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Visiones de José Luis Cabezas

por Revista Cítrica
25 de enero de 2014

La foto que ilustra esta nota fue una de las que le costó la vida al fotógrafo asesinado hace 17 años en Pinamar. Hoy, en Buenos Aires, sus antiguos empleadores, desprestigian su trabajo.

“Ahí jefe, quédese así, ahora míreme un poco sin mover el rostro, solo con los ojos dijo Cabezas sin quitarse la cámara de la cara y subido al escritorio de Klodzyck".

(Extraído del libro Asesinato de un periodista de Hugo Ropero)

El fotógrafo, de cuyo crimen se cumplen 17 años, retrató a Pedro Klodzyck, jefe de la policía bonaerense durante la gestión de Eduardo Duhalde. Más tarde esa misma fuerza participaría de su asesinato en Pinamar.

José Luis Cabezas (1961-1997) fue un reportero gráfico que se desempeñó durante la década de los 90 en la revista Noticias(Editorial Perfil). Con desparpajo y arte fotografió a políticos, artistas, periodistas, policías y represores. “Hago lo que me gusta y encima me pagan”, decía José Luis mientras se divertía ubicando a las personalidades en lugares absurdos para componer sus cuadros. 

Entre otros, retrató a los Les Luthiers, Ernesto Sábato, Mario Pergolini, Graciela Fernández Meijide (disfrazada de tanguera), Mirtha Legrand, al represor Guillermo Suárez Mason (jugando con un perro),Eduardo Duhalde y al hasta por entonces empresario de cara oculta Alfredo Yabrán.

Un año después de la foto al empresario, Cabezas fue secuestrado, golpeado, esposado, torturado y llevado a un pozo en las afueras de Pinamar. Allí lo asesinaron con dos disparos en la cabeza y quemaron su cuerpo para no dejar rastros. Sin embargo, su valiente trabajo y su trágica muerte le dejaron una mancha imborrable a la política de una década nefasta.

A pesar de todo la editorial en la que trabajaba no respeta su legado. Jorge Fontevecchia, responsable de la editorial Perfil, desprecia la labor de los fotógrafos y ha intentado despedir de su empresa a muchos compañeros que cumplen con la tarea de ilustrar las notas periodísticas. Faltándole el respeto a José Luis Cabezas quiere hacer un diario sin fotógrafos en el que los redactores asuman sus funciones sin importar la calidad del producto ni la precarización laboral.