UTT: estar donde el Estado se ausenta
por Revista CítricaFotos: Juan Pablo Barrientos
11 de septiembre de 2020
"Decidimos crear el área social hace más de 5 años, un rol muy importante en la organización. Como el Estado nunca se hizo cargo, decidimos hacerlo nosotros, a pulmón; trabajando y capacitándonos". Referentes de la Unión de Trabajadores de la Tierra cuentan el trabajo gremial para acompañar al campesinado que alimenta.
«Un día sufrí un temporal. Me volteó todo. Me destruyó la huerta. Las chapas volaron, se cayeron árboles. Me sentía sola, con mis hijos, llorando. Estaba tristísima. No sabía cómo hacer para empezar de nuevo. No tenía para pagar el alquiler ni la luz. Tampoco los plantines. Perdí toda la producción. Habíamos sacado un crédito para comprar nylon. Perdimos toda la inversión que hicimos en la quinta. Era todo muy triste. Y gracias a algunas compañeras conocí a la UTT. Y desde ese momento nunca más estuve sola. Allí están mis compañeros y compañeras, y entre todos nos ayudamos. Si me pasa algo a mí, ellos están. Y si le falta algo a otro, todos estamos; para todos, y para todo».
Así lo cuenta Zulma Molloja, pequeña productora y a la vez titular del Área Social de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT). Delegada de un grupo de base con más de 150 compañeros y compañeras, referente y vocera de la regional La Plata con más de 50 grupos de base, este relato en primera persona es el eje principal en el que se basa el mencionado sector: estar donde el Estado se ausenta. Organizados, asistentes, solidarios. «Decidimos crear el área social hace más de 5 años. Es un rol muy importante en la organización. Como el Estado nunca se hizo cargo, decidimos hacerlo nosotros, a pulmón; trabajando y capacitándonos».
Agustín Suárez, integrante de la Coordinación Nacional y vocero de la organización, detalla que la UTT, como organización gremial, busca «dar una respuesta de manera integral a la vida de la familia productora”. “En materia productiva, la compra colectiva de insumos -con el objetivo de conseguir un precio más barato- es uno de esos ejemplos. Por otra parte también generamos el escenario para poder acceder a maquinarias, y con esto intentamos que cada grupo de base o cooperativa pueda tener su tractor y sus herramientas colectivas, para que el costo sea mucho más económico», explica.
Sin embargo, esto no es todo. «Ante alguna emergencia climática -por lluvias, inundaciones, granizo- y escenarios similares, nos organizamos para reclamarle al Estado, con el fin de que contenga esa situación. También tratamos de buscar créditos y subsidios. Es decir, funcionamos como organización que se desempeña como un gremio», explica.
En materia de formalización laboral, Suárez señala que la UTT peleó históricamente por el Monotributo Social Agropecuario: “Este gobierno se comprometió a relanzar nuevamente un monotributo a costo cero, es necesario que este compromiso avance, esta herramienta produce una cierta formalización como trabajador rural.”
"Las familias sufren incendios cada 15 o 20 días, en las casillas de madera donde viven"
Este escenario es similar a aquel por el cual Zulma se vio desprotegida y abandonada a su suerte, antes de sumarse a la organización. Ella señala que las actividades que se realizan desde el área social -con capacitaciones, ayuda de todo tipo, acompañamiento cuando más se necesita, y «no abandonar a los compañeros y compañeras»- son los puntales fundamentales. «Buscamos ayudarnos colectivamente, fortalecernos y trabajar en equipo, siempre con la cabeza puesta en mejorar nuestra situación. Tenemos más de 5000 compañeros que nos llaman todos los días, las 24 horas, con problemáticas muy diversas».
En tanto, remarca que el Estado aparezca en el momento de la tragedia es fundamental para no estar a la deriva: “Por eso reclamamos al Estado frente a una emergencia climática, un incendio de una casilla, o frente a alguna problemática de las familias”.
EL ESCENARIO DIARIO Y LA TRAGEDIA
«La situación de vida de las familias que integran la organización -campesinos y campesinas- es una situación crítica, y -por lo tanto- se tiene que dar una respuesta integral», explica Suárez. En este sentido señala que las familias sufren incendios cada 15 o 20 días, en las casillas de madera donde viven: «Hace algunos años hicimos un programa de Vivienda Segura, mediante el cual revisábamos las instalaciones, casa por casa, y hacíamos talleres de capacitación para mejorar las instalaciones eléctricas. A la vez, contemplamos y contenemos los problemas de salud de las familias».
Zulma aborda la problemática integral: «En primera instancia, nuestro objetivo es obtener la tierra propia, con una vivienda digna, y por eso luchamos por una ley de acceso a la Tierra. No queremos que nos regalen nada, queremos pagarlas. Lamentablemente, nuestra realidad diaria es otra. Pagamos alquileres carísimos, tarifazos de energía eléctrica, y demás gastos formidables. Alquilamos generalmente por 2 o 3 años, y una vez finalizado ese tiempo tenés que sacar todo lo que construiste -en madera-, es decir, las casillas en las que vivimos. Pagamos alquileres de entre 12 y 20 mil pesos, más 24 mil pesos de luz, cuando no te llegan 40 mil. Es una locura».
Nuestro objetivo es obtener la tierra propia, con una vivienda digna, y por eso luchamos por una ley de acceso a la Tierra. No queremos que nos regalen nada, queremos pagarlas.
«Y al irnos, tenemos que buscar otra tierra pelada, empezar de cero, hacer la casilla, palo por palo, madera por madera, poner el techo de chapa, y tratar de vivir ahí. Y así otro ciclo de 2 o 3 años, así es nuestra vida. Caminando de tierra en tierra, de lugar en lugar. No nos parece que esto tenga que ser así, nosotros somos productores, alimentamos al pueblo. Ese tomate, esa lechuga, ese morrón que la gente consume es producido por nuestras manos. El hecho de que no esté nunca el Estado presente, que no existan políticas públicas para nuestro sector, nos duele muchísimo. Queremos que nos den un crédito; dejar de pagar alquileres, y empezar a comprar nuestra tierra. Tener una vivienda digna, con un baño digno, vivir dignamente con nuestros hijos. Ya estamos cansados de sobrevivir de esta manera, con incendios, lluvias, frío, temporales, inundaciones, que no solamente terminan con nuestra producción, sino también con nuestra vivienda, y hasta arrebatan vidas», cuenta.
En este sentido remarca que los productores y productoras no pueden construir prácticamente nada en material duradero dentro de los terrenos, porque cuando se termina el alquiler, todo lo hecho queda en manos del dueño de las tierras. «Muchas veces nos echan y no nos alquilan más porque piensan que vamos a apropiarnos de ese lugar. Por eso no te permiten construir. Las casillas de madera se incendian fácilmente. Y no solamente son pérdidas materiales, sino que ya tuvimos que lamentar dos vidas en siniestros como esos: dos mellizas de tres años, hijas de una compañera, murieron calcinadas. Todo por un maldito corto circuito que pudo haberse evitado».
“Es por esto que peleamos por una Ley de acceso a tierras, donde se pueda otorgar créditos blandos a las familias productoras para que puedan acceder a tierras propias. También es necesario discutir el rol de las tierras del estado, que son muchas y en general no hay políticas hacia ellas. Entonces nosotros proponemos generar Colonias Agroecológicas para la producción de verduras sanas y vida digna para las familias productoras. Esto no lo decimos como algo que podría suceder y creemos que es bueno, sino que ya lo implementamos en varias tierras del estado donde hoy existen colonias con este fin. Lo que pretendemos es que esto sea política de estado”, remarca Suárez.
LAS BASES Y EL VALOR DE LAS SECRETARÍAS
Agustín Suárez especifica el funcionamiento de la UTT: “Nosotros fortalecemos el trabajo en las bases de cada región, de cada provincia, donde existe una estructura de delegados y delegadas, pero además hay comisiones directivas, promotores de salud, promotores de agroecología, jurídicos, etcétera, donde se genera un cuerpo de delegados y responsables políticos muy amplio en cada base. A su vez, todo esto está atravesado por secretariados nacionales. Esto concluye en una organización más democrática, más dinámica. Esto significa que tiene puntos de encuentro como cualquier gremio, y puntos donde creemos que se puede construir una organización más democrática y participativa en cuanto a la estructura y el funcionamiento».
Dentro del seno de la UTT, las secretarías tienen las funciones de operativizar y desarrollar los ejes que -desde las mismas bases- se califican como «fundamentales» para la producción, la comercialización, y la vida de cada familia productora.
Y es en este sentido que el equipo técnico -denominado Consultorio Técnico Popular- actúa para desarrollar la agroecología en todo el país, con el objetivo de aplicar distintas estrategias de fomento y multiplicación de familias que producen agroecológicamente.
"También están las cuestiones netamente técnicas; es decir, poder conseguir créditos y subsidios para que las familias se desarrollen; poder producir sistemas técnicos de producción como las biofábricas, las plantineras, para que haya más y mejor producción agroecológica", señala el vocero.
Agrega además que -en el aspecto de la comercialización- el objetivo perseguido es el de «crear nuevos canales de venta, para que esa producción agroecológica tenga puntos de salida, y poder llegar con verdura barata y sin químicos a la población”. “Algo novedoso tiene que ver con la forma de determinar los precios de la verdura, son las propias familias a través de asambleas, donde acuerdan los precios. Es decir no los impone el mercado, la oferta y demanda, sino las mismas familias productoras. Y este precio se mantiene por 6 meses, esto genera estabilidad para los agricultores, y para los consumidores no hay inflación, siempre saben cuánto está la lechuga en los almacenes”, detalla.
Tenemos que seguir luchando por nuestros derechos. Por una ley de acceso a la tierra; por una vida digna; por una vivienda digna; por la agroecología; por el cuidado de nuestros suelos; por el cuidado de nuestra salud; por la igualdad de género.
Por otro lado Zulma cuenta que «con respecto a la Secretaría de Género buscamos poder desarrollar espacios donde las compañeras campesinas se sientan contenidas, donde se lucha contra la violencia de género, y donde se tengan herramientas legales para la defensa. Este tipo de estructuras intentamos replicarlas en las otras secretarías».
Al respecto, Zulma añade que "cuidamos a nuestras compañeras en todo sentido. Hay casos en los cuales han sido abandonadas y quedaron solas con sus numerosos hijos. Tal es el caso de una de nuestras compañeras que fue abandonada por su pareja estando embarazada de trillizas y ya tenía una nena de 4 años. Ella se quedó en la calle. El patrón la echó porque ella ya no podía trabajar. Le buscamos un lugar a donde llevarla a vivir. Como organización aportamos entre todos y la ayudamos colectivamente. De esto es de lo que se trata -principalmente- el área social: ayudar y estar presentes activamente, con jornadas laborales, alimentos, materiales, cuando una compañera o compañero lo necesita”.
LA PANDEMIA DE COVID-19
Desde la UTT, a pesar de la pandemia y la cuarentena por el coronavirus Covid-19, las productoras y productores no dejaron de trabajar. «Seguimos alimentando al pueblo», cuenta la dirigenta.
«Tuvimos casos de covid-19 en nuestro sector y los fuimos ayudando con mercaderías, carnes, huevos, para que no les falte nada. Nosotros nos exponemos muchísimo al contagio. Pero de cualquier manera continuamos trabajando. A ese compañero contagiado no lo podemos dejar afuera», remarca Zulma.
Agustín Suárez remarca: “Desde los primeros días de la cuarentena, como organización expresamos fuertemente nuestro compromiso de mantener el abastecimiento de alimentos y de cuidar los precios, mientras que solidariamente donamos alimentos a cantidades de organizaciones barriales, ollas populares, clubes de barrio, en cada rincón donde nos encontramos organizados”.
«Como organización y como compañeros productores tenemos que seguir avanzando. Tenemos que seguir luchando por nuestros derechos. Por una ley de acceso a la tierra; por una vida digna; por una vivienda digna; por la agroecología; por el cuidado de nuestros suelos; por el cuidado de nuestra salud; por la igualdad de género; y muchas otras cosas que atañen al área social», concluyó la titular del Área Social.
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