Rocambole: "Vivimos sumergidos en culturas foráneas"

Se llama Ricardo Cohen, sus amigos le dicen “Mono”, pero en Argentina y el mundo es conocido por su seudónimo: Rocambole. Si bien es Artista plástico, diseñador gráfico y profesor de Bellas Artes, se lo conoce sobre todo por un pasado que se ha vuelto un presente eterno materializado en señas de identidades colectivas, símbolos de lucha e imágenes que colorean casi naturalmente el paisaje de cualquier ciudad argentina. De su cabeza, de sus sueños más oscuros, nació la gráfica de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, la banda que se ha convertido en una suerte de religión del rock de acá.
“Soy algo conocido por el hecho de que soy diseñador , y porque he hecho tapas de discos de algunos grupos que se volvieron extraordinariamente convocantes”, se define con humildad. Cohen durante la década del sesenta fundó junto a otros compañeros la famosa Cofradía de la Flor Solar, uno de los primeros emprendimientos culturales con tono cooperativo de la Ciudad de La Plata, en medio de una época que incentivaba a la creación.
--¿Cómo llegaste a conjugar el diseño gráfico con la música?
“A mí la música me llegó cuando yo era adolescente. Tendría cerca de 13 o 14 años y obviamente el rock me atrapó y desde entonces he tenido con él una relación ininterrumpida, aunque no desde el lado de la música, sino que siempre he tenido muchos amigos músicos que justamente han trabajado desde sus orígenes y le han dado identidad al Rock Nacional, es decir el Rock cantado en castellano. Algunos de estos amigos se han vuelto notablemente famosos, y yo desde el lado de la gráfica y le diseño me incorporé a la estética y la cultura del Rock” (se refiere sin dudas al Indio Solari y a Skay Belinson, que le marcaron la vida para siempre).
--¿Así como el Rock te cambió la vida, que le aportaste vos a su estética?
Mi principal contribución han sido mis ideas. A principios de la década del 60? las grandes compañías discográficas no se preocupaban tanto por el diseño. A través de la música independiente, que no tenía nada que ver con los grandes sellos, se empezó a trabajar el embase del disco y se propuso que el mensaje y lo que transmitía la obra no era solo auditivo sino audiovisual. Todo cambió desde entonces.
--Desde hace varias décadas tus dibujos y diseños se han convertido en una referencia ineludible del rock argentino ¿Qué sentís al respecto?
Con los Redondos me pasó que de repente mis obras, o esos dibujos que siempre hice, fueron difundidos de una manera que jamás me hubiera imaginado. Lógicamente cada vez que veo algunos de mis trabajos reproducidos de diferentes maneras no dejo de emocionarme, me parece como una situación extraña que una idea que alguna vez pergeñé en una noche de insomnio o sobre la mesa de un bar de repente esté en la espalda de un chico o en una pared es realmente conmovedor.
--¿Crees que a través de tus diseños pudiste dar un mensaje o marcar una época?
Yo creo que la cultura es todo lo que hace el hombre. Nosotros vivimos en un ámbito rodeado de artefactos de todo tipo que alguien pensó y diseñó. En ese sentido creo que los diseñadores tenemos un rol más que importante porque somos los que creamos el relato de nuestros ámbito y nuestra vida porque a partir del entorno se transmite mensajes de todo tipo.
--¿Qué lugar ocupa el diseño en el marco de la cultura?
Tiene un papel muy importante, que será mayor en el futuro porque van a crear absolutamente todo. Estamos sumergidos en culturas foráneas que tienen que ver sobre todo con el consumo, con el negocio, con culturas que se pretende que adoptemos. Por eso el rol de los diseñadores jóvenes, de ellos depende la creación de una cultura nacional y popular. La promoción de la cultura, de los jóvenes, de los artistas emergentes, y la generación de nuevas oportunidades son fundamentales y hay que trabajarlas cada día más.