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El año en que la pelota se manchó (tercera parte)

por Revista Cítrica
28 de febrero de 2015

Barrio de Núñez, estadio Monumental. Escenario absorto. Del otro lado de los muros, el Tiro Federal. Historias siniestras en el seno de la Copa de la Política y los entretejidos macroeconómicos. Última parte de una historia negra.

Cuando en 1976 los militares accedieron al poder, no se molestaron de despedir al entrenador “zurdito” de la selección argentino, ya que el mismo no solo no molestaba, sino que incluso le resultó muy agradable el despótico comunicado dictado “off the record” que prohibía expresamente la posibilidad de criticar tanto al director técnico como a las actuaciones del seleccionado nacional.

Varios años más tarde, durante un gobierno democrático lógicamente, “el César”, recordaba su visión de la historia: “... Alfredo Cantilo – el presidente de la A.F.A. por ese entonces – confesó algo que nunca me había comentado. Dijo que una vez por mes desde arriba le pedían mi cabeza porque los servicios no desconocían mi afiliación política. Y él me siguió respaldando en un momento muy complicado. Porque yo era afiliado al Partido Comunista. Y lo sigo siendo, porque no le di de baja. Incluso había sido fiscal de mesa por el PC en la elección presidencial de 1958 ... En la etapa previa al mundial, consulté a Florindo Moretti, miembro del Comité Central del Partido Comunista, para que me oriente sobre si debía seguir al frente de la selección nacional. Recuerdo que para llegar hasta él, me bajaron y subieron de cuatro o cinco autos hasta llegar a un domicilio provisorio que tenía en Olivos. Y me aconsejó que siguiera. Que la lucha armada iba por otro lado. Que lo mío era desarrollar el trabajo como técnico y utilizar en la medida de las posibilidades esa tribuna pública para darle una alegría al pueblo argentino ...”.

Joao Saldanha, ex director técnico del seleccionado brasileño en vísperas del mundial de México ´70, el cual se vió obligado a renunciar por presiones del gobierno defacto de su país, que le querían imponer un jugador, recordaba: “... Yo le decía: César, los militares te están usando, pero él me respondía que no había problemas, que los tenía controlados ...”.

No todos los jugadores argentinos se desvivían por estar afectados a la selección nacional argentina, ya que en 1977, Jorge Carrascosa desistió de ponerse la camiseta celeste y blanca argumentando: “ Yo no quiero ser de ninguna manera un instrumento de la dictadura militar ”.

30 de Marzo del ´78: “... que la verdadera Argentina, tan malintencionadamente distorsionada en algunos países, sea bien conocida y comprendida ...”. El Gráfico.

El periodismo más papista que el Papa

“... Para los de afuera, para todo ese periodismo insidioso y malintencionado que durante meses montó una campaña de mentiras acerca de la Argentina, éste certamen le está revelando al mundo la realidad de nuestro país y su capacidad de hacer, con responsabilidad y bien, cosas importantes.(...)Y esto no tiene nada que ver con los resultados futbolísticos. Argentina ya ganó su Mundial ...”. El Gráfico, 6 de junio de 1978

“ Para Ti ”, Abril de 1978: “... Casi no pasa un día sin que algún diario, o revista, o canal de televisión europeo, aluda directamente a la situación de nuestro país. Denuncian presuntos atropellos a los derechos humanos. Intentan sabotear, con mentiras infantiles, la realización del Mundial de fútbol. Publican listas falsas de supuestos detenidos y torturados...”.

“ Clarín ” 26 de Junio del ´78: “... Éste deporte tenía la ventaja adicional de concentrar la atención mundial, permitiendo borrar a la vez imágenes falaces que se propalan sobre nuestro país en el exterior ...”.

1992 - Ricardo Alfieri, “ El Gráfico ” se excusaba: “ Un Mundial signado por la incertidumbre política. Los periodistas extranjeros tenían más conocimientos que los locales sobre la represión. La alegría de la gente fue “fabricada” por la publicidad oficial ”.

“... el del ´78 que pasó a la historia junto con los Juegos Olímpicos de Hitler y el Mundial de Mussolini como una de las mayores manipulaciones políticas que se han hecho en la historia”, por Juan José Sebreli

"Allá por los umbrales del '78, fui contratado por Canal 9 para intervenir en las transmisiones de aquel “trascendental evento”. Recuerdo que, en una oportunidad, el interventor – representante de las Fuerzas Armadas – convocó a los periodistas integrantes del programa en su despacho para informarnos que, por disposición de P.E.N., no se debía criticar al señor César Luis Menotti por tratarse de un funcionario del Proceso." Osvaldo Ardizzone, periodista.

Muchas selecciones no vieron con buenos ojos que el torneo se celebrara en el país argentino. Se produjeron multitud de protestas por la dictadura que estaba instaurada en Argentina. Sin embargo, la decisión siguió para adelante ya que el gobierno logró un importantísimo apoyo por parte de la FIFA. Jugadores como Johan Cruyff se tomó la justicia por su mano y decidió no disputar el Mundial de 1978 con su selección. El resto de la expedición de los Países Bajos sí que participó pero se negaron en todo momento a saludar a los máximos responsables de la dictadura impuesta en Argentina. Marca España 2010

Eduardo Aliverti: "en la época del Mundial no se podían hacer críticas, ni siquiera sociológicas, y los periodistas especializados tenían prohibido hablar mal de la selección de fútbol desde el punto de vista técnico."

Marcelo Araujo: “Yo tenía total conocimiento de lo que la dictadura militar estaba haciendo, e incluso tenía un amigo desaparecido que después, afortunadamente, se exilió en España”.

Ricardo Alfieri, El Gráfico: "Los periodistas extranjeros tenían más conocimientos que los locales sobre la represión. La alegría de la gente fue fabricada por la publicidad oficial".

El boicot en Francia:

Alain Fontain, periodista: “El Mundial tiene plomo bajo las alas”.

Comité por el Boicot al Mundial:"¡LA COPA DESBORDA, VIDELA!”

Francois Geze, periodista: "No se puede jugar un Mundial mientras a pocos metros del estadio se tortura y se mata gente”.

Johann Cruyff, futbolista holandés: “No iría a un país donde gobernaba una dictadura y se violaban los derechos humanos”.

Tati Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo desde 1979, recuerda: “En medio del Mundial, gracias a que la prensa extranjera fue hasta la Plaza, se conocieron muchas cosas”.

El Papa de Roma envió su bendición.

El general Videla condecoró a Havelange en la ceremonia de la inauguración, en el estadio Monumental de Buenos Aires. A unos pasos de allí, estaba en pleno funcionamiento el Auschwitz argentino, el centro de tormento y exterminio de la Escuela de Mecánica de la Armada.

«Por fin el mundo puede ver la verdadera imagen de la Argentina», celebró el presidente de la FIFA ante las cámaras de la televisión.

Henry Kissinger, invitado especial, anunció: Este país tiene un gran futuro a todo nivel.

Y el capitán del equipo alemán, Berti Vogts, que dio la patada inicial, declaró unos días después: Argentina es un país donde reina el orden. Yo no he visto a ningún preso político.

Cuando se levantó la copa, los militares se dijeron entre ellos: Misión cumplida. Como si fuera un verdadero objetivo militar, frase muy utilizada en la jerga verde oliva a la hora de definir la obtención de ciertos puntos estratégicos alcanzados en un campo de batalla.  Y es que así mismo fue. Y no de otra manera.