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¿El aborto clandestino a las urnas?

por Mariano Pagnucco
29 de agosto de 2018

El Partido Celeste es la expresión electoral de los sectores que dieron la pelea para que no saliera la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Una plataforma política que se nutre de las oenegés "pro-vida" donde la defensa de "los valores perdidos" y la lucha contra la "ideología de género" son algunos de los argumentos para interpelar a "la gente".

Un grupo de "outsiders" de la política tradicional que decide dar el salto de las oenegés a la vía institucional para cubrir "la crisis de representatividad" de una parte del electorado argentino y traer un cambio de pensamiento a la sociedad. Con esa marca de origen, que tiene ecos de otros nacimientos políticos recientes en la Argentina, se presentó ayer oficialmente el Partido Celeste.

La novedad de este espacio, en todo caso, es que recoge la efervescencia que dejó la discusión legislativa en torno al aborto, con el mismo eje constitutivo que terminó inclinando la balanza en el Congreso Nacional: defender "las dos vidas"; es decir, defender la vida "desde la concepción hasta la muerte natural"; es decir, relegar los abortos que se practican cotidianamente a la clandestinidad. Sobre esa base conceptual nace un nuevo partido con aspiraciones electorales para 2019.

Lo que la gente quiere

El Hotel Savoy está ubicado a dos cuadras del Palacio Legislativo. Apenas 20 días atrás, esa parte de la avenida Callao fue desbordada por una humana marea verde que exigía la sanción de la ley de aborto legal, seguro y gratuito que la Cámara de Senadores le negó por siete votos de diferencia (38 a 31 fue el resultado final). Pero algo de las aguas agitadas de aquellos días se coló en el subsuelo del hotel, el lugar elegido por los autodenomidados "pro-vida" para lanzarse a la política electoral: el logo del Partido Celeste, presente en las banderas que decoran la mesa de oradores, es -al primer golpe de vista- una ola encerrada en un círculo.

Hay gente de buena voluntad indignada por el debate largo y lamentable sobre el aborto. 

En el centro de la mesa están Raúl Magnasco y Ayelén Alancay, una pareja de contadores públicos que encabeza (él como presidente y ella como vice) la Fundación +Vida, uno de los actores más activos en toda la campaña pública en contra del aborto y semillero del grupo dirigente que ahora sonríe frente a unas 50 personas sentadas, algunas otras de pie y un puñado de cámaras fotográficas y de video que colman el pequeño salón. Completan la mesa Julio Gómez y Elena Guidi, también miembros de la fundación devenidos dirigentes políticos.

Después de 18 minutos, el micrófono ha circulado frente a los cuatro, que se repartieron los testimonios para describir el espíritu general del partido, su orientación y sus perspectivas:

"Esto surgió este año por el debate que se dio por la legalización del aborto. Nos dimos cuenta que hay una crisis de representación parlamentaria y partidaria. La gente votaba listas transversales con un primer candidato defensor de la vida y el segundo candidato exactamente lo contrario. Entonces vimos que eso no podía seguir así, no había forma de representar el voto de la gente: las encuestas daban todas que la gente estaba en contra del aborto y tuvimos que pelearlo voto a voto. Esto se debió a que no estaban legitimados por el pueblo a decidir sobre este tema los representantes".

"Hicimos una encuesta en la página de la fundación '+Vida' y nos dimos cuenta que el 84% de la gente apoyaba la iniciativa de que se creara un partido que defendiera la vida desde la concepción hasta la muerte natural".

"Nuestra estrategia sería, básicamente, conseguir representar a todo el pueblo y poder llegar al Congreso para que en el próximo período legislativo, si se debate el tema, estar ahí presentes y presentar proyectos que defiendan las dos vidas o la vida desde la concepción hasta la muerte natural, e iniciativas de todo tipo: desde un proyecto leve como puede ser una declaración de interés hasta un proyecto grande como puede ser incluir la defensa de la vida humana en la educación".

Este año nos dimos cuenta de que hay una crisis de representación parlamentaria y partidaria.

"Lo que queremos dejar en claro es que es un partido aconfesional, como también lo es la fundación. Entre nosotros hay representantes, sí, de la Iglesia Católica, de iglesias cristianas-evangélicas, judíos, ateos, agnósticos; es decir, es un espacio abierto para todo aquél que le interese defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural, sin importar si es de una religión, si profesa algún culto. Porque no es una discusión religiosa así como lo quieren hacer creer. Es una religión... una discusión que va más allá, es una discusión ética, biológica, científica, y la pelea por la vida creo que se ha visto que la mayoría de la Argentina es pro-vida. Por lo tanto, estamos intentando con esto aunar el trabajo y el esfuerzo de todo aquello que vinimos haciendo en este tiempo en la lucha en contra del aborto, pero no solamente quedarnos en esto: luchar siempre a favor de las dos vidas".

"Es una idea que surgió de la gente. Este partido es de la gente y para la gente, así que estamos muy felices de poder crear este espacio y que todos los que quieran defender la vida lo puedan hacer también desde la política. Nosotros lo venimos haciendo desde la fundación, haciendo trabajo social, y realmente creemos que desde la política se puede hacer mucho más".

Consulta popular en la web

Por si quedaban dudas sobre el eje central del nuevo espacio político, Magnasco refuerza: "El Partido Celeste tiene una sola misión que es impulsar y crear proyectos de normativas, dependiendo del ámbito donde el candidato pueda posicionarse, a favor de la promoción de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Quiero ser muy claro en esto: la identidad del partido pasa por ahí".

Para el resto de discusiones legislativas que no tengan que ver con el núcleo vital de la plataforma partidaria, los celestes van a fondo con su concepción de la representación política. Magnasco: "En nuestra opinión, un representante no está en una posición de hacer o votar una ley en función de lo que personalmente quiera, sino que su opinión personal está en un segundo plano. Su opinión es importante, no lo dudamos, para el momento en que tenga que someter a consulta la votación de un tema puntual, pero lo que debe prevalecer siempre es la opinión del pueblo".

Quiero ser muy claro en esto: la identidad del partido pasa por la defensa de las dos vidas.

¿Qué propuesta tienen para que el pueblo delibere junto a sus representantes? "Saliendo del eje central que es la defensa y la promoción de la vida, es decir, saliendo de su trabajo de lunes a viernes que es crear proyectos e impulsarlos; alternativamente, cuando le toque debatir o votar cualquier temática que esté relacionada con cualquier otro aspecto que no sea el derecho a la vida, eso debe someterse a consulta. Hoy entendemos que es posible, tenemos las herramientas para hacerlo, la tecnología moderna, eso se puede hacer fácilmente a través de un sistema web donde la gente pueda opinar".

"Lo que no es vida se plebiscita", podría ser un eslogan informal del Partido Celeste, que según sus referentes tiene presencia en la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Catamarca, La Rioja, Salta, Mendoza, Chubut y "próximamente" Río Negro. Lo que los ocupa por estos días es conseguir las firmas necesarias para inscribir al partido de cara a los comicios del año próximo.

"La mayoría de los que conformamos el Partido Celeste somos outsiders, como se dice ahora que está de moda usar palabras en inglés, de la política, porque realmente nunca nos hemos involucrado en la política, pero hace tiempo que veíamos esta crisis de representatividad", explica Magnasco, la voz más enérgica en la conferencia de prensa.

Una Nación educada... sin ideologías

Entre el público presente hay copias de un cuadernillo con algunas de las propuestas programáticas del partido que -los oradores no se cansan de repetir- son fruto de un consenso entre quienes se acercaron a aportar ideas en las últimas semanas, "gente de buena voluntad que se ha sumado indignada" por el "debate largo y lamentable sobre el aborto".

En la página del cuadernillo dedicada al tema Educación, se lee: "Se propone restringir la ideología de género en la educación, pública o privada, y dotar a la misma de mecanismos de defensa permanentes para evitar todo tipo de ideologías en la educación". Y sigue: "Se impulsará el empoderamiento de los padres en la educación de sus hijos, y libertad para elegir sobre la educación que deben recibir sus hijos de forma personalizada, libre de presiones institucionales o imposiciones ideológicas".

Se propone restringir la ideología de género en la educación.

En el espacio abierto a las preguntas periodísticas, Cítrica retoma esos puntos y consulta por el valor que tiene para el partido la educación sexual y la difusión de métodos anticonceptivos como instancia previa a la necesidad de un aborto. Toma el micrófono Alancay: "La educación sexual debe darse en los colegios, pero nosotros le damos un giro a este tema en el sentido de que si nosotros a los jóvenes les decimos cómo cuidarse y no les decimos para qué estamos teniendo un inconveniente, porque los jóvenes no terminan de entender porqué están cuidándose. Si nosotros planteamos en la educación qué es un niño por nacer, qué es un embarazo, qué es un aborto, cuáles son las secuelas físicas y psicológicas que conlleva un aborto, estamos educando a nuestros jóvenes para que ellos entiendan el porqué de cuidarse. Nosotros siempre damos el ejemplo de que una mujer cuando se entera que está embarazada, a su hijo ya le late el corazón, esto por ahí no se conoce. Hemos escuchado por ahí en los medios que se dice 'es un conjunto de células'. Cuando se menciona esto, lo que falta es educación. Es una de las patas que vamos a impulsar para nuestros jóvenes y para poder tener una Nación educada".

En busca del electorado

En el salón del hotel hay presencia de voluntarios y voluntarias de la fundación +Vida, como Matías, realizador del documental 9 encuentros para vivir o abortar, quien se define como pro-vida en agradecimiento a su madre, que le "regaló" la vida. También están los impulsores de la Marcha por la Vida, integrantes de la agrupación Juventud con una Misión (Jucum) que piden volver a mostrar en sociedad los pañuelos celestes y Fernando Secin, un urólogo de Médicos x la Vida, a quien felicitan una y otra vez por su compromiso con esta causa y por su cruce televisivo con el ex-ministro de Salud del kirchnerismo Ginés González García (a favor del aborto legal).

Éste es el primer paso para un mundo libre de aborto.

También hay gente de a pie que se acercó a acompañar el lanzamiento con sus propias preocupaciones a cuestas. Una dama que no supera los 35 dice: "Yo soy solo una madre cristiana. Me parece bien esto que están diciendo, que puede entrar cualquiera al partido. Me preocupa otra cosa más, aparte de las dos vidas, que es fundamental: el tema de la ideología de género en las escuelas, lo que quieren imponer. Quisiera saber cuál es su punto de vista". Magnasco no duda: "El tema de la libertad y la educación para nosotros es vital, pero no solo aplicado a la ideología de género. Creemos que la educación de los hijos de cada padre es un derecho humano inalienable. El Estado no puede venir y decirle que quiere que su hijo sea educado en un millón de cosas que a lo mejor exceden lo educativo, lo estricto de la materia troncal, si no que toca aristas culturales o ideológicas".

Mujer de unos 60 años: "Mi nombre es Silvia, yo hago trabajo social independiente. Lo que quería comentarles es que los votos... a nosotros no nos interesan necesariamente los votos de una clase o de otra, ¿no es cierto? Nos interesan todos los votos, toda la gente que quiera votar esta idea o este sentimiento, en realidad, del Partido Celeste. Yo conozco bastante una población, una población... bastante pobre, necesitada, y les puedo asegurar que esa gente que parece que no tuviera valores o que se les fue esta idea de los valores que generalmente nosotros proponemos y tenemos, esa gente tiene valores. Es increíble cómo han traspasado los valores que normalmente la clase media ha obtenido y ha sostenido; esa gente lo traspasó. Fíjense, por ejemplo, un delincuente cuando va a hacer un acto de delincuencia, le ruega a su santo: a San La Muerte o San Nosequién, pero ellos han trastocado, han tergiversado esos valores".

Envalentonado por la atmósfera del público, el locuaz contador público arremete: "Hoy tenemos la satisfacción de que la Argentina sea una oportunidad de mensaje para el mundo de decir: el aborto se terminó. Éste es el primer paso para un mundo libre de aborto. Yo estoy convencido de que el aborto se va a terminar en el mundo". Aplausos del público.

Sigue: "El aborto es el crimen más horrendo y cruel que uno puede imaginar. En '+Vida' somos muy estudiosos de lo que ha pasado en la historia de la Humanidad y todos los genocidios que hemos transitado, inclusive terribles crueldades como la esclavitud, en algún momento eran 'chic', eran moda, 'quién no tiene esclavitud legal'... pero finalmente empezaron los primeros locos o revolucionarios a decir 'esto está mal, me parece que es un ser humano como nosotros más allá del color o la creencia religiosa o la raza, me parece que esto es un ser humano, no es una cosa'. Y luego poco a poco fuimos viendo cómo han ido cambiando esas cosas y finalmente hoy, salvo algún caso puntual en el mundo, la esclavitud es una anécdota de los libros de Historia".

Se desliza algún murmullo, pero la audiencia sigue al líder cautivada: "Yo estoy convencido de que el aborto va a ser algo de libro de Historia en el futuro y me alegra mucho y me da mucho orgullo que como argentinos hayamos sido los primeros en dar este mensaje de cambio". Mientras la clandestinidad del aborto sigue matando mujeres, el Partido Celeste ya está en campaña.