“Nuestras vidas siguen precarizadas y marginalizadas”

Por cuarto año consecutivo, las travestis y trans salieron a manifestarse, a protestar y a visibilizarse. No salieron a festejar, no hicieron un "desfile de colores", como quieren vender hoy en muchos países del mundo.
Salieron para visibilizar las violencias sistemáticas ejercidas contra su comunidad a través de la violencia institucional por parte de los Estados genocidas, salieron a exigir la inmediata recuperación de todos sus derechos arrebatados, salieron por el orgullo de ser lo que son: identidades disidentes al sexo-género impuesto por el sistema patriarcal, porque día a día le dicen basta al biologicismo que pretende encasillar al mundo en una heterosexualidad obligatoria.
Salieron para exigir mayor cupo laboral, porque las travestis y trans tienen muchas menos posibilidades de conseguir trabajo que cualquier otra persona heterosexual. Y salieron, también, para seguir resistiendo, porque el hetero-cis patriarcado asesina a una compañera trans-travesti cada 96 horas.
Por todo eso y por mucho más, por las que están y por las que ya no están; por Berkins y por Sacayán: ni una travesti, ni una trans menos.
Porque, a ellxs también, vivas y libres las queremos.
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