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“La Iglesia hace oídos sordos a las víctimas de abuso”

Julián Darío Bartoli se animó a hablar. Fue abusado por el cura Eduardo Lorenzo en el colegio Nuestra Señora de Lourdes entre 1999 y 2001, cuando tenía 13 años. No fue el único, hay al menos 30 denuncias, y el sacerdote continúa ejerciendo funciones en la Iglesia.

Julián Darío Bartoli*

“El cura Eduardo Lorenzo abusó de mí durante dos años y medio. El horror comenzó cuando yo tenía 13 años. Mi cabeza se intoxicó de imágenes, olores que me dejó este tipo cuando abusó de mí que no me las puedo sacar de la cabeza y empezaron a afectarme cuando estoy con mis hijos. Cuando los abrazo, les doy un beso, los baño o los llevo a dormir me acuerdo del horror que viví esos años. Eso es lo que más me duele y entristece y me quiebra todo el tiempo.

Las consecuencias que sufro por los abusos las voy a tener de por vida. Y cuando trabajo en terapia sobre el tema se me generan dudas sobre si tendré bloqueado otros episodios más graves y eso me genera mucho miedo, pero decidí que voy a enfrentarlo. 

Me llevó 20 años estar donde estoy hoy para poder hablar. Después de la denuncia pública que hice ayer me contactó gente que no conocía para contarme los abusos que sufrieron y eso me hace muy bien porque uno de mis objetivos era ayudar a otras personas a que empiecen a hablar para poder sanar porque, aunque hoy los medios le estén dando mucha bolilla a esto, hay muchas personas que aún no se animan a contar.

El cura Lorenzo abusó de mí durante dos años y medio, el horror comenzó cuando yo tenía 13

Una semana antes de mi declaración ante la Justicia, Lorenzo llamó a mis padres y su abogado también lo hizo. Por suerte nosotros sabíamos que eso podría pasar, grabamos la conversación y la presentamos a la Fiscalía. Llamó buscando desestatizarme emocionalmente. Trató a mi papá de amigo y trató de demostrarle que todavía tiene contactos políticos en el Servicio Penitenciario. Es una basura de la que no esperaba otra cosa. Lo más perverso de todo es que las personas que lo ayudaron a conseguir el teléfono de mi familia eran lideres scouts en la época que fui abusado, gente que hoy me puedo cruzar en la calle y con quienes tengo conocidos en común. Es muy doloroso que crean las mentiras de este tipo. 

Estoy convencido de que esto va a avanzar en la Justicia. La Fiscalía está llevando bien el caso, se está armando un caso sólido. Lorenzo ya les arruinó la vida a por lo menos 30 personas, esas son las víctimas que yo conozco, varones que padecen intentos de suicidio, están en situación de calle, como consecuencia de los abusos que sufrieron. Estoy seguro de que van a parecer más víctimas, que hoy están mal y no pueden hablar, pero van a empoderarse y se van a animar.

La Iglesia nunca actuó de forma contundente contra esta persona, elige hacer oídos sordos a las víctimas. Es mentira que estén haciendo algo, los católicos que están muy arraigados a la Iglesia les hace bien escuchar que su supuesto Papa les dice que está haciendo algo. Sin embargo, una de las manos derecha del Bergoglio es el obispo de La Plata donde yo vivo y es quien respalda día a día a Lorenzo. Por ende, para mí el Papa respalda a Lorenzo. Hoy la Iglesia tiene una maquinaria muy grande, tiene mucha plata, recursos, contactos y ponen palos en la rueda todo el tiempo.

La Iglesia nunca actuó de forma contundente contra Lorenzo

No hay que mezclar la institución con la religión, es simplemente una institución que está compuesta por gente psicópata que abusa y quienes están a cargo quizás también lo sean por eso deciden no hacer nada. Sé que hay chicos jóvenes de 14, 15 años que hoy siguen en contacto con Lorenzo y les puede estar pasando lo mismo que me pasó a mí. 

Tenemos que exponernos a las cámaras para que vean que no estamos mintiendo. Nadie nos está ofreciendo plata, simplemente contamos nuestra verdad para que estos tipos dejen de estar en contactos con menores.

A todos aquellos que lean esto les quiero decir que existe la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina, así la pueden buscar en Facebook, que está compuesta por mujeres y hombres víctimas de abuso eclesiástico y ex curas de diferentes edades y de todas partes del país. Tenemos profesionales, psicólogos, abogados que los pueden ayudar si quieren empezar a sanar y luego ellos pueden decidir qué camino seguir.

Si tuviera a Lorenzo cara a cara le diría que intentó arruinarme la vida pero que no pudo, y tampoco va a poder con todas las otras víctimas porque va a haber justicia y va a terminar en la cárcel”.

* Joven abusado por el cura Eduardo Lorenzo en el colegio Nuestra Señora de Lourdes entre 1999 y 2001, cuando tenía 13 años.