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"La política no se construye únicamente desde los partidos"

por Revista Cítrica
05 de agosto de 2016

En la previa a la marcha del 7 de agosto por Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo, el referente de la CTEP Juan Grabois asegura que algo está pasando en el subsuelo de la patria.

¿Por qué la multitudinaria marcha por Paz, Pan y Trabajo que el domingo saldrá desde San Cayetano y que en la Plaza de Mayo encontrará juntas a tres importantes organizaciones no está en la agenda de los grandes medios? ¿No se enteraron? ¿O es que el cerco no sólo es mediático, sino también político? Además de cercos, ¿habrá vallas otra vez en la Plaza? ¿Qué pasa “en el subsuelo de la patria”, a nivel político, en este momento del país? ¿Cómo repercuten las medidas de gobierno en la Economía Popular y cómo se organiza el sector en este contexto? Algunas de estas cosas hablamos con Juan Grabois, referente de la CTEP- Confederación de Trabajadores de la Economía Popular- en la previa a una marcha que será todo un hecho político y social, por más que la tele no se haya enterado.

La movilización probablemente no tenga la cobertura mediática que sí tienen otras pero logró unir a la CTEP, la CCC, Barrios de Pie y otras organizaciones sociales. Más allá del lema, ¿qué es lo que expresa a nivel político y social la marcha del siete?

Existe una grieta creada por la política del espectáculo, que es una grieta falsa. Y una grieta real que es una fractura en nuestra sociedad y que se va profundizando cada día, ahora mucho más con esta restauración neoliberal, y que tiene que ver con las desigualdades que el capitalismo global va a agudizando en todo el mundo. Y como correlato de eso existen organizaciones que trabajan silenciosamente y pelean hace muchísimo tiempo, que no son un invento del marketing político ni de un call center lleno de trolls que crea una imagen para un sector de la sociedad que tiene acceso a eso. Hay algo que pasa en el subsuelo de la patria, donde los excluidos y las organizaciones comunitarias cada tanto emergen y hacen oír y ponen en discusión cosas que la política mediática no discute. Para nosotros eso se sintetiza en el programa de las tres T: techo, tierra y trabajo, que son el punto de conexión de las necesidades inmediatas de nuestro pueblo -agregando el tema del pan, porque ahora vuelve a aparecer el fantasma del hambre en las barriadas- y un proyecto estratégico de país que tiene que ver con lo que soñó San Martín hace 200 años y no con lo que estamos viviendo hoy. Un país donde puedan haber estos derechos sociales para todos y que eso hoy el sistema no lo resuelve.

A su vez la marcha exige reclamos puntuales, ¿no?

Sí, queremos interpelar a la sociedad desde abajo con estas cosas al mismo tiempo que damos una lucha reivindicativa. La movilización tiene este doble carácter. Por un lado es una movilización en la que planteamos un programa estratégico para nuestro pueblo que tiene que ver con la reforma agraria, con la integración urbana y con la inclusión sociolaboral. Que son un poco los ejes de techo, tierra y trabajo. Planteados desde las organizaciones de los trabajadores de la economía popular, de los villeros, de los pueblos originarios y los campesinos. Y por otro lado, con un reclamo inmediato, que es el complemento salarial universal o salario social complementario. Y qué básicamente es exigirle al estado que ponga la plata que tiene que poner para que ningún compañero, que está trabajando fuera del sector privado, del sector público en condiciones de formalidad, esté por debajo del mínimo, vital y móvil. Eso hay plata para hacerlo y técnicamente es muy sencillo de hacer: es una decisión política. Así como se toma la decisión política de darle 5.000 cupos del Repro a una empresa multinacional como Mc Donald’s, que representan 4.500 pesos por empleado. Eso mismo hay que hacerlo en la Economía Popular, que hoy tiene solamente 7.000 trabajadores en ese programa que se llama Programa de Trabajo Autogestionado, y que debería tener por lo menos 2 millones de trabajadores. Esa es la reivindicación inmediata, porque no queremos volver a cortar una ruta por un bolsón de comida. Ni que los compañeros tomen mate con la yerba que la fueron secando del día anterior. A eso no vamos a volver. Ese es el espíritu de la movilización. Y también plantear que la política con mayúscula, esa que tiene una mirada y una proyección que va más allá de la coyuntura, no se construye Ãºnicamente desde los partidos. Mucho menos desde los medios de comunicación. Se construye todos los días en las barriadas, en las cooperativas, en la calle.

El Gobierno intenta desarticular e invisibilizar las grandes manifestaciones. ¿Creés que el domingo la plaza estará vallada? En ese caso, ¿cómo te imaginás el escenario teniendo en cuenta la gran cantidad de gente que participará de la marcha?

Si está vallado, nos quedaremos del otro lado del vallado y punto. En la CTEP tenemos claro que el camino para salir de esta crisis y construir poder popular, no es obviamente la represión a los reclamos populares, pero mucho menos la manipulación del sufrimiento ajeno por parte de algunos sectores de la política. Nosotros no vamos a buscar una situación de violencia. De hecho estamos convencidos de hacer una fiesta popular. Y si aparece cualquier grupito que plantea un escenario de estas características los compañeros le van a pedir muy gentilmente que se corran. Acá muchas veces algunos grupos muy ideologizados pretenden sustituir la masividad que no tienen por cierta exageración escénica en las acciones. Nosotros tenemos otra orientación que tiene más que ver con la cultura de nuestro pueblo. Y que tiene que ver con esto de paz, pan y trabajo también. Porque nosotros vemos que la paz social está en peligro pero luchasmos por la paz. Porque nuestro pueblo anhela la paz, no la violencia. Y creemos que solamente se puede conseguir la paz como fruto de la justicia social. Y en ese sentido la organización comunitaria tiene mucho que hacer.

El gobierno de Macri avanza ferozmente en gran medida por la fragmentación política de la oposición, que incluye la disputa interna del peronismo pero que la excede en cuanto a representación de los sectores populares. En ese sentido, parece una buena señal ver que organizaciones sociales dejan de lado sus diferencias y buscan la unidad en este contexto tan particular de país.

Ojalá, efectivamente hay un sistema político-partidario que no representa a nada ni a nadie. No representa a un sector de la sociedad ni a otro. De nuevo hay una crisis de representación, de otras características a las del 2001, pero donde la política como instrumento de transformación de la sociedad esta siendo denigrada por sus dirigentes. Yo, personalmente, tengo mucha esperanza en los jóvenes. Veo una generación que por lo menos está intentando atar su destino a los descamisados del presente. Que no es lo que hoy pasa con el peronismo. El peronismo tiene su razón de ser en estar profundamente integrado por los descamisados en su momento. Hay una porción de la sociedad que no está representada y yo tengo la esperanza de que algún día ese bloque histórico y esa escisión que hay entre lo social y lo político se supere, pero estamos muy lejos de eso. Por eso desde los movimientos populares, desde lo inmediato, desde las necesidades más próximas de nuestro pueblo, apostamos por menos palabrerío, menos ideología, menos personalismo y buscar la unidad, porque sin la unidad no podemos frenar el avance y la ofensiva del capital sobre nuestros pueblos. Y mucho menos conseguir las reivindicaciones que nuestros compañeros se merecen. Por eso debemos poner las necesidades de los compañeros por encima de cualquier disputilla de dirigentes o cuestión mediática, que es un ejercicio difícil pero hay gente que lo hace. Hay dirigentes que no quieren andar figurando en todos lados. Hace falta esa humildad para construir unidad. Si no hay humildad y no hay realmente un empoderamiento del sujeto que está sufriendo, no de la pequeña burguesía que acompaña, sino de los cartoneros, de los costureros, de los villeros, donde sean ellos los verdaderos protagonistas de su destino, no hay cambio social posible. Y creo que la marcha del domingo expresa este anhelo.