 

Hoy Yala Laubat está recibiendo por día sólo 6 mil litros de agua. Es lo que lleva el camión desde Laguna Salada. Tienen una cisterna de 25 mil litros pero no llegan a llenar ni la mitad. La comunidad está condicionada a utilizar el agua para tomar, cocinar y lavar. “Es una situación lamentable. Con estos días de calor se agrava más porque es una zona seca donde bajan las napas- agrega Mabel-. Por eso la urgencia de pedir esta colaboración. El agua es lo más valioso, hay que defenderla, cuidarla y tomarla de una manera segura y saludable. El agua es para los pueblos, no para las mineras”.