"Lo nuestro es un acto feminista por estar bailando juntas"
por Revista Cítrica14 de noviembre de 2019
Carla Chiesa es una de las directoras de Yau Panay, un grupo de danza de raíz folklórica argentina que estará presentándose en el barrio del Abasto: “Queremos poder vivir danzando nuestros pasos, caminos y decisiones; permitir que nuestra actualidad atraviese la obra retomando algunas tradiciones, fusionando otros géneros y construyendo identidad”, señala.
“Somos danza de este siglo, evocando otros más antiguos. Somos noche estrellada. Entramadas”. En el grupo de danza de raíz folklórica argentina Yau Panay ya imaginan cómo serán las presentaciones de “Entramadas” para finales de noviembre. Mientras las chicas exploran nuevos desafíos estéticos a través de búsquedas propias, en Cítrica te anticipamos la fiesta.
Presienten y saben que "Entramadas" surgió de la necesidad de expresar, a través de la danza de raíz folklórica, las vivencias actuales: “queremos poder vivir danzando nuestros pasos, caminos y decisiones; permitir que nuestra actualidad atraviese la obra retomando algunas tradiciones, fusionando otros géneros y construyendo identidad”, sostienen a cada movimiento.
Nada es casualidad en la vorágine del devenir, casi como un signo de los tiempos que todo lo envuelve y devuelve transformado. Y en este sentido, ellas saben que Entramadas surgió bajo la estrella del movimiento feminista, donde la necesidad de tejer redes se convirtió en el mejor hábito.
Las artistas se saben acompañadas y sostenidas, evocando ancestralidades y potenciando infinitas posibilidades. El golpe del zapateo y el malambo, antiguamente reservado a los hombres, es una parte relevante de su danza, que incorpora múltiples referencias al género femenino.
“Expresamos lo que nos une, que es el encuentro de la una con la otra. Superar las adversidades personales y de la sociedad; y manifestar un lugar de igualdad, nuestro espacio de poder como mujeres desde la danza. Nos ven y nos definen como poderosas. Nuestro zapateo tiene la fuerza de la tierra y mantiene la esencia femenina”, aseguran mientras generan su propia trama.
Yau Panay se formó en 2016 para conmemorar el Día de la Mujer. Su nombre significa “Hola, hermana mía”, en quechua runasimi. A partir de la comunión que generó el primer encuentro, la buena repercusión y los pedidos para efectuar nuevas presentaciones, sus integrantes consolidaron la formación y continuaron un camino juntas. Hoy, el grupo está integrado por 10 artistas provenientes de distintas partes del país.
Con una impronta que retoma la tradición de los maestros y maestras con quienes se formaron, como Koky y Pajarín Saavedra, Polaco Pastorive y Laura Marín, entre otros, las Yau Panay suman técnicas provenientes de las danzas contemporánea, clásica, flamenco y afroperuano. Esa mixtura conforma el puntapié inicial de una propuesta plena de belleza que desafía las creencias. En Revista Cítrica conversamos con Carla Chiesa, una de las directoras del grupo.
¿De qué trata la obra Entramadas?
Entramadas nace de una necesidad que teníamos con mi compañera en la dirección, Tamara, de empezar a mixturar los ritmos folclóricos con otros géneros. Incluso, tomando intérpretes que están haciendo música folclórica con sonidos más modernos, lo que para nosotras es una evolución en la música. La inquietud que teníamos era que desde la danza no se veía tal evolución. Tuvimos ganas de tomar esas interpretaciones y ver qué pasaba en ese encuentro de la danza y de las músicas.
Hablaste de nuevos sonidos, ¿te referís a la incorporación de elementos electrónicos?
A la incorporación de elementos electrónicos, de sintetizadores y también de la composición de esas músicas. En la obra no se escucha tanto la forma de una chacarera o de una zamba, sino que se van mezclando con otros ritmos.
Ustedes solían bailar con músicas más tradicionales en obras anteriores, ¿qué implicó hacia dentro del grupo este cambio?
Eso lo vamos a percibir después de las presentaciones. Por un lado, implica dejar de lado formas de bailar que también nos movilizan. Por ahora fuimos para este lado, quizás el futuro nos lleve para otro lugar.
Desde sus comienzos, el grupo pone foco en el lugar de la mujer en el folklore. ¿Qué rol tiene el feminismo dentro del género?
Yau Panay nace, de manera espontánea, a partir de un grupo de mujeres. Si bien no fue pensado, exclusivamente, para mujeres, después de andar cierto camino nos dimos cuenta que lo nuestro es un acto feminista por estar bailando juntas, solo mujeres; zapateando, haciendo boleadoras, que son dos formas de abarcar la danza folclórica históricamente más ligadas al hombre. Nos reafirmamos desde la mujer y sin reproducir estilos y maneras físicas de lograr eso.
El hecho de que seamos mujeres las directoras y también de que seamos dos es un acto feminista: el de compartir y pensar nuevas formas de accionar.
Por otro lado, participan de colectivos dentro del folklore que promueven una militancia feminista.
Algunas de las Yau Panay estamos más activas en el colectivo Mujeres del Folklore, donde damos más rienda a estos actos de danza folclórica feminista con un objetivo de promoción, militancia y deconstrucción.
“Somos danza que se trama
como se traman las formas, las líneas, las ideas.
Tomamos la raíz profunda de nuestro folklore y la tejemos.
Tejemos raíces, redes, universos.
Diferentes.
Ausentes.
Presentes.
Abismales.
De tiempos ancestrales y de cemento.
Somos danza de este siglo, evocando otros más antiguos.
Somos noche estrellada.
Entramadas.
Bailamos lo urgente, lo que nos une, lo que nos diferencia.
Bailamos con el saber de hoy y de mañana,
para darle nuevos sentidos a nuestras danzas.
Entramadas.
Zapateamos como mujeres.
Usamos boleadoras como mujeres.
Echamos a volar nuestros pañuelos en alguna zamba.
Hacemos de nuestra danza un grito colectivo.
Y pintamos con nuestros pies, nuevas huellas.
Nos reunimos en una trama infinita que se mueve a su propio ritmo, que es el nuestro.
De corazón que late. De sonidos nuevos.
También nuestros.
Y en este entramado estamos todas. Que somos todas y somos una.
Las de ayer, las de hoy, las de un mañana.
Entramadas”.
como se traman las formas, las líneas, las ideas.
Tomamos la raíz profunda de nuestro folklore y la tejemos.
Tejemos raíces, redes, universos.
Diferentes.
Ausentes.
Presentes.
Abismales.
De tiempos ancestrales y de cemento.
Somos danza de este siglo, evocando otros más antiguos.
Somos noche estrellada.
Entramadas.
Bailamos lo urgente, lo que nos une, lo que nos diferencia.
Bailamos con el saber de hoy y de mañana,
para darle nuevos sentidos a nuestras danzas.
Entramadas.
Zapateamos como mujeres.
Usamos boleadoras como mujeres.
Echamos a volar nuestros pañuelos en alguna zamba.
Hacemos de nuestra danza un grito colectivo.
Y pintamos con nuestros pies, nuevas huellas.
Nos reunimos en una trama infinita que se mueve a su propio ritmo, que es el nuestro.
De corazón que late. De sonidos nuevos.
También nuestros.
Y en este entramado estamos todas. Que somos todas y somos una.
Las de ayer, las de hoy, las de un mañana.
Entramadas”.
¿Con qué se van a encontrar el 23 y el 29 las personas que vayan?
Primero, se van a encontrar con una sorpresa linda. Y con un pensar el folklore desde otro lado. Se van a encontrar también con mujeres tejiendo redes, con mucho amor, con un posicionamiento feminista, con innovación.
¿Quiénes serán las invitadas?
A la hora de pensar músicas que podían acompañarnos, se nos presentó un abanico enorme y hermoso. Va a estar Nailé Antune Perinelli el 23. Es una piba de San Luis que escuchamos y nos encantó. Empezamos a trabajar una canción suya y nos terminamos contactando. Es del ambiente del folklore, es moderna y es una soñadora.
¿Y el 29?
El 29 nos va a acompañar Paula Suárez, que tiene una historia muy particular con su familia. Ella es hija del “Chingolo” Suárez, folclorista santiagueño con un amplio recorrido. Hermana de Juan Cruz y Santiago Suárez, que es el líder de Vislumbre del Esteko y uno de los integrantes de La Brasita de mi Chala, que van por un folklore “del monte” pero bien actual y que resuena mucho en los y las jóvenes. Ella se largó hace un par de años recién, a pesar de que la música la atravesó desde siempre. Lamentablemente, no tuvo la misma posibilidad que tuvieron sus hermanos, ha sido muy difícil para ella largarse sola por ser mujer.
¿Cómo te imaginás la noche del estreno?
Me la imagino con mucha emoción. Se trabaja muchísimo para estrenar una obra: lo comparo con la edición de un libro, sacar un disco, escribir una tesis o hasta tener un hijo. Lleva mucho tiempo y dedicación, son muchos detalles, muchas ideas y es poner mucho el cuerpo. Esa noche va a ser una fiesta.
TODA LA DATA
Acerca de las directoras de Yau Panay
TAMARA PERAYRE
Forma parte de Yau Panay desde sus inicios, hace 3 años. Anteriormente, integró la compañía Nuevo Arte Nativo, bajo la dirección de Koky y Pajarin Saavedra, durante 7 años; la compañía Dehors, dirigida por Geraldine De Cresenzo, durante 2 años; fue parte del Ballet Misiones Danza, con la dirección de Maria Elena Markendorft, durante 5 años; y del Ballet Provincial de Misiones, a cargo de la maestra Laura de Aira, durante 4 años.
Estudió la Licenciatura en Composición Coreografía con mención Danza en la Universidad Nacional de las Artes (UNA) y se formó con diferentes maestros: Alejandro Toto, María Elena Mrkendorft, Laura De Aira, Liliana Belfiore (clásico), Koky y Pajarin Saavedra, Emilce Marcolongo, Adrián Bernal, Guillermo “Kuli” Gómez y Néstor “Polaco” Pastorive.
CARLA ESTEFANÍA CHIESA
Desde 2016 hasta la actualidad forma parte del grupo de raíz folclórica Yau Panay. Entre 2014 y 2018 formó parte de la compañía Nuevo Arte Nativo, formada y dirigida por Koki y Pajarin Saavedra; entre 2012 y 2014 formó parte de grupo Taller de Movimiento, a cargo de la bailarina contemporánea Valeria Alisio, en San Luis; formó parte del Ballet Universitario de la Universidad Nacional de San Luis y del grupo de folklore contemporáneo Andanzas entre 2008 a 2011, bajo la dirección de Javier Bautista.
Comenzó sus estudios en danzas folclórica en la Academia Reflejos de Tradición, en la ciudad de San Luis. Ha tomado clases regulares de danza clásica con Verónica Maseda y Gabriela Fabro; en folklore, zapateo y boleadoras con Néstor “Polaco” Pastorive, Guillermo “Kuly” Gomez y Adrián Bernal. En la actualidad, también está abocada a la danza terapia.
Intérpretes de YAU PANAY
Carla Chiesa, Tamara Perayre, Vanesa Fuentes, Mercedes Pellegrini, Rocío Cáceres, Gisella Mellea, Anabella Possenti, Carla Miralles, Inés Gosnn, Gimena Luccardi.
“Entramadas” se presentará el Sábado 23 de noviembre – 21.00 hs Música invitada: Nailé Antune Perinelli.
Viernes 29 de noviembre – 21.00 hs Música invitada: Paula Suárez.
Ambos encuentros serán en el Teatro Asterión – Zelaya 3122, Abasto, Ciudad de Buenos Aires.
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