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La Colifata: puentes donde hay muros

Belén Iannuzzi
16 de febrero de 2016

El proyecto del hospital Borda vino a señalar esa relación dificultosa que una parte de la sociedad tiene con aquellos que quedaron ubicados en la locura.

Lo que cura es la palabra. Así lo entendió un joven estudiante de psicología de 27 aíños en 1991 cuando, valiéndose de los escasos o nulos recursos materiales que encontró en el Hospital Neuropsiquiátrico “José Tiburcio Borda” de la ciudad de la Buenos Aires, llevó adelante la revolucionaria idea de gestar una frecuencia radial con los internos del lugar. Con el objetivo de desdibujar los límites físicos del hospital y de visibilizar a un grupo de personas en situación de vulnerabilidad, La Colifata vino a seíñalar esa relación dificultosa que una parte de la sociedad tiene con aquellos que quedaron ubicados en la locura. Revestir la locura de realidad, quitar los prejuicios que cargan sobre ella. Pero también el halo de romanticismo que se le suele endilgar desde el arte o la literatura fueron y son sus objetivos principales. Crear puentes donde hay muros, sabernos comunidad, crear el contexto necesario para que seres adultos sujetos de derecho (entre ellos, el derecho a la salud) comuniquen su modo de ver el mundo.

En el comienzo fue un grabador de periodista. En 1990, el entonces estudiante de psicología Alfredo Olivera formaba parte del grupo Cooperanza, que llevaba adelante talleres de arte dentro del hospital, salió con algunos pacientes a uno de los patios internos del Borda. Grabador de periodista en mano, les pidió que hablaran “de la vida”. La Colifata fue durante un largo tiempo una radio sin antena, conocida como “la radio de los internos del Borda”. Las grabaciones se replicaban por la FM Comunitaria SOS de San Andrés.

La noticia llegó a oídos del locutor y periodista Lalo Mir, quien entonces conducía un programa de culto, “Radio Bangkok”, en la maíñana de la Rock & Pop y decidió poner al aire algunos micros de La Colifata. Gracias a donaciones particulares, la radio tuvo su primer transmisor. Y gracias a una carta que mandó una oyente al programa televisivo “Sorpresa y media”, conducido por Julián Weich, recibió una antena para comenzar a transmitir hacia “el afuera” con una potencia ampliada, que llegaba más allá de los barrios periféricos al hospital. Así, quien quiera oír que oiga, LT22 Radio La Colifata dejó de ser un secreto a voces para convertirse un hecho: comenzó a transmitir todos los sábados a la tarde desde los patios del Borda. Para 1994, ya era retransmitida por más de veinte radios del país. Una vez resueltas las cuestiones técnicas, comenzaron a observarse los resultados terapéuticos: los pacientes, vulnerables psíquica y socialmente, comenzaban a mejorar.

Años después, gracias a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, obtuvo una licencia propia y ganó un concurso del AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual) para construir el estudio desde donde transmitirán diariamente.

La experiencia de La Colifata, la primera radio del mundo en transmitir desde un hospital neuropsiquiátrico, es un modelo de intervención en el campo de la salud mental y de comunicación que se replicó en otros hospitales del mundo, principalmente en Europa.

La Colifata transmite los sábados desde los jardines del hospital. Se escucha en FM 100.1 FM o por internet en www.lacolifata.org