“La policía no nos cuida de nada”
En el año de la pandemia represiva, las fuerzas de seguridad nos enseñaron que están muy lejos de cumplir con el "rol de cuidado" de lxs ciudadanxs que le asignó el Gobierno Nacional. Emilia Vasallo, referente de la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil, reflexiona sobre los abusos de poder y la violencia de la policía en los barrios durante el 2020.
*Por Emilia Vasallo, referente de la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil y madre de Pablo "Paly" Alcorta, asesinado por la policía en 2013.
Durante este año las fuerzas de seguridad tuvieron la misma bajada de línea que con todos los gobiernos. Pero con la pandemia se agudizaron los abusos policiales. Cuando asumió Alberto Fernández tuvimos una reunión con el director nacional de Políticas contra la Violencia Institucional, Mariano Przybylski, y con el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla. Fue unos días antes del inicio del aislamiento. En esa reunión le comenté a Mariano que yo viajaba en tren todos los días y veía cómo los policías sacaban aparte a los pibes de gorrita con remeras de fútbol y zapatillas y los requisaban. No eran requisas normales: le metían las manos en la mochila, algo que la policía no puede hacer porque pueden ponerle algo para incriminarlos. Pero lo hacían con total libertad.
Le dijimos que necesitamos medios para luchar contra el mismo sistema que ellos administran. Nos hablaron de humanizar a la policía, pero para nosotros eso es imposible. Hay madres con hijos víctimas de gatillo fácil, nosotras no perdonamos, no olvidamos y no nos reconciliamos nunca, como nos enseñaron las Madres de Plaza de Mayo. La represión de ayer es la de hoy, los métodos no cambiaron, al contrario, se profundizaron y se informatizaron. Tienen más herramientas para torturar, armar causas y desaparecer.
Las fuerzas nacionales no se pueden humanizar. Y la Policía de la Ciudad es más represiva y más autoritaria, de hecho el que asesinó a mi hijo hoy está en la Policía de la Ciudad. Ellos te tratan como quieren, te basurean.
Nosotros creemos que parte del problema es el tema de las adicciones de los chicos y el narcotráfico y sabemos quiénes lo manejan. Es muy complejo pero estamos creando herramientas y queremos formar espacios para estos chicos donde puedan ser contenidos, entender que la vida de ellos vale, que puedan tener un proyecto de vida, que no solo tienen que salir a robar para ayudar en su casa, como muchos nos dicen, otros por el problema de las drogas y otros porque no tienen ninguna contención de su familia.
Las madres que trabajan 16 horas qué control pueden tener sobre sus hijos o qué apoyo pueden darles. Todo se basa en el sistema de opresión y explotación, nuestros hijos no nacen siendo chorros o drogadictos. Tiene que haber políticas públicas pero que no salga solo de los diputados y senadores sino que se construya en conjunto con la gente que venimos sufriendo esto, con los compañeros de los barrios que saben verdaderamente las necesidades.
Todavía estamos esperando la reunión con el presidente Alberto Fernández. El día que hicimos la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil entregamos un pedido para una reunión con él. Durante la pandemia estuve muy amargada, no podía creer que hablen de “la policía del cuidado” ¿La policía los va a cuidar de un virus? No nos cuida de nada, menos de eso. Siempre cuando pasa algo en la calle, se desmaya una persona, la gente lo primero que hace es llamar al 911 en vez de llamar al SAME. De todas formas, lo que veo es que la gente está empezando a descreer de la policía porque durante la pandemia vieron todos los abusos que cometió, ellos mismos lo sufrieron.
En el fondo de mi corazón quería que Facu Astudillo aparezca con vida, pero sabía que no iba a ser así. La justicia bahiense también es responsable. Yo soy bahiense, nací ahí, conozco mucho a la policía de Bahía Blanca. Más allá de que todas las policías son iguales, la de Bahía es muy fascista, discriminadora. Hablo seguido con Cristina Castro, ella ni siquiera pudo abrazar a un cuerpo, es muy triste lo que le pasó.
No creo en la justicia porque en un sistema injusto nunca vamos a tener justicia pero tenemos que seguir peleando contra este sistema y que los responsables reciban condenas y nunca olvidar que el gatillo fácil y la desaparición forzada son crímenes de Estado. Asesinan a un pibe cada 21 horas, siguen desapareciendo personas, siguen torturando, sigue habiendo vejaciones en las comisarías, la policía sigue manejando la droga, todo eso nosotros nunca lo vamos a dejar de decir gobierne quien gobierne. Nuestros hijos no van a volver pero van a estar en la memoria de todos.
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