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¿Quién cuida a quienes nos cuidan de la violencia machista?

por Revista Cítrica
09 de abril de 2020

Las trabajadoras de la línea 144 son consideradas esenciales pero no cuentan con los medios de transporte ni con las condiciones necesarias para llegar a las oficinas del centro porteño en donde realizan su labor.

Las trabajadoras de la línea 144 del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de Nación no descansan por que la violencia machista no da tregua. Se trata una línea de contención y asesoramiento que funciona las 24 horas del día, los 365 días del año para ayudar a mujeres, lesbianas, travestis, trans, y no binaries de todas las edades, que se encuentran en situación de violencia.

Se trata de un trabajo considerado insalubre por la modalidad telefónica y nocturna y por las problemáticas que atienden. Sus sueldos se encuentran por debajo de la línea de pobreza y muchas de ellas son precarizadas bajo la modalidad de monotributo, por lo cual, no gozan de licencia por enfermedad, no tienen premio por presentismo, ni aguinaldo, además no cobran a tiempo, sus contratos se actualizan una vez por año o cada seis meses y recién el primer pago lo reciben luego de los tres meses de trabajo.

“En las guardias de la madrugada lo único que logramos, hace tres años, fue un día en la semana rotativo que no asistimos, pero para tener eso nos obligan a ir a contra turno a reuniones fuera de nuestros horarios para cumplir cantidad de horas de servicio que habiliten que no vengamos otro día, nos explotan más un día para no venir otro. La guardia de las compañeras de la madrugada es de la 1 a 7 de la mañana, es muy peligrosa la zona, en el microcentro, y además sostienen llamados de emergencia muy difíciles de articular de noche, solo pueden articular con la policía o alguna fiscalía de turno en casos muy puntuales”, cuenta una de las trabajadoras, que atiende llamados desde hace cuatro años y prefiere reservar su identidad.

A las trabajadoras que se encuentran al cuidado de hijxs les otorgaron licencias y continúan con sus tareas desde sus hogares. “Fue una pelea que tuvimos que dar para que no las sobrecarguen de trabajo a las compañeras en sus casas. Ahora solo vamos a la oficina las que vivimos en Capital, el resto lo hace desde sus casas con la derivación de llamadas a sus celulares, pero con falta de recursos, con una planilla donde no pueden ver si la persona que está llamando ya lo hizo antes, no podemos hacer un seguimiento para darle un asesoramiento adecuado”.

¿Quién escucha a las trabajadoras de la línea 144? Ellas también necesitan medidas de cuidados mínimos para seguir combatiendo la violencia machista. “Hicimos una propuesta a la gestión de garantizar una guardia mínima rotativa para que no seamos siempre las mismas que tenemos que trasladarnos al lugar de trabajo, exponiéndonos a viajar. Solicitamos que capaciten a otras personas que trabajan en el ministerio para que la tarea sea rotativa, es algo que venimos pidiendo hace años, hay compañeras que estamos hace siete años y no damos más. Estamos trabajando fuera de nuestros horarios, en días de asueto o de franco porque siguen sin poder garantizar transporte para las compañeras que no viven en CABA, que son un montón. Solo nos dieron elementos de higiene básicos. Se habló de una especie de bono de 3 mil pesos para fin de abril solo para las que estamos asistiendo a las oficinas, pero la realidad es que nuestras compañeras que trabajan desde su casa bajo la modalidad de tele trabajo también están con sus hijes super recargadas y trabajando mucho”.

Frente al gran caudal de llamados que están recibiendo las trabajadoras de la línea reclaman que se implementen medidas concretas que tengan en cuenta la complejidad de la problemática de la violencia machista: “No sumaron más personal, no contrataron personal capacitado, solo sumaron a algunas personas afines a la gestión que están respondiendo los mensajes de WhatsApp. Las operadoras no acordamos con esa vía de comunicación debido a que no podemos corroborar si estamos hablando con una mujer, lesbiana, travesti o trans en situación de violencia o con su agresor, de hecho, a veces pasa que empezamos hablando con la compañera y terminamos hablando con el agresor o que directamente escribe un agresor, es muy complejo”.

El primero de abril, las autoridades del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación declararon la línea como "servicio indispensable" en el contexto de la emergencia sanitaria e informaron que se reforzó el equipo de atención de la línea, sin embargo, las trabajadoras aseguran que el nuevo personal no está capacitado para desempeñarse de manera correcta.