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El costo de los chanchos

Soledad Barruti, Inti Bonomo, Rafael Colombo, Marcos Filardi, Guillermo Folguera, Maristella Svampa y Enrique Viale acaban de publicar en formato online el libro "10 mitos y verdades de las megafactorías de cerdos". Aquí compartimos uno de sus capítulos.

(El libro al que pertenece este texto puede descargarse gratis en este link: 10 mitos y verdades con ilustraciones de María Alcobre, Che Alejandra, Ezequiel García, Isol, Mariana Ruíz Johnson, Maitena, Power Paola, Daniel Paz, Gabriel Serulnicoff y Tute)

El proyecto con China representaría una inversión de 3.500 millones de dólares que permitirían “9500 empleos directos y 39.000 empleos indirectos”, según sostuvo el Secretario de Relaciones económicas de cancillería Jorge Neme. Es decir, aproximadamente 380 empleos directos y 1560 indirectos por cada uno de los 25 establecimientos de 12.500 madres cada una.

En la presentación del “Ante Proyecto Porcino 12.000 madres” elaborado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, a la que tuvimos acceso, obra el siguiente detalle de empleos directos por establecimiento (de 12.000 en vez de 12.500 madres como se anunció oficialmente):

124 empleados del criadero
2 empleados para aceite
2 empleados para biodiesel
2 empleados para lecitina
250 empleados para frigorífico
6 empleados para planta de biofertilizante

TOTAL DE EMPLEOS DIRECTOS: 380

Sin embargo, un análisis de las cifras publicadas por los establecimientos existentes en nuestro país (aun siendo sensiblemente menores a los de la escala prevista en el proyecto de inversión) e indicados como “modelos” por quienes defienden el proyecto, arroja otros guarismos. A modo de ejemplo, la empresa Paladini cuenta en el país con tres centros de producción porcina de 4600 madres en Arin, Santa Fe y de 5000 y 2000 madres cada uno en La Toma, San Luis. También tiene siete plantas industriales y nueve sucursales. El total de empleados de la empresa asciende a 2000. El Grupo Cagnoli de Tandil (incluyendo la producción y procesamiento) tiene casi 500empleados en total, sin distinción por área. El establecimiento “Yanquetruz” de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA),emplazado en San Luis, con 5200 madres aproximadamente, inició con 18 empleados permanentes y se proyectaba el incremento a 80 empleados en “el mediano plazo”. La Cabaña, por su parte, cuenta con 280 personas en la planta de desposte que es la que más mano de obra genera. Antonio Riccillo publica la cantidad de empleados en sus dos establecimientos de2500 madres cada uno en Saladillo. La Cooperativa Frigorífica de Leandro N.Alem (Cofra) en Misiones, por su parte, que procesa 52 mil cabezas de cerdo al año y compra animales a 180 productores, señala que “la familia de Cofra” –incluyendo a dichos productores–, es de 600 personas. El establecimiento Cerdos de los Llanos Sapem, en el que el gobierno provincial de La Rioja tiene participación estatal mayoritaria y cuenta con 5040 madres, según Nosis cuenta con22 a 26 empleados registrados. A su vez, las 18 empresas vinculadas al consorcio de exportación de carne de cerdo Argenpork no publican la cantidad de empleos que genera la cadena. Por otra parte, no está claro si el desposte será realizado en Argentina o se enviarán las reseso medias reses a la República Popular China.

En el conversatorio de los equipos técnicos del PJ el Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Echazarreta, le “deseó suerte” a los negociadores argentinos en las negociaciones con los chinos para lograr que el desposte tenga lugar en el país, ya que la intención de los chinos es que se exporten las reses enteras para hacer el desposte en destino. No se desprende de la presentación del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca si los 250 empleos incluidos en la planta frigorífica prevén el desposte o no. Respecto de los empleos indirectos constructivos, la presentación prevé:112 empleados para movimiento de suelo, hormigón, estructura, techado y cerramientos, 16 empleados para cortina, 100 empleados para equipamientos 20 empleados para silos, 20 empleados para climatización, 268 empleos constructivos en total por cada establecimiento, es decir, 6.700 en total para los 25 establecimientos.

Por último, se prevén 21 empleos indirectos para la cosecha necesaria para cada establecimiento (12 mil hectáreas de maíz y 5 mil de soja), según el siguiente detalle:
7 para siembra
3 encargados
4 ingenieros agrónomos
7 para cosecha

LOS IMPACTOS SOBRE LA SALUD SE INTENSIFICAN PUERTAS ADENTRO

De acuerdo con la presentación del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, la mayoría de los empleos directos son de baja calificación y remuneración. A ello cabe añadir los aspectos de salud laboral en este tipo de explotaciones. En realidad, todas las problemáticas se intensifican puertas adentro de los galpones. Los trabajadores y trabajadoras son los miembros de la comunidad que más padecen la existencia de estas fábricas, asociado a las condiciones de trabajo y, no pocas veces, a la precariedad laboral. Expuestos a los cuerpos, el alimento y las deposiciones de esos animales en forma directa, la mayoría padece en forma regular irritación ocular o enfermedad pulmonar crónica. También estrés y disfunciones cardíacas. La manipulación de agrotóxicos para controlar plagas y pestes genera daños celulares, endócrinos, muertes por intoxicación y diversas enfermedades asociadas a la exposición aguda y crónica a los agrotóxicos. Según el trabajo de la Dra. Angela Prado Mira, “un importante porcentaje de los trabajadores de las granjas porcinas sufren uno o más síntomas de irritación o enfermedad pulmonar crónica”.

Otros desarrollos de producción porcina con potencial de generar mayor mano de obra y el fortalecimiento de la agricultura familiar, campesina e indígena no están siendo considerados en las negociaciones con China

La salud psicológica y emocional de los trabajadores también se ve afectada por trabajar en estos establecimientos. Está comprobado que la naturaleza deshumanizante del trabajo puede provocar comportamientos sádicos en personas que no habían mostrado nunca tendencias violentas. 

NO HAY ESTIMACIÓN SOBRE LOS "COSTOS OCULTOS" O EXTERNALIDADES DE LA ACTIVIDAD

Según Jorge Neme, las inversiones serían por un valor de 3.500 millones de dólares en los próximos cinco años y generarían 2.500 millones de dólares de exportación por año. Sin embargo, no hay ninguna estimación sobre “los costos ocultos” que la actividad acarrea, externalidades que termina pagando la sociedad toda. Según las palabras del propio Jorge Neme “las externalidades son muchas, por lo que ponemos un número prudente”.

EL PROYECTO SOLO BENEFICIARÁ ECONÓMICAMENTE A LOS GRANDES CAPITALES

La propuesta de inversión está planteada en un esquema muy capital-intensivo de 25 megafactorías de integración vertical, con 12 mil “madres” dotadas con plantas de prensado de soja y maíz transgénicos –para la alimentación del ganado porcino–, instalaciones de balanceado, frigoríficos para la exportación de lo faenado y áreas de empaque. Varios sectores de pequeños y medianos productores así como de organizaciones sociales rurales, se quejaron de que este modelo de gran escala y altamente tecnificado no los incluyera. La respuesta fue contundente. En una reunión sobre el tema, Jorge Neme dijo que “si Toyota propone inversiones para hacer una Hilux en el país, no le podemos contraproponer hacer motonetas para pobres”.  

Si los cerdos de las megafactorías se vuelcan al mercado interno no quedarán productores locales en pie

Otros desarrollos de producción porcina con potencial de generar mayor mano de obra y el fortalecimiento de la agricultura familiar, campesina e indígena han sido esbozados y serían factibles, pero no están siendo considerados en las negociaciones con China.  Si bien se desconoce la naturaleza de las inversiones, tal como está planteado y como viene sucediendo a nivel global, el proyecto solo beneficiará a los grandes capitales que lideran la intensificación destinada a la exportación (WH Group, Blaquier, Soros, Urquía, Argenpork, entre otros).  Además, si se internalizan todos los costos ocultos, se advierte que la inversión propuesta de 3.500 millones de dólares es ineficiente y demasiado cara para la sociedad. La Organización Erosión, Tecnología, Concentración (ETC) calcula que por cada dólar que genera la cadena agroindustrial, la sociedad paga dos dólares por daños derivados de los “costos ocultos”. Por ejemplo, además de la ampliación de la frontera agropecuaria, la producción de cerdo a gran escala conllevaría una mayor exportación de agua virtual. Como sostiene el ingeniero agrónomo Walter Pengue, el comercio agrícola mundial puede también ser pensado como una gigantesca transferencia de agua en forma de materias primas, desde regiones donde esta se encuentra en forma relativamente abundante y a bajo costo, hacia otras donde escasea, es cara y su uso compite con otras actividades. Argentina se encuentra entre el grupo de países que son exportadores netos de agua virtual, mientras la mayoría de los países compradores de, por ejemplo, sus granos de soja, son países importadores (es decir deficitarios en agua) de este recurso. Tengamos en cuenta que para producir un kilo de soja se necesitan al menos 2.100 litros de agua, un kilo de pollo requiere 2.800 litros y uno de cerdo, 5.900 litros. Así, este tipo de actividades no solo coloca el velo sobre lo que ocurre en el territorio, buscando eclipsar los deterioros que dicho proceso produce en el entorno físico y social; también busca ocultar las asimetrías de los intercambios, reproduciendo y ampliando las desigualdades sociales y ambientales entre los países centrales y los países periféricos. Los riesgos para los pequeños y medianos productores porcinos son altos.  

Según Juan Ucelli, conocido referente rural del sector porcino, deberán adoptarse salvaguardas adecuadas para evitar que la carne producida en dichas megafactorías se vuelque al mercado interno ya que de hacerlo “no quedaría un solo productor local en pie”. Con la falta de control y trazabilidad que caracteriza al mercado porcino interno actual, ya de por sí altamente concentrado en pocas manos, sumado a que en ocasiones anteriores ya China interrumpió unilateralmente embarques de carne de Argentina, no hay garantías suficientes de que ello no vaya a suceder, con lo cual el riesgo para los productores locales en general y de los pequeños y medianos en particular es muy alto.