Hernán “Tery” Langer lleva la mitad de su vida siendo el guitarrista de Carajo. En esta entrevista, recuerda el estallido social que atravesaba el país cuando empezaron y no ve grandes mejoras. Pero apuesta a la música como medio de lucha.
“Sin anestesia, la rebelión despierta, en la calle se manifiesta, la paciencia ya se acabó”, decía Carajo en el tema Sacarse la mierda, allá por diciembre de 2001, cuando la crisis socio-económica en el país no dio para más. A 15 años de ese contexto que los motivó artísticamente, Hernán Tery Langer sigue percibiendo desigualdades en la sociedad. “Hoy están latentes los mismos problemas, sufrimos las mismas diferencias sociales. Lamentablemente, en nuestro país todo lo que hace un gobierno lo borra otro. Si no se fomenta el trabajo social, la educación y se apuesta a la política a largo plazo es difícil achicar esa brecha con los que menos tienen”, opina el guitarrista de la banda argentina que llevó y lleva su música a toda Latinoamérica.
Carajo “es una expresión sanguínea, bien argentina y fácil de identificar”. Era el nombre que mejor los representaba para el estilo de música que hacían cuando arrancaron. Y por eso lo eligieron. Y los sigue identificando, más allá de que hayan cambiado: “Uno va mutando con el paso del tiempo, no hacemos la misma música ni pensamos igual que hace 15 años atrás”.
¿Cómo piensan hoy?
La intención es que la gente reciba nuestro mensaje: ir para adelante, hacer las cosas con conciencia, superar adversidades y ser optimista. Hay que vivir la vida con intensidad pero siempre tratando de hacer el bien. Es nuestra filosofía para todo lo que hacemos. Hablamos de experiencias personales y eso supongo que entusiasma. Vienen chicos y te cuentan que estaban mal y los ayudaron las letras que escribimos.
¿Qué se busca al escribir una canción?
El primer objetivo siempre es hacer una buena canción, que nos guste a nosotros. No hacemos canciones para dejar huellas. Pero está bueno también que trascienda y adquiera mayor importancia. Hay casos en los que la gente se siente identificada con canciones no tan populares, que de alguna manera los marcaron porque reflejan sus experiencias. Termina siendo aleatorio y mágico.
En Latinoamérica encontrás algunas coincidencias, por ejemplo: en todos lados hay barrios marginales. Si no se fomenta el trabajo social, la educación y se apuesta a la política a largo plazo es difícil achicar la brecha con los que tienen menos.
Es el caso de “Sacate la mierda”, cuando salió a la calle en plena crisis de 2001. ¿Por qué funcionó?
Porque de alguna manera representaba la situación que vivía la Argentina. Y hoy en día sigue vigente porque si mirás a tu alrededor, ves que están latentes los mismos problemas, sufrimos las mismas temáticas que generan diferencias sociales. Lamentablemente, en nuestro país todo lo que hace un gobierno lo borra otro. Espero que en algún momento haya un cambio.
Ustedes han hecho giras por Bolivia, Uruguay, Perú, México y Cuba. ¿El problema es cultural?
Va más allá. En Latinoamérica encontrás algunas coincidencias, por ejemplo: en todos lados hay barrios marginales. Es una problemática tercermundista y la solución no es matemática para decir hago esto y se disminuye el índice de pobreza. Si no se fomenta el trabajo social, la educación y se apuesta a la política a largo plazo es difícil achicar esa brecha con los que tienen menos.
Te recibiste como maestro en guitarra clásica. ¿Qué te lleva a ser tan curioso con tu trabajo?
Siempre hay muchas cosas para aprender. Es muy importante el estudio, nunca diría que aprendí todo. Creo que tiene que ver con la personalidad de cada uno, el ser inquieto, el querer descubrir. Lo veo desde el aspecto experimental y hasta incluso académico. Es como una terapia en la que uno se conoce un poco más.
Y cada acorde, cada sonido que sacás, pasa a jugar un papel fundamental en esta búsqueda…
La música es una herramienta muy generosa que tenemos los seres humanos. Seas músico, toques un instrumento o no, la música está ahí para descubrirla con lo que se canta, se dice. Es algo hermoso, un alimento para el alma y el disfrute. Creo que nadie puede vivir sin ella.
¿Qué escuchabas cuando eras pibe?
Syd Barret fue una gran influencia cuando empecé a tocar la guitarra. Fui muy fanático en una época de Dave Mustaine de Megadeth y Pantera, que para ese entonces sacaba sus mejores discos. También escuchaba Joe Satriani, o violeros más modernos como Wes Borland, de Limp Bizkit.
¿Está todo inventado?
No lo creo. Nunca estamos ajenos a descubrir nuevas bandas y estilos. Eso te da más ganas de investigar porque es tan amplio el mundo de la música que no te cansas, entendiendo que actualmente es muy difícil ser original. Hay músicos en este país que estudian y buscan crear cosas nuevas utilizando la información que está al alcance. A nosotros nos basta con hacer canciones que nos gusten.
El comentario de Cordera no hay manera de que pueda defenderse. Muy desafortunado. La sociedad ha tomado mucha más conciencia acerca de los derechos de la mujer. La verdad es que siempre fue un personaje muy polémico en el ambiente.
En los shows en vivo, ¿cómo es el público de Carajo?
Nuestro público siempre fue tranquilo y educado. Por más que hagan pogo y sean pasionales, entienden que es un show y la intención es pasarla bien y no romper todo. Eso sí: cuando vemos algo raro desde el escenario, pegamos un grito para mantener el orden. A veces sorprende con el antecedente de Cromañón, que haya todavía lugares que no cumplen como deberían con la seguridad. Y ahí nosotros debemos actuar, sin considerarnos educadores de nadie.
¿Qué pensás de las declaraciones de Gustavo Cordera que difundió un alumno de TEA y generaron tanta indignación?
No hay manera de que pueda defenderse un comentario así, ni tampoco que le caiga bien a nadie. Muy desafortunado. Se equivocó. Creo que la sociedad ha tomado mucha más conciencia acerca de los derechos de la mujer, por lo que sonó retrógrado. La verdad es que siempre fue un personaje muy polémico en el ambiente.
¿Cómo fue hacer “Hoy como ayer”, la película que recorre la historia del trío desde sus inicios?
Fue una linda experiencia ya que nunca habíamos compuesto temas con artistas invitados. El DVD tuvo una muy buena repercusión en el público. NdR: colaboraron Walas (Massacre), Fernando Ruiz Díaz (Catupecu Machu), Ciro Pertusi (Jauría) y Knario Compiano (Plan 4).
-Al igual que años anteriores, dirán presente en otra edición del Cosquín Rock ¿Sigue siendo un desafío?
Es un festival que sin importar el paso del tiempo, despierta algo especial en nosotros. Y ese algo es un motor importante pensando en lo que viene: la intención es ponerse a componer dentro de dos meses para sacar nuevo material.
“Puto de mierda, hay que matarte”
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“Macaco de mierda, a la salida del colegio te vamos a agarrar”
Un guardaespaldas del gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, rompió un cartel que reclamaba por la libertad de Agustín Santillán. El estudiante David Moreno lo registró y su valentía le cuesta amenazas recurrentes.
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