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¿Por qué las canchas no resisten la lluvia?

Redacción Rosario
11 de noviembre de 2014

En este torneo se han suspendido muchos partidos debido al agua. Los encargados de los terrenos de juego explican la problemática.

Los encargados de cuidar los campos de juego del Coloso, Guillermo Fernández, y del Gigante, José Ramón Gonza, en un jugoso mano a mano con el eslabón, aseguran que en Rosario “no se hubiesen suspendido los partidos por lluvia”.

Las recientes suspensiones de varios partidos de nuestro fútbol argentino, a raíz de las torrenciales lluvias que no dejaron correr la pelota con normalidad por el verde césped, motivaron a este par de cronistas a recurrir a los cancheros de Newells y Central, quienes coincidieron en “no haber visto algo igual en la historia del torneo local”.

La Bombonera, el Monumental, la Fortaleza de Lanús, el Norberto Tomaghello de Florencio Varela, el Julio Humberto Grondona de Sarandí, son algunos de los estadios que no soportaron los chaparrones lo que obligó a que se reprogramaran varios compromisos.

“Desde que estoy yo, nunca se ha suspendido un partido en Newells por más que llueva lo que llueva”, recuerda Guillermo Fernández, el hombre que desde hace 26 años se encarga de mantener los campos de juego leprosos, tanto el del Marcelo Bielsa como los de Bella Vista, y arriesga orgulloso: “Acá se hubiese podido jugar, porque lo han hecho Newells, Argentino y Central Córdoba y se mantiene bien. Con el piso flojo, pero sin agua”.

En la misma sintonía, su colega auriazul, Ramón Gonza, señala que en el Gigante, en los 23 años que lleva trabajando para la institución de Arroyito, “nunca se suspendió un partido por lluvia”, y argumenta: “Eso es por el excelente drenaje que tiene el estadio, que es algo histórico, desde que se inauguró en el mundial del 78 y de por vida. Es muy raro que se forme un charco, mirá lo que te digo”.

Las decisiones de los árbitros de no comenzar los partidos o suspenderlos antes de la finalización, trajeron consigo la polémica de los estados de los campos de juego y su drenaje.

Fernández fue el responsable, en los años 90, de implementar ese sistema en el Coloso y de hacerle el piso nuevo, “cuando estaba este hombre que no se puede nombrar (por el ex presidente Eduardo López)”, por lo que la cancha “estuvo más de un años parada”.

“En las áreas chicas tiene todo el drenaje completo. Y después pusimos lo que se denomina espina de pescado, que tiene conexiones en la mitad de la cancha”, cuenta el canchero leproso, y explica: “Son tubos que van por debajo del campo. Uno sale desde el borde de la mitad de la cancha y cuando llega aproximadamente al círculo central se divide y se dirigen hacia las esquinas. Ese tubo principal despide el agua hacia las fosas” que rodean la cancha.

El hombre que se ocupa del mantenimiento del terreno del Gigante, por su parte, enumera las distintas capas que preceden al verde césped Ó“arena, piedra china, arena, tierra y recién después los panes de césped”Ó, y se agranda al asegurar: “Yo te digo que si hoy llueve todo el día y mañana tuviera que jugar Central, se juega tranquilamente porque y tendrías que ver como los caños de los costados de la cancha largan agua a la fosa a lo loco”.

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