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“Cada día en Argentina 17 personas contraen VIH”

por Revista Cítrica
Fotos: Ciclo Positivo
01 de diciembre de 2020

En el día mundial de respuesta al VIH y el Sida, José Maria Di Bello, presidente de la Fundación Grupo Efecto Positivo reflexiona sobre la falta de políticas públicas para prevenir la transmisión de VIH y las enfermedades de transmisión sexual y la necesidad urgente del tratamiento de una nueva ley.

*Por José Maria Di Bello, presidente de la Fundación Grupo Efecto Positivo e integrante del Frente Nacional VIH.

En Argentina en 2014 empezamos un proceso de revisión de la ley de VIH vigente que tiene 30 años. En el marco de ese proceso que duró dos años y terminó en diciembre de 2015, se decidió hacer un cambio profundo de esa ley. Hubo mucha participación de la comunidad de las personas afectadas, se incluyeron las hepatitis virales, las infecciones de transmisión sexual (ITS) y en la última versión incluimos además la tuberculosis. 

Esa ley la presentamos en 2016 pero perdió estado parlamentario, la volvimos a presentar en 2018 pero tampoco se logró tratar y este año la presentamos el 25 de septiembre. Estamos un poco preocupados porque ya pasaron más de dos meses y todavía no hay ninguna mira de tratamiento en la comisión de salud que se supone que es la primera. En promedio cada día en Argentina seis personas mueren por enfermedades relacionadas al sida y 17 contraen VIH. En estos cinco años de tratamiento legislativo de la ley se murieron 7500 personas. 

La respuesta al VIH involucra muchas cuestiones, primero que es una enfermedad totalmente asociada al estigma y la discriminación. En relación a esto el 70 por ciento de las personas que tienen VIH se atienden en el sistema público, eso quiere decir que no tienen acceso al ámbito laboral, porque somos discriminados, porque se hacen los test forzosos en los pre ocupacionales y si bien, hay alguna normativa de bajo rango del Ministerio de Trabajo que establece que no se pueden hacer los test, nadie lo cumple. La ley que presentamos habla de sanciones específicas para estas cuestiones y también aborda las pensiones no contributivas para personas con VIH. 

Durante la gestión de Cristina Fernández logramos que las personas con VIH en situación de vulnerabilidad, es decir, sin acceso a un trabajo se le otorgara una pensión no contributiva, pero durante la gestión de Macri se dieron de baja y a algunas personas directamente se la sacaron. Todos esos derechos que fuimos conquistando en estos casi 40 años de historia del VIH no están en palabra escrita en la ley del 90, se pierden, como pasó con la gestión macrista.

Ayer, durante la presentación de los datos del 2020 del Ministerio de Salud sobre VIH y sífilis de manera virtual, fuimos absolutamente silenciados, esto quiere decir que ni siquiera estuvo habilitado el canal del chat. Además, no coincidimos en la forma en la que eligieron presentar algunos datos, por ejemplo, en la Argentina estamos hace 10 o 12 años aproximadamente en una situación de meseta. Hace 12 años atrás celebrábamos que habíamos logrado detener el número en ascenso de casos nuevos notificados y de defunciones y desde ese entonces hasta ahora no podemos volver a celebrar porque seguimos en la meseta.

Anualmente se siguen notificando un promedio de 5500 personas nuevas con VIH y continúa habiendo aproximadamente entre 1400 y 1500 muertes asociadas a enfermedades de VIH, sida. Lo que hacen es presentarlo en tasa poblacional donde muestran una pequeña curva con tendencia al descenso porque miden la tasa según la cantidad de población en general y como la población crece obviamente que vamos a ver esa diferencia.

Nosotros, desde la Agrupación Efecto Positivo, lo que venimos planteando hace mucho tiempo desde nuestro observatorio de acceso a los medicamentos es que históricamente, al menos en los últimos ocho años, el presupuesto de VIH del Ministerio de Salud se gasta mayoritariamente por arriba del 80 por ciento -y este año fue el 89 por ciento- en compras de medicamentos. Por un lado nosotros decimos que está bien porque están comprando medicamentos para tratarnos a nosotros, pero mal porque no queda presupuesto para  implementar políticas públicas de prevención, seguimiento y acompañamiento social hacia las personas con VIH. 

Entonces en paralelo te hablan de que no bajan los casos, te hablan de la sífilis y su escandalosa duplicación de transmisión en los últimos cuatro años y de las ITS en general y del aflojamiento del uso de preservativo pero, en realidad, no tienen una política. Particularmente en los años del macrismo no solo nos dejó sin Ministerio de Salud, sino que nos abandonó, sabemos que recuperarse de eso y más en una situación de pandemia es una meta casi imposible. 

Se hicieron compras urgentes directas sin licitación lo que significa pagar mayores precios, comprar mucho a laboratorios extranjeros más que a la producción nacional. Esto está en sintonía con la ausencia de una campaña masiva de VIH, la última fue en 2008 la recordada "Sin triki triki no hay bam bam", hace 12 años que no tenemos una campaña masiva sobre VIH.

Además se fue perdiendo, a pesar de nuestra exigencia, las mesas de diálogos de participación e involucramiento de la sociedad civil junto con la política pública y el Ministerio de Salud. Sergio Maulen renunció a la Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis y Tuberculosis y no tenemos claro todavía bien que sucedió, era una persona muy respetada.

El laboratorio nacional Elea le vendió al Estado uno de los medicamentos a 1300 por ciento más del valor del año anterior, ya no es solamente la especulación abrumadora y estafadora de las multinacionales, sino que los grandes laboratorios nacionales, no todos, también están haciendo esto. Se hacen compras directas por falta de stock y hay una extorsión de los laboratorios que dicen ‘tengo stock de este medicamento o lo puedo producir súper rápido’, entonces cobran sumas altísimas y extorsionan porque el Gobierno no puede dejar a las personas sin medicación y por eso después no queda dinero para políticas públicas.