Tiempo de periodismo autogestivo
Nicolás Peralta05 de abril de 2016
Para nuestro compañero Nicolás Peralta la historia se repite. Es miembro fundador de la cooperativa de Cítrica y ahora también inicia el camino de la autogestión junto a sus compañeros de Tiempo Argentino.
El primer día de abril, viernes, cuando la tarde se fundía con la noche otoñal, un grupo de manos alzadas definía su destino en una redacción del barrio de Palermo. Por unanimidad, los compañeros de Tiempo Argentino votamos constituirnos en cooperativa. Para hacer frente a la realidad que hoy vivimos, para salir adelante. Dejamos atrás el miedo --de que era algo inviable porque somos muchos-- y nos lanzamos a la aventura. Al día siguiente, hicimos la primera comunicación formal al Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) en la que adelantamos que realizaremos la asamblea formal de constitución de la cooperativa y la elección de sus autoridades el próximo martes 19 de abril, a las 18 horas en la redacción de Tiempo Argentino (Amenábar 23).
Para avanzar en forma inmediata en este sentido, resolvimos crear ocho comisiones de trabajo que deberán resolver problemas prácticos y elevar propuestas a la asamblea para la resolución de los temas. Sentimos que tenemos mucho por capitalizar, tanto en lo simbólico como en lo económico, porque pudimos palpar el 24 de marzo, con la venta de la edición especial de los trabajadores, que el público lector quería seguir comprando el diario.
En los días previos a la votación en asamblea, desfilaron por la redacción las distintas experiencias cooperativas, de medios y de otros rubros, donde los compañeros evacuaron dudas de todo tipo. ¿Cómo se hace? ¿De qué manera se puede? Y escuchar esas historias causaron una infinidad de reacciones. Julia Izumi, editora de Política, sintió una especie de mandato de parte de ellas para ir en este camino. “Nos necesitan, los necesitamos. Pensemos en ellos a la hora de planificar, hay una red de soporte económico, estratégico, de ideas, ahí dando vueltas. Usémoslo.” Y así como ella todos dieron sus palabras de aliento y se creó ese golpe de efecto. Vamos por todo, nos dijimos sin decirlo.
La decisión de explorar el camino autogestivo estuvo dando vueltas con anterioridad en la asamblea porque el conflicto gremial no tenía un horizonte de solución. Está claro que esta decisión no significa abandonar la lucha, sino que es para reforzarla haciendo lo que sabemos hacer. Se busca, además, seguir reforzando el sector cooperativo, tal como lo hace la Revista Cítrica, dando una voz más a la gente.
Los periodistas somos marineros. Y ante un naufragio, nadie abandona el barco así nomás y se trata de encauzar el rumbo a como dé lugar. Nuestro navegar es informar, contar historias, dar el servicio por el cual la gente nos elige o nos busca. Sabemos que ser capitanes de nuestro destino, la posibilidad acusada de romántica y decimonónica; no es camino fácil, porque los grandes barcos querrán que te corras de sus aguas y que intentes sobrevivir a sus oleadas creadas a su paso. Pero lo que nos gusta es la travesía, por experiencia, por Cítrica, sé que es la única que permite sentir la verdadera libertad de navegar hacia el destino que uno considere correcto.

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