Textil Bolo despide a trabajadores por bolivianos

La empresa incumplió el acuerdo firmado en el ministerio de Trabajo. Y para colmo uno de los dueños justificó el acccionar diciendo que los bolivianos son unas "ratas de mierda".

La semana pasada el ministerio de Trabajo comprometió a la empresa textil Bolo a reabrir sus puertas, reincorporar al personal y pagarle los sueldos adeudados a los 85 costureros. Todo parecía solucionado. Pero con los empresarios, con las personas a las que solo les interesa maximizar ganancias y no se preocupan por la dignidad de sus empleados, es mejor no cantar justicia antes de tiempo.

La textil Bolo por el momento no cumplió lo acordado en el ministerio de Trabajo y para colmo fueron a radicar una absurda denuncia a una comisaría. Allí se pudo ver a uno de los socios de la empresa reclamando que el estado deje entrar a los mismos bolivianos que él aprovecha para explotar.

"El boliviano es una rata negra, que el Estado deja entrar impunemente”, dijo José Pose, cuñado y socio de Mónica Mariel Bolo, sobre los trabajadores dentro de la comisaría 34. Como lo demuestra el video difundido por "La Alameda".

Bolo no se presentó a la audiencia en las oficinas de Trabajo, en la cual tenía que dar explicaciones por los incumplimientos. "No se presentó a la audiencia y se sigue riendo del ministerio y de nosotros", explicó Shirley, una de las costureras.

Los Secuestradores de Tortillas

En la misma semana en que se echó y reprimió a los manteros de Once, también se produjeron otros hechos en contra de la venta y el consumo popular como el secuestro de carros de los vendedores de tortillas en el barrio de Constitución.

Una escuela que enseña a incluir

Es el primer emprendimiento laboral a nivel mundial gestionado y administrado por travestis. Lo creó la activista y luchadora Lohana Berkins en 2008. Hoy, a pesar de que el Gobierno no ayuda, produce indumentaria, saca a las personas de la calle y promueve la integración social.

“En la industria textil la precarización laboral es extrema”

Les trabajadores de WTTJ hacen ropa con onda y mucho más; también van en contra de la lógica perversa del mercado y el trabajo esclavo que se llevó las vidas de pibxs en los barrios de Flores y Caballito. Sus producciones tienen como protagonistas a personas con diversidad funcional, activistas gordes, feministas, negras, lesbianas, trans, no binaries, gays y nuevas masculinidades.