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Carnaval, rock, la fiesta de siempre en las sierras cordobesas

por Revista Cítrica
23 de febrero de 2016

Paso a paso del festival de rock que convoca a miles de personas cada año en la provincia de Córdoba.

Sábado de carnaval en el Valle de Punilla. Es temprano pero el sol ya parte el pavimento de la ruta y borra con un par de rayos los rastros de la tormenta que el día anterior cayó sobre la localidad cordobesa. Está a punto de comenzar otra edición de Cosquín Rock y la consigna es mantenerse hidratado y con ganas de rockear. Desde las tres de la tarde, el inmenso predio (de alrededor de diez hectáreas) recibe a las primeras de las 140 bandas que se programaron para los tres días (6,7y 8 de febrero) del festival más federal del rock que tuvo una nueva y exitosa edición. 

La inauguración

La jornada uno empezó a las 15 con sol radiante y la propuesta musical de Otro mambo que abrió oficialmente el festival en el escenario principal donde horas después, ya en las primeras del domingo, subía Ciro y Los Persas y todo su ímpetu tribunero para dar por terminada pasadas las tres de la mañana el primer día del encuentro. ¿Qué faltó en el arranque de Cosquín Rock 2016? Los Pericos prepararon el terreno reggae que culminó arriba, pasadas las 19 con The Waillers y una selección de los mejores clásicos del género. Antes de que terminaran el show, el sector fue poblándose de remeras negras: la siguiente era Almafuerte. “Una cosa es heavy metal y otra cosa es metal pesado. El metal pesado describe acontecimientos", dijo un Iorio enérgico antes de interpretar "Sentir indiano". 

El escenario quedaba para Salta la Banca que abrió su show con “No pierdas cuidado”, agitó al público con “Heidi” y como todos los años homenajearon a Luciano Arruga. También con invitados, convocaron al escenario a Mono para cantar juntos “Bautismo” y a Cabra para “Relato”. El turno siguiente, cuando la medianoche estaba cada vez más cerca, fue el de Kapanga. Abrieron la presentación con “Motormusica”, corte del último disco. Siguieron “Ramón”, con dedicatoria a Gustavo Cerati, y el ultra hit bailable“La cruda”. “Buenas noches Cosquín, ¿sabés cuánto te extrañé?”, gritó el Mono para dar paso a “El arte de mentir”. “Voy a presentar a uno de los mejores frontman de la Argentina, Fernando Ruiz Díaz”, fue el anuncio del Mono. Ruiz Díaz apareció en escena con la potencia que lo caracteriza e hicieron una desprolija pero potente versión de “El universal”. El otro invitado llegó tres temas después de lo previsto pero se acopló para el cierre: era Walter Meza (Horcas) con quien cerraron la presentación, como siempre con una versión de “El mono relojero”. Antes habían pasado “Gauchito Gil”, “No me sueltes”, “Angus Young”, “La Taberna” y la festiva “Rock”. 

La noche ya estaba en el punto más alto de intensidad y se venía la actuación de La Beriso. Después del recital que tuvo, entre otras cosas, el estreno de “Sobreviviendo”, de Víctor Heredia, reversionado. Las banderas empezaron a desplegarse y agitarse. Era la hora de Ciro y Los Persas, que subió al escenario una noche antes de telonear en la primera jornada de los Rolling Stone. “Me gusta”, “Ruleta”, “Astros”, “Taxi boy”, “Genius”, “Al atardecer” y “Mirenla” fueron algunas de las canciones que el sexteto eligió para una lista que pasó los veinte temas. Tres de la mañana. Después de tarde con energía plena y mucho rock, era la hora de cerras las banderas y prepararse para todo lo que falta. 

El día dos

El cielo amenazaba una nueva tormenta. Sin embargo, el camino hacia el predio estaba totalmente repleto de ómnibus, autos y chicos que se preparaban para la segunda noche. Todos con los accesorios indispensables: lentes, pañuelos y mochila. El número central para esta noche era Don Osvaldo, la banda liderada por Pato Fontanet tenía previsto un show de dos horas y media. Durante la primera parte de la jornada pasaron Octafonic, Juan Terrenal y Echeverría. A las 18 subió a escena Estelares, la banda liderada por Manuel Moretti hizo un repaso por todas sus épocas.
Las banderas con dedicatorias a Callejeros comenzaron a aparecer con el caer del sol. Después del show de Ojos locos, fue el turno de Don Osvaldo que por segunda vez en el festival tuvo una multitud acompañando los veinte temas en los que la banda repasó su álbum Casi justicia social y algunos temas de Callejeros. Cuando faltaba media hora para el fin del show, se desencadenó una tormenta como para completar el ritual de agua que todos los años caracteriza al festival. En plena lluvia, la banda finalizó su recital y le dejó el escenario a Eruca Sativa que brindó un show contundente. 

La lluvia no quería irse. A esa altura, pasadas las diez de la noche, el barro salpicaba al público y armaba charcos enormes en algunos sectores, que eran esquivados al ritmo de Guasones. Fue el turno luego de La Vela Puerca. Los uruguayos tuvieron que tocar en plena tormenta y lo hicieron sin ningún reparo, porque el público para entonces no quería moverse. El cierre estuvo a cargo de Las Pastillas del Abuelo, que llegó al escenario con su nuevo disco, Paradojas, del que hicieron “Inercia”, el corte de difusión. Pasaron por varios otros como “Absolutismos”, “Saber hacer”, “Rompecabezas de amor”, “Permiso y prometo” y “Milagroso eslabón”. La jornada había perdido el calor de temprano y los cuerpos mojados acompañaron el encuentro hasta el final. 

La potencia del final
La tercera noche fue una noche potente y sin lugar a dudas la mejor de las tres jornadas. Tuvo el regreso de Bersuit Vergarabat (después de doce años), un set rockero por excelencia de Babasónicos, un impecable show de Las Pelotas, y un lucidísimo set de los uruguayos de No Te Va Gustar. Después de Massacre, con la conocida y efectiva performance de Wallas, siguió la banda de los pijamas. Se lucieron de principio a fin con clásicos que atravesaron parte de la historia musical del país con temas como “El tiempo no para”, “La argentinidad al palo”, “Sencillamente”, que tuvo de invitado especial a Brancciari (No Te Va Gustar) en voz, “El viejo de arriba”, “Sr. Cobranza” y “Vuelos”, dedicado a las Abuelas de Plaza de Mayo.

Otra parte de la historia se completó con Babasónicos, con un show que trazó 25 años de carrera con magia rockera. El arranque fue con “D Generación”, “Los calientes”, “¿Y qué?”. Hits de todos los discos, una puesta en escena impecable y un Dárgelos con el carisma a pleno regalaron el mejor show de todo el festival. Fue el turno de Las Pelotas con un Daffuncchio más feliz que de costumbre con veintiún clásicos y dos temas del próximo disco fueron conformaron el potente show que terminó con Ruíz Díaz como invitado en “Sin hilo” y “Shine”. La noche iba llegando a su fin. El listado extenso de NTVG eligió temas como “Sin pena ni gloria”, “Mi demente”, “La puerta de atrás” y “Clara”, junto a sus pares uruguayos Agarrate Catalina, “De música ligera”, de Soda Stereo, y “Verte reír”, con Bersuit Vergarabat, entre otros clásicos, para su show en Cosquín. Era plena madrugada ya cuando los últimos acordes de los uruguayos dieron por finalizado el festival. El saldo fue el mejor y junto al final del carnaval, el rock, queda flotando entre las sierras cordobesas.


*por Maby Sosa