Literatura Cítrica Por Martín Laterra. Una noche cualquiera en la Ciudad.
Solo, sentado en la mesa ratona y a oscuras. Ya se había ido a dormir, con un cansancio feliz, producto de un martes de sol y ropas limpias, de recalentados fideos de la noche anterior, de otra vez whisky con jugo aunque un solo vaso, de prepararse la cena por segunda noche consecutiva, una rica polenta y Zitarrosa, el aniversario veintialgo de su muerte.
La guitarra no anduvo y el sueño llegó rápido, las piernas cansadas subieron cargadas las escaleras y bajaron limpias y satisfechas entre la maleza de la parra. Los últimos detalles de la noche, los dientes, la ropa del fútbol húmeda en la mochila, la ventana y la computadora abiertas, la flamamte muda por doblar y colgar, hicieron más placentero el momento de acostarse bajo el ventilador, la ventana abierta a la noche y las piernas por fin estiradas.
Tardó en apagar el velador y cuando lo hizo lo invadieron los ruidos. Era el viento, la bisagra de siempre y los árboles, pero todo se escuchaba raro por el propio sonido del ventilador. Sin embargo sintió que podía ser alguien y se levantó. Lento caminó el living, miró por las ventanas del living y de la cocina. Se quedó parado mirando, tratando de advertir una sombra, un movimiento que no fuera el de las hojas. Imaginó sin mucha imaginación cómo reaccionaría en caso de ver a alguien allá afuera.
Se calmó, y sentado en la mesa ratona contempló la casa a oscuras. Empezó a calentarse y aunque supo que nunca hay nada en la tele que valga una paja, la prendió. En vez de una mujer o una escena erótica se encontró con un jovencito de rulos, muy parecido a su padre. El joven, Lautaro, precisamente leía un texto escrito por su padre. Luego apareció su madre y otros escritores amigos de la familia. Uno de ellos dijo que a los escritores jóvenes, o a los jóvenes que quieren ser escritores, Roberto les provoca ganas de escribir. Puede que tenga razón.

Cuatro años sin la Negra
Por tercer año consecutivo, la Municipalidad de Anisacate llevará adelante un homenaje a la cantora Mercedes Sosa, la voz de la canción latinoamericana, fallecida el 4 de octubre de 2009.

La reina negra de los rusos
Sentado en un bar de Palermo, Benedicto De Bonis nos regala otro de sus cuentos fantásticos.

Urraka Negra: rap mapuche, feminista y antiracista
Es la voz de un linaje ancestral que el genocidio de ayer y hoy quiere borrar, artista de la resistencia de una generación que se rebela ante las estructuras coloniales de la sociedad argentina. Entrevista en la frontera entre el cemento y el río, entre la historia y el presente.