El aumento sideral del papel de diarios de este año, ahora ni siquiera tendrá un marco regulatorio. El Congreso aprobó una ley hecha a medida para seguir concentrando la palabra en unos pocos.
El papel en el que imprimimos todos los medios gráficos aumentó en todo este año 112 por ciento. Nuestra materia prima subió más que el dólar. Papel Prensa, la única empresa que fabrica papel de diario en el país, propiedad de Clarín y La Nación, fijó aumentos sistemáticos que exceden por mucho a la inflación y de ese modo, acorraló a los otros actores de una industria gráfica y periodística en crisis. La comisión bicameral que debía controlar el precio de un insumo vital para garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información en el país, nunca se conformó. Y encima, ahora, con la excusa de que el escenario debe modificarse, el Congreso de la Nación sancionó a un proyecto de ley –presentado por el diputado Diego Bossio, del PJ--que deroga la regulación del precio del papel de diarios. Es decir: Clarín y La Nación van a hacer lo que quieran, como hicieron siempre, pero ahora sin ni siquiera cuidar un marco legal.
Ante esto, la Mesa Nacional sindical de trabajadores de Prensa de la Argentina (MNTP), las organizaciones gremiales que nuclean a los trabajadores Gráficos de imprenta y diarios (FGB y FATIDA), de Vendedores de diarios (SIVENDIA), los medios autogestionados y la federación nacional que asocia a diarios y comunicadores cooperativos (FADICCRA), expresaron su rechazo a la ley que intenta derogar el corazón de la Ley 26.736 que regula y declara de interés público la fabricación, comercialización y distribución de pasta celulosa y de papel para diarios.
Clarín y La Nación quedarán de los dos lados del mostrador, ofreciendo y comprando el papel a precios antojadizos, mientras los demás agonizan
El proyecto del diputado Bossio, apoyado y votado por los bloques de Cambiemos y del Frente Renovador, asegura el comunicado, “violenta la propia Constitución Nacional y los pactos internacionales incorporados a ella cuando pretende en una sola línea que se deroguen 8 artículos de la Ley 26.736 del 28 de diciembre de 2011, justamente los más importantes que aseguran aspectos de la regulación”.
Por esos artículos se garantiza el precio único de pago al contado por la venta de papel, un aspecto fundamental que tiende a igualar las posibilidades de compra del insumo básico por parte de las distintas empresas, sin que haya beneficios por montos relacionados con la facturación de cada una. La ley nacional también dispone que los fabricantes, comercializadores y distribuidores del papel prensa hagan público su stock de manera diaria y su capacidad de producción de forma trimestral para aportar a la transparencia y a la pluralidad de voces. Todo esto se perderá. Clarín y La Nación quedarán de los dos lados del mostrador, ofreciendo y comprando el papel a precios antojadizos, mientras los demás agonizan. El Estado, mientras tanto, la verá desde afuera.
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