Presentes en marchas, conferencias y mesas debate donde se emprenden caminos por Juicio y Castigo, muchas hijas e hijos de genocidas repudian el accionar de sus padres y ayudan a que haya justicia. El periodista y abogado Pablo Llonto escribe sobre una situación que, una vez más, pone a la Argentina como ejemplo de una sociedad que no oculta su pasado.