En la tercera semana de paro en las Universidades Nacionales, se realizó un abrazo simbólico a la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) y desagravio a la docente Mónica Cragnolini, a quien la policía le labró un acta contravencional por dictar clases públicas.
Una vez más, la senda peatonal de la esquina de Púan y Bonifacio, en la Ciudad Autómata de Buenos Aires, frente a la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, estuvo interrumpida por una línea de bancos escolares; una vez más se repitió la lucha contra el vaciamiento de la Universidad pública, el sistema de investigación y la precarización salarial de los y las docentes universitarios, frente a la gestión de un gobierno nacional insensible que prefiere despilfarrar millones de dólares por día para la especulación y la fuga de divisas que invertir en la -tan mentada en sus discursos- educación.
Casi en simultáneo con la marcha del "mondo cacero-lero" en Congreso, con su sexagenaria vitalidad, sus tapados de pieles y su verba incendiaria contra la ex presidenta Cristina Fernández, en el barrio de Caballito -a unas cuadras de distancia pero a años luz de conciencia colectiva de clase y en medio de la tercera semana de paro de las Universidades Nacionales- miembros de la comunidad universitaria de Filosofía y Letras de la UBA -docentes, no docentes y estudiantes- copamos el frente de nuestra segunda casa con un abrazo simbólico que buscó visibilizar la desidia de un Estado que prefiere mirar para otro lado -como los tribunales de justicia que fabrican titulares de diarios a la medida de las necesidades oficiales- y en solidaridad con Mónica Cragnolini, docente de la carrera de Filosofía, que el viernes pasado sufrió una situación de intimidación y hostigamiento por parte de la policía que le labró un acta contravencional cuándo dictaba una clase pública sobre Filosofía de la Animalidad.
Unidad de los trabajadores
En medio del acto que se realizó sobre Puán, Mónica Cragnolini -Doctora en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires, investigadora principal del CONICET, jefa de cátedra de Metafísica y Filosofía de la Animalidad y reconocida mundialmente por sus trabajos sobre Friedrich Nietzsche y Jacques Derrida- agradeció "todas las expresiones de solidaridad", y más allá de que le generó "un poco de pudor" una convocatoria con su nombre, también destacó que se dio en el contexto de "apriete" que se está haciendo "en un sentido de unidad a toda la clase trabajadora". "Entonces, en el día de hoy, viendo lo que aconteció con los compañeros del Astillero Río Santiago, creo que todos nos tenemos que poner cada vez más firmes en la defensa del espacio público, que es el espacio que nos queda a los que no tenemos el privilegio que tienen los que están gobernando; que es el privilegio de acceder a otros ámbitos, y es el privilegio de generar espacios solamente para ellos. Creo que la defensa de lo público no es solamente la defensa de nuestro trabajo en este momento y de los estudiantes de este momento, sino también de las generaciones futuras, es decir, con el modo en que nos estamos endeudando en este país, las generaciones futuras se la van a ver muy difícil. En ese sentido, la tarea que nos toca a todos es la defensa de un espacio, que es este espacio. y sobre todo, retomando un concepto que ya parecía perdido en el siglo XXI, y que es el concepto de clase: creo que en este momento, el concepto de clase tiene que volver a ser un concepto relevante para pensar muchas cuestiones, y en ese sentido reconocernos todos -más allá de docentes y no docentes- como clase trabajadora. Me parece maravilloso que en este acto estén compañeros de diferentes gremios, no solamente docentes, sino también no docentes, y estudiantes, y es una esperanza de unidad para hacer resistencia a lo que nos está pasando para que ese apriete no termine por ahorcarnos, ahogarnos y termine con lo público", expresó Cragnolini frente a los cientos que participamos del abrazo simbólico.
Nos tenemos que poner cada vez más firmes en la defensa del espacio público.
Selección natural (de humanos)
Por su parte, Brenda Hamilton, estudiante de la carrera de Historia y presidenta del Centro Estudiantes Filosofía y Letras, comentó a Cítrica que "hoy hicimos este abrazo a la Facultad junto con las gremiales docentes y no docentes porque creemos que toda la comunidad educativa tiene que salir en defensa de la educación pública y en defensa del salario docente. Creemos que el gobierno está ofreciendo una paritaria de miseria, mientras que al mismo tiempo le están pagando fondos millonarios al Fondo Monetario Internacional, mientras siguen aumentándole el presupuesto a la Iglesia que hizo lobby contra nuestros derechos en el Senado" .
Otro de los asistentes al abrazo simbólico al edificio de Puán 480 fue Alejandro Ranovsky, docente en la carrera de Filosofía desde 1990 y jefe de Trabajos Prácticos en Didáctica Especial de Filosofía, quien reconoció con gran desasosiego que "la situación es tan terrible que estamos paralizados. Tiene un componente casi ridículo y absurdo, y nos desmoviliza totalmente. Desde que yo estoy en la universidad nunca hubo un “no comienzo” del cuatrimestre tan contundente como éste y, al mismo tiempo, que no causara ninguna repercusión. Siempre hubo medidas menores para resultados mayores. Ahora estamos ante una medida máxima que pone en riesgo el cuatrimestre y no hay un mínimo de reacción. Eso me parece paradójico, tremendo e irrisorio al mismo tiempo". A su vez, consultado por los dichos de la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, respecto de que ningún pobre "llega a la universidad", expresó la cercanía de los gobernantes con la teoría de la selección natural (de humanos): "Entiendo que no creen en la igualdad; creen que el ser humano es un animal, que hay una lucha por la supervivencia, y que hay gente que es vencedora y merece más cosas que la vencida. Tienen un pensamiento racista en el fondo".
Nunca hubo un “no comienzo” del cuatrimestre tan contundente como éste.
Macri(cini)smo
Quien también se hizo presente en el acto en defensa de la educación pública y el derecho a manifestarnos públicamente fue el reconocido escritor y docente de Teoría y Análisis Literario de la carrera de Letras, Martín Kohan: "Es difícil decir si se trata de desidia, negligencia, imbecilidad, ignorancia, o qué de todo esto es en verdad. Y si están realmente dispuestos a vaciar estos espacios de enseñanza, de investigación, de aprendizaje. Si están, simplemente, en otra cosa. Acá no hay ningún negocio. Esto no rinde plata. Lo que estudiamos aquí, en la Facultad de Filosofía y Letras, no encaja en ningún parámetro de lucro. ¿Será por eso que no lo entienden? ¿Será por eso que creen que esto no tiene sentido y que no hay que poner plata? ¿Será por eso que no quieren invertir en educación y formación? Por una parte me resulta deprimente. Por otra parte me resulta desesperante. En cualquier caso, no soy yo quien tiene que decir o explicar por qué -habiendo reconocido oficialmente una estimación de más del 30% de inflación anual- nos ofrecen apenas el 15% de aumento en concepto de salario. El Gobierno es el que tiene que responder qué se propone con eso. Estamos expresando una preocupación por la asfixia presupuestaria, que está comprometiendo las condiciones y las posibilidades de trabajo en todas nuestras universidades".
Consultado también por los no tan llamativos dichos de María Eugenia Vidal, Martín Kohan, quien suele presentarse a sí mismo como docente antes que como escritor, dijo a Cítrica: "Creo que no fue un pensamiento de clase, sino un “reflejo de clase”. Creo que es ideología en el peor sentido de la palabra, cuando la ideología se nota muchísimo. Porque, en cualquier caso, suponiendo que verificamos lo que ella dijo, una persona como ella -que ocupa un lugar tan importante de gestión de gobierno- solamente puede ser dicho bajo el formato de una autocrítica muy severa. Es decir, ella no podría haber enunciado una cosa así sino como una confesión de su propia incompetencia y las propias fallas de un sistema económico, político y social del Gobierno del que forma parte. De un modo difícil de calificar, ella alega eso no como un déficit de la gestión, que no está permitiendo que los sectores socialmente más empobrecidos tengan acceso al sistema de educación, sino que lo presentó como un argumento en favor del vaciamiento del sistema de educación pública y gratuita que tenemos. Creo que la palabra que encajaría en todo esto es cinismo".
Lo que estudiamos aquí no encaja en ningún parámetro de lucro. ¿Será por eso que no quieren invertir en educación y formación?
Aniquilación planificada
Sobre el final de la actividad, Cragnolini, quien tiene 35 años como docente y nunca había vivido una situación por el estilo, más allá de la cantidad de clases públicas que dio en ese tiempo, reconoció, frente a los hechos, que "hay que asustarse un poco de lo que nos puede pasar como trabajadores, cuando expresemos en nuestras protestas, por la situación en la que estamos viviendo". Finalmente, la especialista en Nietzsche expresó su preocupación porque "más allá de lo que pasa en las universidades o en otros ámbitos, tiene que ver con un proyecto de aniquilación de la clase trabajadora. Todo el discurso del gobierno apunta en dirección del individuo y del modo en que el individuo se debe hacer y rehacer a sí mismo. En ese sentido creo que, como clase trabajadora, en la visión del gobierno, somos todos elementos reciclables. Con lo cual, no importa que nos echen de un trabajo o que no nos alcance el salario, porque -idealmente- en esta visión individualista que tienen, uno podría reciclarse. Eso apunta a destruir todos los lazos sociales que tienen que ver con lo colectivo. En ese sentido, todo lo que está aconteciendo en las universidades del conurbano, en las cuales cada vez hay menor presupuesto y los estudiantes pueden acceder menos -y de hecho, con los problemas laborales que hay, cada vez van a poder acceder menos- todo eso va en la dirección del mismo lugar. Casi como si hubiera un proyecto de aniquilación de la clase trabajadora".
Esto es una protesta
Un alumno de Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires describe una clase de filosofía en la calle, en el marco de una jornada de clases públicas y paro de docentes universitarios por mayor presupuesto y un salario acorde a la inflación.
“El proyecto minero en Chubut es una trampa”
Lejos de lo que dicen las grandes corporaciones, la iniciativa que impulsa el gobernador Mariano Arcioni podría extenderse al 70% del territorio de la provincia. El yacimiento movería 110 millones de kilos de rocas por día y afectaría al Río Chubut. La promesa del progreso, desmitificada con números del INDEC.
La calle que alimenta al pueblo
Proyecto 7 abrió un almacén popular en Barracas para ofrecer alimentos baratos al barrio y dar trabajo a personas sin techo. Una respuesta desde abajo cuando el Estado y el mercado privado miran para otro lado. Integración comunitaria, marca propia de alfajores y la pelea política para que nadie más muera en la calle.