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Ley Bases: un tejido popular contra las fuerzas del cielo

por Nelson Santacruz y Mariana Aquino
Fotos: Rodrigo Ruiz
28 de agosto de 2024

Ex detenidos y detenidas durante la cacería policial hablan de la creación de una Coordinadora como método de resistencia al aparato represivo del Estado. Una radiografía de lo cruel frente el tejido comunitario, los desafíos y los aprendizajes de la construcción multisectorial para enfrentar la persecución del Gobierno liberal libertario.

Mientras cerramos esta nota, están reprimiendo a jubiladas y jubilados a pocas cuadras de la redacción. Con una mínima de 225 mil pesos, y una canasta básica de 900 mil, la resolución que permitiría incrementar un poquito la jubilación fue vetada por Javier Milei. La Ley Bases, aprobada hace dos meses, es tal vez el hecho histórico más importante para la Argentina en la etapa liberal libertaria, por su crueldad y entreguismo. Todo está hilado. 

Como una suerte de justicia poética, después de los gases y los palos, se conoció la noticia de que Daniela Calarco, una de las 33 presas tras la represión del 12 de junio que todavía seguía detenida, fue liberada."Es nuestra obligación seguir peleándola en las calles", resaltó después de dos meses y medio presa en el penal de máxima seguridad de Ezeiza.
A estas alturas solamente falta Roberto Gómez, quien desde el penal de Ezeiza desea, con derecho, esperar la definición sobre su situación judicial en libertad.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Lo inédito de arrastrar manifestantes y llevar a varios directamente a celdas en cárceles de máxima seguridad tiene ingredientes políticos, judiciales, ideológicos y mediáticos. La represión a los abuelos y las abuelas que se manifestaron del Congreso a la Rosada el 28 de agosto es parte del escenario noventista que fue sellado en la Ley Bases a espaldas de la realidad del pueblo.

Pero de este lado, con la gente de a pie, se creó una coordinadora de solidaridad y un entramado que no hay que subestimar. Entre colores políticos distintos, organismos de DD.HH., espacios culturales, familiares y amigos, los medios comunitarios, organizaciones sociales y sindicales, se gestó un eco único que exigió y aún exige la absolución de todas las personas que ejercieron su derecho a la protesta el 12 de junio pasado.

Juan Spinetto, ex detenido de aquella fecha, resume el camino de tanta inconstitucionalidad: “Las 33 detenciones de la Ley Bases fueron una cacería de las diferentes fuerzas de seguridad, la ministra Patricia Bullrich, un sector de Comodoro Py encabezado por el fiscal Carlos Stornelli, el jefe de Gobierno Jorge Macri y el secretario de Seguridad en CABA, Diego Kravetz”. 

Sasha Lyardet también estuvo presa por manifestarse y añade que “no solo fue un intento de disciplinamiento para la sociedad argentina. Desde el día uno, con la marcha del 20 de diciembre de 2023, materializaron la criminalización de la protesta con el protocolo antipiquetes”.

Santiago Adano, otro de los ex detenidos, dice que la represión y la cacería de junio demostró que “estamos preparados como pueblo aunque nos falta un poco más de sinergia”. Es decir, “no es para nada fácil oponerse a todo un bloque cerrado y la máquina comunicacional masiva de la derecha mundial”. Para él, esto no termina y la Ley Bases tampoco fue el inicio: “Tenemos que predisponernos como pueblo a un trabajo más coordinado superando las diferencias, esto es un David vs Goliat”.

"La persecusión es hacia todes quienes decidimos organizarnos. Mucho más miedo tiene que darnos mirar a nuestros pibes a la cara y decirles que no hay nada para cenar como un millón de padres y madres lo hacen todas las noches", dice Daniela.
 

Coordinadora por lxs presxs políticxs
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“Esta Coordinadora se creó con el fin de tejer redes ante un Gobierno que criminaliza la protesta. ¡Libertad ya a los compas detenidos!”, se define en sus redes sociales este espacio que emana solidaridad. ¿Cuál es el detrás de escena, operativo, para la red que contiene y acompaña a lxs ex detenidos y detenidas? Este espacio, como una multisectorial, se conforma por organizaciones sociales, barriales, de DD.HH., el CeProDh, la APDH, la Correpi, sindicatos, algunas agrupaciones de partidos políticos y familiares y amigxs de las personas que estuvieron detenidas. Detalles de una lucha teñida de humanidad.

–¿Qué nos enseñó la estructura que se armó para la liberación de lxs detenidxs?

–Sasha: No esperábamos esto, muchos creían que al día siguiente estaríamos libres, nunca en un penal de máxima seguridad. El Gobierno armó una causa sucia sin argumentos. Nos acusó de organizarnos entre 33 personas que no nos conocíamos. La enseñanza que deja es que si estamos juntos ellos tampoco pueden pasar fácilmente. A pararnos más fuertes para decirles, pese a Bullrich y Milei, que movilizarse en Argentina no es un delito y que estamos amparadas por la Constitución Nacional.

Santiago cuenta que cuando lo liberaron con Remigio Ocampo, el vendedor de empanadas también arrestado arbitrariamente, eran las 23 en las puertas del penal de Marcos Paz: “¿Ves esa luz de allá? Ahí te van a prestar un teléfono”, les dijeron y los soltaron. Ni siquiera permitieron que se comunicaran con sus familiares para dar aviso. 

Caminaron solos por la ruta nocturna, ya que el restaurante señalado estaba cerrado: “Una mujer que nunca nos había visto se mandó de noche con su auto a buscarnos por la ruta. Yo justo estaba haciendo dedo y de casualidad nos encontró. Eso fue gracias a que la Asamblea de Caballito estaba comunicada con la Asamblea de Marcos Paz”. Y ese gesto concreto fue un montón, porque “si nos movemos como un organismo podemos lograr este tipo de cosas tremendas”.

–En términos de información, de tejido solidario, ¿qué rescatás de la Coordinadora?

–Juan: Al llegar a Marcos Paz pasó de todo. Llegamos encapuchados, nos verduguearon bastante y a algunos les tiraron gas pimienta en los ojos. Eso no es común, no es algo visto en otros detenidos por manifestarse. Además, indagaban si estábamos en alguna organización. Entonces, la revalorización de esta Coordinadora pasa por pensarla no como algo de ahora, sino como una herramienta de mediano y largo plazo. Nos da la experiencia de aprender cómo defender a más de 30 personas, qué tarjetas se pueden usar en un pabellón, qué comida sí y cuál no, qué color de ropa hay que acercar. ¡Un montón de cosas!

Sasha dice que la escena que más la emocionó fue “cuando la Coordinadora logró articular sectores muy opuestos que no se venían juntando por ninguna acción”. Insiste en que no debería suceder solo cuando las papas queman: “Fue hermosa la unidad en la conferencia de prensa del Serpaj y en la de Plaza de Mayo, donde se puso el acento y el rol central en los familiares de las y los presos”. 

Juan, por su parte, sintió el inicio del grupo organizado desde el minuto uno: “Cuando estábamos en la Alcaidía N° 4 éramos quince personas. De a poco notamos los abrigos, las bebidas y la comida que iban llegando. Ese fue el primer gesto para dimensionar lo que ocurría del otro lado. Cuando oímos los cánticos, nosotros también nos sumamos: ‘¡Libertad, libertad, a los presos por luchar!’”.

–¿Qué representó la organización popular en torno a la represión y la cacería tras la aprobación de la Ley Bases?

–Santiago: Lo que ocurrió el 12 de junio fue la violencia institucional versus el cuidado comunitario. Nuestra libertad no se puede entender solo desde lo judicial, sino también desde toda la trama política y mediática. Por ejemplo, mi hermana fue parte del armado de una conferencia de prensa enorme los primeros días. Después hubo un debate si se quedarían con los defensores oficiales o buscarían uno privado, a qué organismos de DD.HH. había que acercarse, etc. Todo fue comunitario, incluso la decisión de la comida que llevarían. No importaba si las partes eran más peronistas o más troskas, todes se unieron por una consigna.

La radiografía del 12 de junio, después de la aprobación de la Ley Bases, demuestra que tras la retirada de los principales sindicatos y organizaciones sociales, quedaron las agrupaciones más combativas y las personas autoconvocadas. Hubo un auto incendiado de Cadena 3 que nunca se supo quién prendió fuego y se desvaneció de la coyuntura mediática. Y la Policía Federal fue empujando a la gente hacia la 9 de Julio para que los efectivos de la Ciudad lanzaran su razzia. Fue un desastre. 

Juan, Sasha y Santiago coinciden en lo esperanzador de la unidad. A pesar de ciertos egos en el campo popular, como “clave de época”, el desafío se presenta en profundizar la experiencia de la Coordinadora no solo en momentos urgentes, entre los gases y las detenciones arbitrarias. 

Todavía queda toda una resistencia en la Justicia, entre papeles y abogados, ¡hasta la absolución! Mientras tanto, Roberto de la Cruz Gómez, de 44 años, se encuentra en Ezeiza, fuerte. Tiene claro por qué está ahí, quiénes están apoyándolo afuera, quiénes le escriben cartas, y no se retracta ni un segundo de sus ideales. 

Quiere regresar a su casa de Grand Bourg y retomar su laburo en la panadería de Once. Quiere, como lxs otrxs 32 ex detenidos, una Argentina mejor sin el yugo del FMI ni las políticas de ajuste contra los que menos tienen.

Texto: Nelson Santacruz

Producción: Mariana Aquino