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“En el contexto de la pandemia, las y los laburantes son descartables”

por Revista Cítrica
Fotos: Federico Imas
01 de mayo de 2021

Se registraron 1295 asesinatos laborales durante 2020, lo que equivale a una persona muerta cada 7 horas en Argentina por condiciones laborales inseguras. La incidencia del Covid-19, la desidia patronal y los escasos controles del Estado son parte del grave cuadro de situación.

Por Santiago Menconi*

En la Línea 60 tuvimos que sufrir el asesinato laboral de David Ramallo el 9 de septiembre de 2016. Ese mismo día también murió Diego Soraire en el INTA y Richard Alcaraz, un obrero de la construcción, en Villa Crespo. Junto a familiares de las víctimas y trabajadores de otros sectores armamos un espacio interfamiliar e intersindical llamado Basta de Asesinatos Laborales. 

Nos pusimos varios propósitos: en primer lugar, darle visibilidad a lo que los grandes medios llaman accidentes; nosotros entendemos que si se puede evitar no es un accidente, es un asesinato laboral. Por otro lado, exigir justicia para las víctimas y también formar activistas en Salud y Seguridad para hacerles de herramientas de prevención en cada sector de trabajo.

El sábado pasado presentamos el tercer informe anual de Asesinatos Laborales en la Clínica San Andrés, en Caseros. Elegimos presentarlo ahí porque es una clínica ocupada por las y los laburantes que vienen pidiendo la reapertura de la clínica y poner las instalaciones en función de la crisis sanitaria: tienen 12 respiradores, 90 camas y atendían a 18.000 pacientes del PAMI.

Es el tercer informe que presentamos en un observatorio propio que creamos hace algunos años, para contrarrestar los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), que es el ente competente de velar por la seguridad en el trabajo. Nos dimos cuenta desde el primer informe que los datos que aporta la SRT son incompletos, dado que no contemplan a los trabajadores sin relación de dependencia formal, lo mismo que los casos in itinere ni las enfermedades profesionales.

En los relevamientos anteriores nos encontramos con que en Argentina fallecía un trabajador cada 14 horas en promedio, oscilando entre 300 y 500 casos. Este año dimos un salto negativamente cuantitativo de 1295 casos, que son los que pudimos relevar nosotros. Es importante remarcar esto, porque en el marco de una pandemia como la que estamos atravesando las y los laburantes, hay casos que las empresas no los informan y nos es imposible acceder a ellos o bien no pudimos hacer el relevamiento.

El sector salud este año fue donde más fallecidos hubo en los lugares de trabajo. Pudimos relevar 399 casos pero entendemos que son muchos más y que, por las condiciones de salud y seguridad de estos lugares en pandemia, ocupan el primer lugar. Otros años teníamos registros más alto en transporte, construcción o municipales, y este año hay más casos en salud.  

Con respecto a la pandemia de Covid-19, pudimos relevar 985 casos que se mantienen pese a las restricciones sanitarias y pese a que no estuvo abierta la industria ni los lugares de trabajo como otros años. También relevamos 310 casos de trabajadores y trabajadoras que murieron en el marco de la pandemia, pero no por Covid-19.

Para tener en cuenta: varias empresas no cumplían con los protocolos correspondientes y obligaban a los trabajadores que debían estar licenciados por el DNU 207/20 a prestar servicio. Uno de los casos más terribles es el de la empresa Murata, una tercerizadora en seguridad que presta servicios para Ferrocarriles Argentinos. Ahí, por ejemplo, falleció Miguel Ángel Olmedo, que tenía 64 años y debía estar licenciado. Lo obligaron a cumplir funciones, contrajo Covid y falleció. En el marco de la pandemia, solo en la empresa Murata fallecieron nueve trabajadores.

Algo similar sucedió en el ingenio Ledesma, donde detectamos 20 trabajadores fallecidos y hubo denuncias de que no se cumplían las condiciones laborales. También es el caso de los supermercados, que fueron declarados esenciales. Les laburantes denuncian que solo en Coto hubo 500 contagios, no se cumplieron los aislamientos preventivos de los contactos estrechos y hubo tres muertos. Lo mismo sucedió en supermercados Wallmart.

Las empresas, en el contexto de una pandemia sanitaria a escala mundial, por lo único que se preocupan es por la ganancia y no por la salud de las y los laburantes, que son tratados como descartables. Es uno de los datos que quedan más expuestos en el informe de este año.

*Delegado de la Línea 60 de colectivos, integrante del espacio Basta de Asesinatos Laborales. El informe completo se puede leer acá.