Una piña de ternura

Una bocanada de aire fresco, una respiración profunda, esa que aclara la mente y relaja el cuerpo, eso es Gabo. Sus metáforas, su arte, su poesía recompone un tanto el alma, en un mundo que nos rompe un poco todos los días. Una voz que nos anima a juntar esas roturas y atarlas un rato o pegarlas, dejando ver las cicatrices. Esas que con el tiempo sanan cómo nos salva Gabo en su ternura, en su tono, en su abrazo eterno. Un Gabo que te moviliza el cuerpo y te cuida del daño. Una garganta que grita, que descarga toda su hermosura aunque ya no podamos disfrutarlo en este plano terrenal: nos dejó un mar de armonías que rescatan el alma. 

Zurcí, cosé de mí todo destrozo que veas. Bordá todo lo que creas que se pueda iluminar

¿Qué es para ustedes Gabo Ferro? Nos atrevemos a preguntarles. 

Para mí, para nosotres, es una acción. Aunque esta acción sea una pregunta, aunque sea un silencio intenso como el que usaba él en sus canciones después de pegar semejante grito. 

Es también volver a crear, desde lo más sencillo, desde esa idea no tan concreta qué tenés. Es cantar desafinando aunque puedas gritar mil armonías. 

Sí, para mi, para nosotres, Gabo o sus canciones son eso, animarse a la acción y volver a intentar. 

No te asustés, no sirve no, no te escapés, volvé. Volvé, tocá, miralo dulcemente esta vez

La limitación de recursos ante el dolor de saber que no habrá más canciones nuevas, otros poemas de Gabo, y que nos queda la ciencia que no alcanza tampoco para cobijar esa ausencia.

Hoy es tu cumpleaños, un día para arder, para volver a volver.

Con Fanu y Carlos escupimos éstos párrafos, te queremos, gracias.