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Memoria completa

por Revista Cítrica
02 de junio de 2014

Dixit, película imperdible en el Gaumont acerca de complicidades civiles en la dictadura. Entrevista a sus realizadores.

En la última década, y sobre todo desde 2010 cuando el Estado presentó el informe sobre el Caso Papel Prensa, comenzó a instalarse en la opinión pública, una necesaria discusión acerca de la complicidad civil durante la última dictadura militar. En este contexto y con un objetivo militante y casi testimonial, Alcides Chiesa y Carlos Eduardo Martínez pensaron por primera vez en Dixit. “No fue sólo un golpe militar. Fue hecho por los militares, por los empresarios, con el apoyo de la Iglesia y de dirigentes sindicales”, afirma Carlos.
 Ambos se conocen desde jóvenes. Allá por los ?70, estudiaban y militaban juntos en la escuela del Instituto de Cine. Por esa época, también Chiesa estuvo casi cinco años preso en Quilmes. Tres décadas después tuvieron la chance de entablar un proyecto cinematográfico con la colaboración de María Flores, una amiga, quien facilitó el material de archivo de los informativos de televisión intervenidos por el gobierno militar. Y para mostrar aquella ficción instalada, le dieron la palabra a quienes sufrieron en carne propia los mecanismos del terrorismo de estado. Ex detenidos desaparecidos, madres, abuelas, hijos, testigos de las peores aberraciones, y trabajadores fragmentados, de nueve diferentes Centros Clandestinos de Detención (de Ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y Neuquén), contrastan con su voz y sus miradas aquella versión oficial de los hechos. 
“Dixit funciona Ó explica Carlos - a pesar de que hicimos una puesta medio arriesgada en cuanto al formato de entrevista tradicional”. Si bien no se utilizaron todos los casos filmados, Carlos reconoce que cada una de las personas dejó un selló propio en la versión final del documento: “Para hacer el trabajo tuvimos que elegir a los entrevistados previamente y conocer un poco la historia de cada uno. Pero uno no se imagina lo movilizador que es escucharlos hasta que ocurre”. 
“Los diálogos eran extensos, y eso hizo que los entrevistados se fueran aflojando de a poco. Alguno nos confesó en cámara que no había contado nunca ciertas cosas, otros las recordaban mientras daban el testimonio”, revela Carlos. El fuerte contenido “liberador” de los relatos y las dificultades para quebrar el silencio, exigieron un compromiso superador de lo meramente profesional. “El equipo técnico terminaba conteniéndolos. Muchos era la primera vez que volvían a donde habían estado detenidos, y lo terminaban agradeciendo”. 
Si bien Dixit no es una película fácil de ver, apareció en un momento crucial donde se respira, desde el Estado y la sociedad, la necesidad de rescatar la memoria de los 30 mil desaparecidos y esclarecer quiénes fueron los cómplices históricos del horror. No casualmente su difusión fue subsidiada por la Cámara de Diputados de la Nación, a través de la gestión del Diputado Nacional Alberto Ciampini (FpV), y pudo estrenarse a fines de 2013 en el Cine Gaumont. En 2014 inició un recorrido por los diferentes espacios INCAA del país y el 31 de marzo fue declarada de Interés Cultural por la legislatura porteña.

Por: Fabiana Solano