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Una tarde con el Loco Houseman

Hace un tiempo René fue entrevistado por alumnos del Instituto Psicopedagógico Senderos, de Colegiales. Ese día, el ídolo de Huracán, una vez más, demostró por qué era un crack. Aquí, la nota escrita por los pibes.

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Cuando nos avisaron que René Houseman iba a venir el jueves al colegio, lo festejamos como un gol. Tanto, que de algunas aulas se asomaron para ver qué pasaba. “Viene Houseman, viene Houseman”, gritábamos todos juntos, y no se entendía mucho lo que decíamos. Y claro, es que estábamos alegres, y también un poco ansiosos. Nunca habíamos entrevistado a un campeón del mundo. Y encima ídolo de Huracán, y uno de los jugadores más habilidosos del fútbol argentino.

El taller de periodismo deportivo es una de las materias extracurriculares que tenemos en el colegio. Nosotros le decimos “el cole” o la escuela, pero se trata del Instituto Psicopedagógico Senderos. Allí, en el taller de los jueves, además de hablar, debatir y aprender de fútbol y otros deportes, también nos formamos en un oficio: el de periodista. Y por eso, ni bien nos dijeron que Houseman había aceptado la invitación, nos pusimos a trabajar: buscar en youtube sus goles y partidos, en internet información sobre su carrera, preguntar en nuestras casas a los familiares futboleros y armar preguntas y cartulinas con sus fotos y logros deportivos. Hasta le hicimos unos dibujos, que pegamos en la pared, alrededor del pizarrón que decía bien grande: Bienvenido René. Eso fue una de las cosas que más le gustó. Se quedó un rato mirando todos los dibujos. Y nos agradeció mucho. Los agradecidos éramos nosotros, que ni bien se sentó, empezamos a hacerle las preguntas que teníamos preparadas.

Gastón: ¿Cuándo empezaste a jugar en Huracán? ¿Y qué recuerdos tenés de esa época?

En el 73. Para mí empezar fue muy difícil porque yo no era hincha de Huracán. Pero a medida que pasó el tiempo me volví fanático. Me costó mucho porque había figuras de mucho renombre, como Basile y Babington, jugadores extraordinarios que eran mayores que yo. Logré amoldarme y me acomodé bien al equipo. Ese mismo año también me llamaron para la Selección.

Marcelo: ¿Por qué ese Huracán es uno de los equipos más recordados del fútbol argentino?

Hubo un periodista que le puso las tres G: ganar, golear y gustar. Así jugaba ese Huracán.

Christian: ¿Después de Huracán para dónde fuiste?

A Chile, al Colo Colo, y salí campeón en dos torneos. Después volví a Huracán, pasé a Independiente y de ahí me fui a Sudáfrica.

Hernán: ¿En Sudáfrica cuánto tiempo estuviste?

Hasta que me dejó salir Chita, la mona de Tarzán...Estuve muy poco tiempo pero es un país muy lindo, muy hermoso.

Ezequiel: ¿Cual fue el rival más difícil de enfrentar?

La mayoría, cuando uno entra a la cancha todos son difíciles. Uno piensa que tiene un rival débil y después en la cancha resulta el más difícil. Eso pasa mucho.

Gabriel: ¿Qué se siente jugar un Mundial y ganarlo?

No puede explicarlo. Uno no se da cuenta en el momento que sos campeón del Mundo. Todavía no lo asumí. Terminó el partido con Holanda (la final de 1978), me puse una capucha y me fui caminando entre la gente a mi casa, que era a seis cuadras. Llegué a mi casa y parecía Perón, saludando a todo el barrio desde el balcón.

Julián: ¿Cómo empezaste a jugar y cómo fue tu infancia en Santiago del Estero?

A los siete años, solo, con una pelota de goma, le pegaba contra una pared, con una pierna y con la otra, sin pensar que el día de mañana iba a ser jugador de fútbol. Nací en Santiago del Estero pero me vine para Buenos Aires muy chiquito, a los dos años. Volví a los doce años y un tío me hizo jugar en un torneo en La Banda. Me decían “el porteñito”. Salimos campeones invictos y querían que yo me quedara a vivir ahí, en Santiago.

Esteban: En la otra Banda jugaste poco.

Uno o dos partidos, nada más. Salí porque no me gustaba el ambiente que había en River en ese momento. Muy de buchones, cosas que no van conmigo. El ambiente de fútbol es muy de envidiosos.

Andrés: ¿Pero cómo jugaste en River?

Jugué tan bien que me rajaron a los seis meses.

Jean Pierre: ¿Hiciste amigos dentro del fútbol?

No, esa es una palabra mayor.

Facundo: ¿Cambió mucho el fútbol comparado a tu época de jugador?

Y, por un lado cambiaron los valores monetarios. Y después los jugadores profesionalmente están mas bien comidos, mejor entrenados, se sacrifican más. Si bien hay una diferencia en lo físico, es relativo eso, porque el que sabe manejar bien la pelota es el que saca diferencia. Aunque ahora no sé quiénes son esos jugadores.

Christian: ¿Jugaste con Maradona?

Sí, tuve la desgracia de jugar con él.

Emanuel: ¿Cómo te fue jugando contra Boca?

Bastante bien en lo de personal, pero a veces ganamos y otras perdimos. Estuve en la mayor goleada. Cinco a cero en la cancha de Boca.

Gastón: ¿Y en la actualidad cuáles son los jugadores que más te gustan?

Hay muy pocos. No están surgiendo grandes valores, tipos que jueguen bien al fútbol. Si tuviera que elegir diría Pitty Martínez y (Cristian) Espinoza.

Gabriel: ¿Y la Selección?

La selección está bien. Pero cuando falta Messi es otra cosa.

Marcelo: ¿Te gusta Messi?

Me gusta más la señora, jaja. No, en serio. Es el mejor que hay en el mundo. Mejor que Pelé y que Maradona.

Eze: ¿Cómo te dicen, Loco o Hueso?

Las dos cosas. Loco, porque había un wing derecho de Racing, Corbatta, y yo intentaba jugar como él y decían que tenía sus virtudes adentro de la cancha, su gambeta. Y Hueso me puso un compañero, porque yo pesaba 40 kilos mojado.

Larry: ¿Cuál es tu comida preferida?

Menos verdura, todo.

Hernán: ¿Qué locos más que vos encontraste en el fútbol?

Ninguno

Ale: Una locura que te acuerdes...

Muchas no se pueden contar. Una que me viene a la memoria. Estábamos en Ezeiza con Vicente Bonavena por irnos a Nueva York y le dije que me iba a comprar algo y no volví más, me fui a mi casa. Dos veces la hice.

Facu: Cuando salieron campeones del mundo en 1978, era en plena dictadura. ¿Eran conscientes de lo que estaba pasando en el país?

Te lo juro por lo que más quiero que ninguno sabía nada. Y si alguien lo sabía, no lo dijo. Yo me enteré al tiempo. Y eso que mirábamos todos los diarios, pero nunca nos imaginamos lo que estaba pasando. Si alguien lo podría saber era Menotti.

Esteban: Pero quedó esa mancha...

La gente está confundida en ese sentido. Porque piensan que salimos campeones gracias a la Junta Militar, pero ellos no entraban a la cancha. Massera no pateaba un penal, Galtieri no hacía los córners ni Agosti cabeceaba.

Maxi: ¿Y el Flaco Menotti que significa para vos?

¿Qué significa para ustedes un padre? Bueno, eso es para mí el Flaco. Y no te digo el inventor pero sí el que revolucionó el fútbol argentino. Hizo mejor al fútbol y a los jugadores, hizo que el futbolista tenga su dignidad, su sueldo, que se lo respete. Todas esas cosas las tenemos gracias a Menotti

Ale: ¿Qué otra cosa te gusta mucho además del fútbol?

El vóley. Jugaba mucho y me gustaba. Un día me fui de una concentración de la Selección en José C. Paz, salté del segundo piso al césped, y me fui a Fiorito a jugar vóley con mis amigos de la villa. Todo por seguir a esa chica que era mi novia en ese momento. Cuando se enteraron, me dijeron que fuera a buscar la ropa a la AFA. Pero al día siguiente volví.

Emanuel: ¿Eras difícil para técnicos y dirigentes?

No, yo tenía muchos problemas con los dirigentes que me prometían un dinero. Yo cumplía en lo que prometía pero cuando iba a buscar el dinero, no estaba. Y ahí yo me rebelaba, y me iba. Pero al otro día iba y jugaba. No concentraba, y eso a ellos no le gustaba. Pero era mi forma de rebelarme. Era un poco caprichoso pero ellos no me cumplían.

Cuando estaba terminando la entrevista, René nos dijo: “Quiero felicitarlos por todo lo que investigaron, por cómo prepararon la entrevista y por el recibimiento. Cuando quieran, pueden contar conmigo”.

Antes de irse, René nos dejó de regalo un banderín de Huracán autografiado y nos sacamos muchas fotos juntos. Y mientras se iba del colegio, como si estuviéramos en la cancha, todos juntos cantamos: “Olé, olé, olé, olé, René, René”.

* Entrevista publicada el 30 de septiembre de 2016.