"Yo sí te creo"
Desde hace seis años el colectivo "Yo sí te creo" convoca cada 19 de noviembre, en la Plaza del Congreso, a romper el silencio por los abusos a niños, niñas y adolescentes
"Yo sí te creo" es la consigna que se repite cada 19 de noviembre. En el Día Mundial para la Prevención del Abuso contra niñas, niños y adolescentes, sobrevivientes de abusos y militantes feministas se plantan:
para que la sociedad deje de preguntarles por qué tardaron tanto en denunciar,
para que la Justicia deje de revictimizarlxs,
para pasar de ser víctimas a sobrevivientes,
para exigir jueces y juezas con perspectiva de género,
para decirle no a la prescripción de los delitos de violencia sexual,
para exigir Educación Sexual Integral en las escuelas, una herramienta fundamental de prevención y escucha.
“Yo sí te creo” también es el nombre del colectivo que hoy se autoconvocó en la Plaza Congreso, junto a organizaciones sociales, para romper el silencio, como lo vienen haciendo desde hace seis años.
"Somos un montón de adultas que hemos denunciado y que la Justicia nos dijo que el delito estaba prescripto, es decir, que el tiempo legal que teníamos para denunciar había pasado. Hubo muchos cambios legislativos que fueron beneficiosos, el tema es que las leyes acá no son retroactivas, se empiezan a aplicar en el momento en que se sancionan. La última modificación fue en 2015, se ampliaron los tiempos de denuncia: quien sufrió un abuso desde el año 2015 hacia adelante va a poder hacer la denuncia en cualquier momento, pero igualmente sigue habiendo tiempos legales, aunque son más prolongados. Pedimos que no prescriban los delitos, porque esto daría realmente una noción de lo que implica un delito como la violencia sexual, teniendo en cuenta que una persona tarda alrededor de 33 años en poder decir lo que vivienció. Nos lleva un montón de años poder decir esto. Las modificaciones no alcanzan para un montón de adultos y adultas que pueden reconocer los hechos que vivenciaron recién ahora".
* Andrea Nathalie Mila, sobreviviente, activista feminista e integrante del colectivo "Yo si te creo" y de la Campaña contra la prescripción de los delitos de violencia sexual.
"Como políticas públicas, no hay programas y los recursos son pocos para tratar esta problemática. Actualmente trabajo en un programa de acompañamiento integral a niñas, niños y adolescentes en situación de explotación sexual, entendida como una forma de abuso... el programa está vaciado. El problema es que la política pública en Argentina se acota a algo puntual, quienes hacen acompañamiento terapéutico hacen sólo eso, quienes hacen acompañamiento judicial hacen sólo eso, no se trabaja de manera integral para acompañar la vulneración de derechos de esas niñas y niños. Y pasa también que cuando se dan situaciones de abuso, hay toda una etapa de verificación y esos procesos son revictimizantes, culpabilizan a les niñes. Los datos estadísticos no demuestran la complejidad de las situaciones de abuso que se dan en los senos familiares donde la sociedad, además, construye una creencia de que la familia es lo mejor que te puede pasar y, en realidad, el calvario de esas niñas y niños es que no saben cómo expresar la situación de amenaza que viven".
*Gaviota, integrante de la Campaña Nacional contra las Violencias a las mujeres y parte también del colectivo "Yo si te creo".
“Denuncié a un gerente por acoso sexual y me quedé sin trabajo”
Tamara Tello Borisovsky trabajó 10 años en la sede de Retiro de la multinacional First Data Cono Sur (ahora FISERV). En 2016 se animó a denunciar a un jerárquico por acoso sexual pero eso le costó el trabajo. Llevó el caso a la Justicia que, en un fallo machista y misógino, la revictimizó: la culpa por no haber frenado antes al acosador.
Aldana condenado: la justicia sana
Después de muchos años de abusos se animaron a hablar y, juntas, enfrentaron los prejuicios de la sociedad, la Justicia patriarcal y los recursos cínicos de Cristian Aldana, el abusador. Felicitas, Carla, Ariell, Guadalupe, Jazmín y Karen cuestan sus historias de sanación. Finalmente El TOC 25 de la Ciudad de Buenos Aires resolvió por mayoría que Aldana continúe preso.
“El caso Próvolo es de los más espantosos”
Eneas Espinosa es chileno, vive en Ciudad de Buenos Aires, sufrió abusos durante su infancia y adolescencia en el Instituto Alonso Ercilla, en Chile. Ahora pertenece a la Red global Eca que lucha contra los curas pederastas. Desde allí, explica la cultura del abuso que ocultó los crímenes de los italianos que llegaron a Mendoza y La Plata.