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“Somos muy chicos comparados con tanta mafia organizada”

por Revista Cítrica
Fotos: Juan Pablo Barrientos
01 de agosto de 2022

Ariel Garzi, amigo de Santiago Maldonado que realizó una llamada a su celular durante unos segundos a poco de conocerse la desaparición, le escribe una carta al Brujo donde le confiesa que la memoria sigue viva a pesar de la impunidad del poder.

Por Ariel Garzi, amigo de Santiago Maldonado.


A fines de julio del 2017 se veía esa presencia en aumento de Gendarmería Nacional en las calles de El Bolsón y la Comarca Andina. Nos recordaba a enero del mismo año, cuando luego de ver transitar tantas unidades de Gendarmería se desataría la represión en la Pu Lof en Resistencia Cushamen para despejar las vías del tren turístico “La Trochita”. 

Ya en ese entonces la represión fue brutal, fraccionada en tres operativos en el transcurso de dos días, donde 10 compañeros fuimos reprimidos, baleados, golpeados, torturados, arrestados y luego judicializados (para ser posteriormente todos absueltos, después de cuatro años de juicios y audiencias).

Aquel 1 de agosto al atardecer nos llega el aviso de que Gendarmería habia reprimido una vez más, pero al momento de reagruparse los peñis se dieron cuenta que faltaba uno. Aún el despliegue de Gendarmería en la Pu Lof seguía efectuándose y no era raro que tardaran en informar los detenidos. En enero fui detenido en la Pu Lof y mi familia y amigxs pudieron saber mi paradero recién 24 hs después.

Al día siguiente (02 de agosto 2017) me llega una foto del cumpa que faltaba. Cuando al fin se descarga la imagen, aparecés vos, ¡era el Brujo! Le aviso a una amiga y lo primero que hago es llamarte. Al tercer tono atienden, pero no hablan. Sin embargo, yo escucho, y aún son claros, esos pasos con ecos y de repente, silencio. Vuelvo a llamar inmediatamente pero ya tu celular daba apagado.

Ésa fue la llamada presentada y el motivo por el cual sufrí en carne propia la persecución del Estado y sus instituciones de fuerzas represivas durante muchos meses. Mi nombre y el de muchos más, aparecían y eran nombrados en varios medios de in-comunicación.  

Acá, las ganas, la necesidad, la esperanza de que se sepa la verdad, siempre están. Pero somos muy chicos comparados con tanta mafia organizada.

Más de 70 días circularon un sinfín de mentiras, pistas falsas que entregaron a la población, ya fueran los medios o los personajes del Estado y “representantes del pueblo”. Era de no creer. Decían “Santiago está en Chile con la RAM” (Lilita Carrió), que estabas en el Norte, que estabas escondido con los mapuche... Tu desaparición, Santiago, lamentablemente les dio de comer a muchas personas.

Las manifestaciones que se realizaban en muchos lugares terminaban siempre en represiones increíblemente desiguales. Operativos nunca antes vistos. Con tu desparación y asesinato, no sé por qué, pero se movilizó muchísima gente. Acá en la Comarca veíamos videos de Buenos Aires y costaba creer lo que se veía, no entendíamos por qué, cómo había pasado. En la Comarca también se vio un levantamiento, un despertar no visto hacía tiempo.

Tres rastrillajes de película hicieron para encontrarte, sin ningún resultado positivo. Pasaba el tiempo y el circo se les venía abajo. Un día, al fin, nos avisan que al día siguiente harían rastrillaje en la Estancia de Benetton (lindera a la Pu Lof). Ese día estabamos en una movilización en Bolsón y volvieron a rastrillar en la Pu Lof… y de repente apareciste, amigo. Varios metros río arriba de la última vez que te vieron, boca abajo, con 30 cm de agua, flotando entre los sauces. 

Me manda una foto una abogada preguntándome si eras vos. Otra vez me tocó descargar tu foto, rogando que no fueras vos. Pero allí estabas, acostado boca arriba en esa camilla fría de la morgue de Esquel. Y todo fue caos. De repente aparecistes después de más de 70 días, aparecistes ahí nomas. Pensar que pasamos tantas veces por ese lugar y jamás te vimos flotando boca abajo con esa campera azulada.

Al tercer tono atienden, pero no hablan. Sin embargo, yo escucho, y aún son claros, esos pasos con ecos y de repente, silencio.

Luego de tu aparición, amigo, los siguientes días vino lo peor. Esa persecución desmedida hacia tu familia, amigos y testigos de la causa. Vivir eso en carne propia te ayuda a terminar de entender hasta dónde son capaces de llegar y cómo logran que, repitiendo una y otra y otra vez la misma mentira pero con ayuda de un gran equipo y muchísima plata, pueden convencer a cualquier persona de cualquier cosa. 

Me ha pasado de que por lo que decían los medios día tras día, amigos de la vida y familiares me han puesto en el lugar de la duda solo porque los medios y la ministra de in-Seguridad lo decía por cadena nacional. Y ahí, en ese momento, te cae la ficha de muchísimas cosas.

Hoy ya son 5 años de aquel 1 de agosto, 5 años que la causa no avanzó en nada. Las pruebas abundan pero la causa sigue cajoneada luego de varios jueces incapaces de dar el brazo a torcer y así poder, tal vez, conseguir algo de verdad. Es doloroso llegar a otro 1 de agosto. Recordar la ausencia de un amigo, de un compañero, no es agradable. Pero acá estamos. Al encontrarnos, vos estás ahí con nosotros. 

Repitiendo una y otra y otra vez la misma mentira pero con ayuda de un gran equipo y muchísima plata, pueden convencer a cualquier persona de cualquier cosa.

Estás en los murales, con tu rostro, tu mirada. Está tu nombre escrito salpicado por ese aerosol que siempre llevabas. Acá, las ganas, la necesidad, la esperanza de que se sepa la verdad, siempre están. Pero somos muy chicos comparados con tanta mafia organizada. Habrá que seguir esperando y ver qué pasa. 

Seguiremos exigiendo memoria, verdad, justicia, y castigo a los culpables.

Algún día llegará. Mientras tanto, te seguimos recordando y abrazando, estés donde estés.