En el nombre de Dios

por Estefanía Santoro
16 de noviembre de 2018

Prometen la solución a todo tipo de enfermedades, adicciones y problemas, comercializan sus propios productos, recaudan grande sumas de dinero no registradas, organizan campañas en contra de derechos ya adquiridos, la gran mayoría de sus fieles pertenecen a la clase baja pero sus líderes son millonarios. ¿Cómo operan las Iglesias evangélicas? ¿Qué valores difunden? ¿Qué presencia poseen en la arena política y que alianzas han establecido?

Era sábado a la tarde, la Iglesia Universal de la calle Eva Perón, ubicada en la localidad de Lanús, Zona sur del Conurbano Bonaerense, tenía una de sus puertas semiabiertas. Entré, me recibió una mujer joven y antes que pueda hablarme me apresuré a preguntarle cuando podría asistir a una reunión. “Acompañame te llevo hasta donde está el obrero, él te va a bendecir”, me dijo. En la Iglesia Universal un obrero es quien voluntariamente se ofrece a prestar ayuda a fieles, es un rango menor que el pastor en la pirámide de jerarquías de esta institución. Atravesé junto a la mujer más de 100 butacas por medio de un largo pasillo que me conduciría hasta un atril de madera con una cruz tallada. Ahí estaba el obrero, mirándome fijo a los ojos. “Vamos a hablar y voy a sacar de tu cuerpo todo eso que te está haciendo mal, tocá este paño, yo voy a orar por vos”, me dijo el hombre que vestía camisa blanca, corbata azul, pantalón y zapatos negros. Puso sus manos sobre mi cabeza y comenzó a gritar: “Sal demonio del alma de esta mujer”; lo repitió varias veces, cada vez más fuerte y finalizó: “Amén. Vení mañana a las 9 de la mañana, el pastor te recibirá”.

Al día siguiente volví, era domingo, día especial dedicado al "Encuentro con Dios", según versaba uno de los carteles. “Apague su celular y cualquier aparato electrónico, no se puede filmar ni tomar fotografías”, repetía cada cinco minutos un audiovisual desde un proyector. Después de 40 minutos de cantos, alabanzas, promoción de productos sanadores que curan cáncer, diabetes, reumas, jaquecas, adicciones e incluso las más severas depresiones, el pastor anunció que mostraría un testimonio de alguien que sanó su vida y encontró la paz.

“Tal vez les parecerá un poco fuerte este testimonio que les voy a mostrar. Es un ex travesti, vean lo que el Espíritu Santo hace cuando una persona repara su alma”, dijo el predicador. En el video un joven aseguraba que durante siete años había vivido un infierno por ser travesti, hasta que Dios lo salvó: “Un día me encontré a una obrera en la calle que me dio un libro y entendí que esa era la solución, que Dios me estaba salvando del vacío que sentía. Desde ahí cambié y no tuve más deseos de vestirme como mujer y tener relaciones con hombres. Vendí toda mi ropa, corté mi relación con mi novio y me entregué a Dios. Me avergüenzo de lo que fui, pero hoy tengo paz porque renuncié a todo lo que era”, contaba el joven en el video que se puede ver en el canal de YouTube de la Iglesia Universal.

El fenómeno Pare de Sufrir

En julio de 1977 Edir Macedo Bezerra fundó la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD) en Río de Janeiro; además de líder religioso es empresario, escritor y doctor en teología de la Federación Evangélica Española de Entidades Religiosas. No existen datos ni estadísticas oficiales de cuántas iglesias de la IURD hay en el mundo. Según datos de la propia organización, hay 4.700 templos instalados en 172 países. Además de evangelizar en sus oratorios, la UIRD posee diarios, emisoras de radio, canales de televisión y estudios de grabación desde donde emite su mensaje de fe. De acuerdo a una investigación de la periodista brasileña Elvira Lobato, esta institución posee varias empresas, una de ellas es Alliance Jet, una compañía de taxi aéreo en San Pablo; también existen varias compañías en paraísos fiscales ligadas a Macedo Bezerra.

Según datos de la  la propia organización, hay 4.700 templos Iglesia Universal del Reino de Dios 

El modus operandi es el mismo en todos los países: instalan templos en barrios con grandes índices de pobreza divulgando mensajes de sanación, la forma de cooptación de fieles está a cargo de los pastores que combinan sesiones de exorcismo, liberación del demonio y sanación del alma. Ellos predican que los problemas de las personas son causados por demonios que poseen en sus cuerpos. El sitio oficial de la IURD asegura: “El Señor Jesucristo concedió autoridad espiritual a sus seguidores para curar a los enfermos y expulsar a los demonios”[1]. Los predicadores repiten en las reuniones: “Los diezmos y las ofrendas son tan sagrados, como la Palabra de Dios. Los diezmos significan fidelidad y las ofrendas el amor del siervo hacia el Señor. Los diezmos y las ofrendas significan la sangre de los salvos en favor de aquellos que necesitan de la salvación". Allí radica la importancia de los aportes económicos que deben realizar las y los fieles para lograr la sanación.

En los 90 la IURD llegó a Argentina. Según información publicada en “El Universal”, el diario de la IURD, actualmente hay 5 iglesias en CABA, 43 en Buenos Aires y 52 en el interior del país; además de la programación en distintas franjas horarias en los canales América, Telefe, 360, Canal 9, las emisoras Radio Buenos Aires AM 1350, Red Aleluya FM 106.3, La voz del cuyo 90.3 en San Luis, Radio Latina FM 97.1 en Córdoba y en todas las redes sociales para “Acceder a contenido que fortalecerá su vida espiritual”, según promete la contratapa del diario.

Foto: Viojf

Foto: Viojf

Predicando valores de ultraderecha

Lo que inquieta en torno a la UIRD y el resto de las iglesias protestantes (evangélicas, bautistas, pentecostales, metodistas, adventistas, entre otras) no es solo el poder que han adquirido y el dinero que recolectan bajo un alto grado de manipulación al que son sometidxs sus fieles, sino también las ideas ultraconservadoras que defienden, cargadas de discriminación. Estas iglesias predican una férrea oposición a lo que ellos llaman Ideología de Género, desde donde niegan los derechos de las personas lgtbiq+ en pos de la preservación de la familia heterosexual tradicional.

A partir de las campañas: Salvemos las dos vidas, Con mis hijos no te metas, y años atrás con su oposición al matrimonio igualitario, las iglesias evangélicas en sintonía con la católica diseminan mensajes contra el aborto, la educación sexual en las escuelas y la aceptación de la disidencia sexual y la identidad de géneros.

Javier Corrales, profesor de Ciencias Políticas explica: “Cuando los expertos argumentan que la diversidad sexual es real y la identidad de género es un constructo, el clero evangélico y católico dicen que no se trata de algo científico, sino de una ideología. A los evangélicos les gusta enfatizar la palabra ‘ideología’ porque les da el derecho, argumentan, de protegerse a sí mismos --y en especial a sus hijos-- de la exposición a esas ideas. La ideología de género les permite encubrir su homofobia con un llamado a proteger a los menores.”[1]

 
Cuando la región es política

La enorme cantidad de seguidores que posee la UIRD y el resto de las iglesias evangélicas en nuestro país hace agua la boca a muchxs políticxs porque ven allí una forma fácil de sumar votos. Los pastores de estas instituciones vienen realizando alianzas políticas con distintos partidos en toda América Latina. En Brasil por ejemplo han respaldado abiertamente la candidatura del militar de ultraderecha recién electo presidente Jair Bolsonaro, y -según analistas de política internacional- es una de las razones que lo llevó a ganar las elecciones. Incluso el propio Macedo Bezerra días antes de las votaciones anunció en su página de Facebook que lo elegiría[2].

La ideología de género les permite encubrir su homofobia con un llamado a proteger a los menores

En nuestro país dirigentes del peronismo y el macrismo vienen realizando demostraciones de apoyo hacia el movimiento evangélico desde hace tiempo. Verónica Magario, intendenta de La Matanza y referente del PJ, declaró de Interés Social y Cultural el pasado 31 de octubre como fecha festiva de las iglesias evangélicas. Semanas atrás, circuló un spot en varios canales de noticias, donde además de pañuelos celestes, se exhibían los festejos realizados ese día en el municipio donde “hay más de mil iglesias evangelistas”, según afirmó Magario.

El PRO, por su parte, posee alianzas con distintos referentes de iglesias evangélicas desde hace varios años. En 2008, cuando Mauricio Macri era Jefe de Gobierno, apoyó abiertamente la masiva presentación que dio en el Obelisco el evangelista Luis Palau, un evento que congregó a más de 300 mil personas. Y en 2016 el predicador viajó a nuestro país especialmente para visitarlo. En noviembre del año pasado Horacio Rodríguez Larreta, actual jefe de Gobierno porteño, asistió a la Marcha por Jesús, una celebración de iglesias evangélicas que reunió a 25 mil fieles frente al Congreso donde el propio Larreta fue exorcizado en un escenario.

No solo existen muestras de apoyo, los pastores también poseen cargos políticos. María de los Ángeles Roberto, profesora en Letras y Magister en Sagradas Escrituras, ha iniciado una investigación que actualmente en curso sobre las vinculaciones de las distintas iglesias evangélicas con el poder político. En su trabajo detalla una larga lista de diputadxs, senadorxs, concejalxs y referentxs políticos que son pastores o poseen fuertes vínculos con distintas instituciones religiosas: En Mendoza el vicepresidente de la Cámara de Senadores, Hector Bonarrico (Partido Intransigente) es pastor apóstol; David Schlereth (PRO) diputado nacional de la provincia de Neuquén es pastor bautista; Domingo Peppo (PJ), gobernador de Chaco, se alió con el movimiento político de la iglesia “Invasión del Amor de Dios”; Miriam Boyadjian (PRO) senadora de Tierra del Fuego es miembro de la iglesia bautista “Hay vida en Jesús”, institución que el año pasado cumplió 60 años en Río Grande, su madre Elida Boyadjian es una de las fundadoras; Daniel Robledo (Partido Pueblo Nuevo - PJ) diputado provincial de La Pampa es Pastor de la Iglesia Evangélica Cristiana; Eduardo Cabello (PJ) diputado provincial de San Juan y secretario de la CGT y la UOCRA es pastor evangélico del templo “Cita con la vida”.[1] La lista sigue y ocupa un apartado especial en la investigación de Roberto.

El año próximo habrá elecciones y la enorme cantidad de personas que movilizan las iglesias evangélicas ha llamado la atención de referentes de la política en busca de votos. En caso de conseguirlos, ¿esperarán algo a cambio? Estas alianzas, ¿legitiman socialmente los valores ultraconservadores que predican esas religiones? Se trata de valores que niegan derechos ya adquiridos en nuestro país, como la Ley de Identidad de Género, el matrimonio igualitario, los abortos no punibles y la ley de Educación Sexual Integral (ESI). La organización Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) nuclea a más de 200 iglesias evangélicas de todo el país, frente a semejante estructura ¿Quién puede subestimar el poder de estas instituciones?

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